"Todo pasa, se procesa y se avanza"
ANTOFAGASTINIDAD. Claudia Bravo Boggioni, periodista y emprendedora.
Claudia Bravo Boggioni se mueve entre el periodismo y el emprendimiento. Primero uno, luego otro, y ahora ambos a la vez.
Esta profesional, nacida en Antofagasta, hija de Norma y Armando, y hermana mayor de Verónica, Alberto y Laura, no teme reinventarse, de hecho, lo asume como una necesidad propia de la vida.
Claudia vive con su hija Sofía, de 14 años, y a su hogar hace poco llegó la gata "Luna Plath", bautizada así por el programa Soy Luna -del que es fan Sofía- y en honor a la poetisa y novelista Sylvia Plath.
¿Cuál es el recuerdo más bello de tu infancia?
- Son muchos, toda mi infancia fue hermosa, en plena década del ochenta. Somos 4 hermanos así es que no había espacio para aburrirse. Viví entre Antofagasta, Tocopilla y Calama por varios años cuando aún era un campamento muy precario, con Pulperías de "la empresa" donde no todos podíamos comprar. Recuerdo a mis padres muy jóvenes y enérgicos. Los fines de semanas mi papá nos llevaba a recorrer los pueblos del interior y era habitual ir al Valle de la Luna, al desierto a buscar fósiles, o hacer paseos al Valle del Jere. Incluso recuerdo que viajamos a Salta en camioneta con varias familias amigas cuando aún no había carretera y cruzamos la cordillera así no más.
¿Por qué decides estudiar periodismo?
- Nunca tuve muy claro lo que quería estudiar, porque tampoco entendía que esa sería mi herramienta para ganarme la vida. Por lo tanto, me dejé llevar más por un ideal de niña. Cuando estaba en el colegio emitían en el cable un programa de viajes que se llamaba Lonely Planet y mostraba lugares alucinantes a través de las experiencias de jóvenes anfitriones viajeros. Se paseaban por Singapur por ejemplo, o países lejanísimos que para mí eran un misterio. Entonces jurando que a eso se dedicaban los periodistas, entré a esa carrera en la UCN, tras un año de probar en arquitectura, carrera que dejé atrás por mi aversión a los números.
¿Pero además tienes el gen del emprendimiento, cuéntame de esas aventuras en los negocios?
- Tengo algo de turca creo, porque crecí viendo a mi mamá inventando mil emprendimientos siempre con éxito. Mis padres son súper trabajadores y dinámicos, creo que por ahí viene esa energía. Además desde muy joven generé ingresos, que usaba para pagar mis vacaciones en países vecinos, como Bolivia, Perú y Brasil. Durante el colegio cuidaba niños por las tardes para que las mamás fuesen al gimnasio. En la universidad vendía kuchens junto a una amiga y organizaba fiestas que se transformaron en un bar universitario. En paralelo estudiaba periodismo y al titularme armé una boutique que tuve durante siete años. Entremedio emprendí en turismo con una agencia local que duró 2 años y el 2010, a siete años de titularme, inicié mi carrera en el periodismo. Actualmente estoy en el área corporativa, pero emprendiendo de nuevo con una tienda de ropa online.
¿En qué proyecto estás ahora?
- Estoy embarcada en mi tienda virtual de ropa de diseño y producción nacional. Este proyecto es hijo de la pandemia e inspirado por mi gata Luna Plath, quien llegó a nuestras vidas a llenar de alegría ese espacio de ahogo y encierro en el que vivimos por las cuarentenas y despertó nuevamente mi creatividad que creía dormida.
¿Cómo te definirías a ti misma, cuáles son tus fortalezas y flaquezas?
- La resiliencia es algo que hace poco asumí como una de mis principales fortalezas. Me he reinventado más de una vez y siempre con la misma energía, por lo tanto no le temo a los cambios, ni a empezar de nuevo porque todo pasa, se procesa y se avanza. Eso me ha hecho más fuerte y valiente también. En cuanto a las flaquezas, es difícil hablar de ellas, creo que pasaré el resto de mi vida identificándolas y aprendiendo a vivir con ellas, porque son esos puntos débiles los que me han hecho ser quien soy hoy. Que mal ser un ser humano estático y con todo ya resuelto, prefiero ir descubriendo de a poco mis fortalezas y debilidades.
¿Quiénes han sido tu inspiración en la vida, a quiénes admiras?
- No admiro a una persona, se quedarían muchos de mis referentes fuera. Más bien admiro los valores en las personas y su mundo interior, el corazón y por sobre todo su mente e inteligencia. Admiro la capacidad amar y estar en pareja, la empatía y la perseverancia. También admiro al género femenino, ya que una de las ventajas de mi trabajo, es que he conocido mujeres valiosísimas con historias increíbles que podrían convertirse en el guión de una película, un thriller o un best seller.
¿Cómo has vivido este año de pandemia?
- Ha sido un año especialmente desgraciado, de pérdidas, cambios, de enfrentar injusticias en distintos ámbitos. De vivir el pavor a la espera del resultado del PCR propio o de miembros de mi familia. En verdad, un año para olvidar y superar, espero que pronto.
¿Dónde quieres estar en diez años?
- Ojalá tranquila, en un lugar cerca de la naturaleza, cocinando rico para mi gente, regando muchas plantas y trabajando, pero no con la presión y urgencia de estos tiempos, espero que sea en algo que me haga sentir bien y realizada, que permita ir a Finlandia a ver la aurora boreal, que es mi gran sueño en la vida.