Histórica elección de gobernador regional
El independiente Ricardo Díaz, fue elegido en una inédita votación y tendrá la misión de liderar el futuro de una de las regiones más pujantes del país. Hoy no solo los regionalistas están felices con este hecho histórico. También todos quienes hace largo rato confían en la autodeterminación de las regiones y un país más equitativo.
Por una amplia mayoría el profesor chuquicamatino y activista ambiental, Ricardo Díaz (Ind.) se convirtió en el primer gobernador regional de Antofagasta, tras ser electo en votación directa. Tuvo que verificarse una segunda vuelta en este proceso eleccionario y pese a que la participación no fue la esperada, un gran número de habitantes depositó su confianza en el candidato de la centroizquierda para que lidere los destinos de la región.
Es un paso histórico y de gran importancia para el país y sus regiones. No es el único, pero es el más significativo en el objetivo de vivir en un país menos centralizado y en que los distintos territorios definan el camino que les interesa recorrer en su estrategia de futuro.
Si bien se sabe que las atribuciones no están del todo zanjadas, las principales son públicas y esas tienen relación directa con la planificación, creación y definición de los planes necesarios para lograr un desarrollo armónico de la zona. Propuestas que deben ser inclusivas y resolviendo las necesidades de los sectores más rezagados.
Labor que deberá realizar en conjunto con los consejeros regionales. Los actuales y los que resulten electos en noviembre. Con ellos deberá consensuar los proyectos y planes que apunten al desarrollo regional.
Pero también deberá mantener estrecha relación con alcaldes y concejales de las nueve comunas, quienes están deseosos de tener activa intervención en éxito local.
Ricardo Díaz, es un conocedor de la región y ya en sus propuestas dejó claro cuál era el camino a seguir. Seguiremos siendo la cuna de grandes mineras. No obstante, habrá otra mirada. Una mirada en la que la gente tendrá participación en el debate y en la aprobación de proyectos.
Hoy no solo los regionalistas están felices con este hecho histórico. También todos quienes hace largo rato confían en la autodeterminación de las regiones y un país más equitativo y justo.
Este es un innegable avance y son políticas propias de países en que las democracias demuestran madurez y modernidad.