Familias que perdieron su casa en el incendio claman por una solución habitacional
DRAMA. Tras cumplir una semana viviendo en albergues, los afectados esperan ser reubicados. Algunos quieren volver a levantar sus viviendas en los terrenos siniestrados.
En cosa de minutos lo perdieron todo. El pasado jueves, a eso de las 10 de la mañana, un incendio de grandes proporciones arrasó con al menos 45 viviendas de material ligero en los campamentos Unión y Villa Esperanza, emplazados en las faldas de un cerro en el sector norte de la ciudad.
Tras el siniestro, más de un centenar de personas, en su mayoría extranjeros, quedaron sin hogar, debiendo ser trasladas a dos escuelas que fueron habilitadas como albergues por el municipio. Esto, mientras se coordina una solución para las familias damnificadas.
Fernanda Barreiro y su pareja Juan Robles hoy cumplen una semana en la Escuela Gabriela Mistral, recinto al que fueron derivados luego que el incendio consumiera por completo la vivienda que compartían hace ocho años.
La afectada relata que aquel día vivió minutos de terror cuando los vecinos le avisaron por teléfono que su casa estaba siendo alcanzada por las llamas, mientras su pareja, quien presenta una discapacidad y se desplaza en silla de ruedas, se encontraba solo al interior del domicilio.
"Ese día salí a las 7.30 de la mañana a hacerme unos exámenes preventivos para un trabajo. Cuando me llamaron para avisarme del incendió entré en pánico porque mi pareja estaba solo y él no podía hacer nada para salir de la casa, ya que en 2015 le amputaron la pierna derecha. Él me cuenta que lo sacó carabineros porque no reaccionaba y estaba en shock", comentó Fernanda.
Según explicó el director de Dideco, Jaime Araya, actualmente cerca de 60 personas, entre niños y adultos, están recibiendo ayuda en los albergues habilitados por el municipio. El abogado además señaló que las familias afectadas fueron vacunadas contra el coronavirus para evitar los contagios al interior de los recintos.
"La ayuda que hemos entregado como municipio ha sido la habilitación de los albergues con colchones, frazadas y almohadas, y hemos canalizando la importante ayuda que ha llegado desde diversos sectores de la ciudad. Paralelamente con eso, hemos colaborado activamente con la limpieza del lugar (del incendio) facilitando equipos municipales para las diferentes labores", apuntó Araya.
Requisitos
Si bien hasta ahora el municipio se ha hecho cargo de la ayuda inmediata para los afectados por el siniestro, el problema que aún resta por resolver es gestionar un plan de reubicación para las familias que perdieron su hogar, situación en la que se encuentra trabajando el gobierno regional a través del Serviu.
Wilson Garcés, presidente del campamento Villa Esperanza, precisó que por el momento la solución que les han ofrecido a las familias es un subsidio de arriendo, sin embargo, el dirigente precisa que muchas personas no podrán acceder a este beneficio porque no cumplen con los requisitos exigidos, como es contar con una cuenta de ahorros para vivienda, cédula de identidad definitiva y la ficha de protección de hogares.
"Estamos buscando concretar algo porque probablemente por algunas consideraciones no se pueda volver a asentar donde ocurrió el siniestro. Esperamos reunirnos con las entidades encargadas para ver qué alternativas tenemos. El problema es que muchos de los afectados no cuentan con los requisitos para acceder a la ayuda. Por eso también estamos viendo la opción de que aquellas personas que no puedan acceder al subsidio, puedan ser reubicadas en otro sector", enfatizó Garcés.
Lorena Hurtado es otra de las vecinas afectadas por el incendio. La mujer, quien llegó en 2014 a vivir al campamento Villa Esperanza, señala que muchas familias que perdieron su casa están pensando en volver a levantar sus viviendas en el sector del incendio una vez que sean retirados los escombros. Esto pese al riesgo que ello implica.
"Uno siempre está consciente que estamos expuestos y en cualquier momento puede ocurrir un incendio por las conexiones irregulares, pero la mayoría no tenemos el dinero para pagar un arriendo de 400 mil pesos más el mes de garantía que es lo que cuenta arrendar una casa. Por eso algunos ya están pensando en volver al campamento si no consiguen una ayuda pronto que les permita vivir", aclaró Hurtado.
El director regional de Techo-Chile, Javier Cifuentes, coincide en que no todos los afectados podrán acceder al subsidio de arriendo debido a su situación irregular.
"Un gran número quiere reconstruir sus casas en el mismo lugar. A nosotros nos interesa saber cuál será la solución de la autoridad y nos preocupan las familias que se queden en la calle porque no cumplen los requisitos para acceder al beneficio", puntualizó.