Baja de matrículas en pedagogías acrecienta déficit de profesores
EDUCACIÓN. Ingreso a primer año en las universidades locales descendió en un 41% respecto al 2020. Deserción temprana de los docentes en ejercicio también inquieta.
La disminución de la matrícula de primer año en las carreras de pedagogía y la temprana deserción de los profesores en ejercicio son aspectos que están contribuyendo a una profundización del déficit de profesores existente en la región y el país.
Una realidad que fue analizada en el informe N°1 "Déficit de Profesores, un llamado urgente a revalorizar la profesión docente", elaborado por el Observatorio de Educación para la Innovación de la Facultad de Educación de la Universidad de Antofagasta (UA).
El estudio señala que el déficit de profesores se verá profundizado en el corto plazo debido a tres elementos: la deserción docente temprana; la estructura etaria del profesorado y la baja matrícula en carreras de pedagogía.
Esto último es lo que más preocupa. El año 2020 esta cifra alcanzó un mínimo histórico de 9.739 estudiantes a nivel nacional. Aun sin contar con cifras oficiales, se estima que este año ha disminuido un 19% respecto del 2020.
En la región, la matrícula de primer año ha sufrido vaivenes similares a los mostrados a nivel país, registrándose una caída de un 71% entre los años 2010 -2013. En el período 2015 - 2020 las matrículas de primer año repuntaron respecto de los magros índices de los años anteriores. Sin embargo, para este año, el número de matriculados fue inferior en un 41% respecto del 2020 (ver gráfico).
En tanto, se ha documentado que cerca del 40% de los profesores que ingresaron en la década del 2000 a las aulas chilenas desertaron en el quinto año de ejercicio de la profesión o antes.
En Chile, se destacan tres factores principales para esta deserción: las remuneraciones, la insatisfacción laboral y la desprofesionalización.
Mientras que respecto a la estructura etaria del profesorado, en los próximos 5 años, el 12% de los profesores de la región que actualmente se encuentran realizando clases tendrán 65 años o más (637 profesores). Además, hay un elevado número de docente en los rangos etarios más jóvenes quienes son los más propensos a desertar tempranamente.
En este sentido, el informe detalla que "serán necesarios al menos 1.426 nuevos profesores para reemplazar a quienes saldrán del sistema escolar. Sin embargo, al año 2020 existían solo 1.022 estudiantes que se encontraban estudiando pedagogía en la región, por lo que, aunque se titulasen todos, se alcanzaría a cubrir solo el 72% de este requerimiento".
Reacciones
El decano de la Facultad de Educación de la UA, Pablo Camus, cree que las políticas de elitización al ingreso de las pedagogías fracasaron, pues desde la imposición de los 500 puntos en adelante cayeron las matrículas y nunca se logró llegar a la cantidad de profesores que históricamente entraron a las carreras de pedagogía.
"Urge que nos pongamos a pensar políticas públicas que doten al sistema público de educación y privado de instrumentos que permitan al estudiante tomar la decisión de estudiar pedagogía, una carrera que desde el punto de vista social esté bien valorada, que se paguen bien los sueldos, con condiciones laborales interesantes porque les permita desarrollo profesional", indicó.
El encargado de investigación del Observatorio de Educación de la UA, Gabriel Álvarez, destacó que en la región la baja en la matrícula es mucho mayor que a nivel país y se han identificado algunos factores.
"Uno, el contexto político social que vive actualmente Chile. En este sentido, hay un sentimiento de desvalorización de la profesión docente, que motiva que las familias ejerzan cierta presión sobre los estudiantes para que estudien algunas carreras de mejor posicionamiento social que pedagogía", dijo.
Álvarez agrega como un segundo factor está la pandemia, la cual profundizó este problema, pues los estudiantes observaron que los profesores tuvieron que sostener un sistema educativo desde sus casas a veces financiado con recursos propios para hacer las clases.
La profesora María José Rojas comenta que dejó de hacer clases en colegios por el bajo sueldo y porque no existen capacitaciones ni incentivos.
"Trabajas bajo presión, con poco tiempo para almorzar. No sólo cumples el rol de profesor sino que de maestro chasquilla y en general cuando no hay algún material, tú tienes que costearlo", explicó.
Mariela Cárdenas realiza clases en un colegio de la ciudad y cree que la deserción hoy pasa por varios factores.
"Los bajos sueldos, la cantidad de horas de trabajo, el número de alumnos por sala, apoderados complicados y además alumnos con necesidades educativas especiales y todo esto sin la capacitación necesaria", señaló.
La académica Sandra Rodríguez cree que la deserción docente temprana tiene que ver con las condiciones laborales.
"Todo lo pintan como que los profesores tienen que hacerlo por vocación. Que si un profesor no contesta después del horario de clases es porque no tiene vocación. Lo mismo en el caso de si cobras lo que se debe para una clase particular, te dicen que te falta vocación porque estás cobrando mucho", planteó.