Efe
La tensión se mantiene en Cali, epicentro de las protestas en Colombia en su día 13, y los manifestantes con las autoridades llegaron a un acuerdo para levantar un bloqueo en la principal entrada a esa ciudad colombiana y la minga (marcha) indígena abrió un corredor humanitario por 24 horas, mientras que el presidente Iván Duque se reunió con huelguistas sin lograr ningún avance.
Cali se convirtió en el epicentro de bloqueos en las principales vías de acceso, enfrentamientos entre las fuerzas militares, manifestaciones (a favor y contra el Gobierno) y saqueos.
Once días después de que el Gobierno retiró la polémica reforma tributaria que inició las protestas, las peticiones de los manifestantes han escalado a retirar la reforma a la salud que se cursa en el Congreso, implementar los acuerdos de paz, acabar con la violencia policial o impedir el fracking, entre muchísimas demandas que se escuchan en las calles.
Las noches en Cali se viven de manera intensa, sin que se detengan las protestas y se intensifica el sobrevuelo de helicópteros policiales y las detonaciones de armas de fuego.
La Defensoría del Pueblo y la Fiscalía cifran en 27 las personas muertas durante las jornadas en todo el país, aunque las organizaciones civiles duplican ese número de víctimas fatales en sus reportes.
Desbloqueo de caminos
En el día 13 de protestas, precedido por una jornada en la que supuestos civiles armados dispararon contra la marcha e hirieron a 10 guardias indígenas, la negociación de las autoridades en la madrugada del lunes terminaron con la decisión de desbloquear el Paso del Comercio, una carretera que es la principal entrada a Cali y que la conecta con Palmira, donde está el aeropuerto internacional.
"Se va a desbloquear el Puente del Comercio y debe ser garantía de la institucionalidad que no exista acción violenta contra estos jóvenes que van a desbloquear, desde ya, el puente", expresó el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina.
Por su parte, el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), la principal autoridad de esas comunidades en el suroeste de Colombia, anunció que desde la madrugada de ayer se habilitó un "corredor humanitario" para el transporte de alimentos y medicinas en Cali, que vive horas difíciles por el desabastecimiento.
"Se anuncia que se abre ese camino de vida durante 24 horas. Dependiendo del comportamiento, se ampliará y la minga nacional continúa, el paro nacional continúa", expresó el consejero mayor del CRIC, Hermes Pete.
El líder indígena agregó que es necesario que se garantice "la no intervención de la fuerza pública en los puntos donde se encuentran los manifestantes de la minga"
Visita relámpago
Tras el anuncio, Duque hizo una visita relámpago a Cali, foco principal de las protestas que vive el país desde el 28 de abril, y permaneció allí cuatro horas para encabezar un consejo de seguridad que abordó la situación en esa urbe.
El mandatario pidió que se levanten los bloqueos que realizan los manifestantes en otros puntos de la ciudad para "permitir nuevamente el restablecimiento de la cadena de abastecimiento".
"Nuestra responsabilidad no es actuar con brutalidad ni demencialidad, sino actuar en el marco de todas las competencias y estricto apego a la protección de los derechos humanos, para que la ciudad tenga todas las garantías y eviten confrontaciones entre los ciudadanos", alegó el mandatario.
Reunión con huelguistas
Tras su rápida visita, ayer el mandatario se reunió con el Comité Nacional de Paro, integrado por sindicatos y organizaciones que convocaron las protestas, pero la cita culminó sin acuerdos, por lo que habrá una jornada de huelga para hoy.
El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia, Francisco Maltés, dijo que "no hubo empatía del Gobierno" con las causas de las protestas ni "con las víctimas de la violencia".
27 muertos cifra la Fiscalía
10 y la Defensoría del Pueblo durante las protestas en