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Estado de derecho
Treinta cuatro constituyentes, principalmente de la Lista del Pueblo y Pueblos Originarios, han planteado que tanto el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución del 15 de noviembre de 2019 como las normas establecidas en la actual Constitución en relación a la Convención debían ser desconocidas.
Afirman, además, que como depositarios de la "voluntad del pueblo", debían autorregirse, estableciendo sus propias reglas, quórum y objetivos por sobre cualquier autoridad o norma actualmente vigente.
Esta declaración es de suyo grave, ya que no solo viola acuerdos y normativa que actualmente rigen en nuestro país, sino que configura un arrebato de inconstitucionalidad internacional. Lo anterior, por cuanto la propia Naciones Unidas, en su Declaración de la Reunión de Alto Nivel sobre Estado de Derecho Nacional e Internacional de 2012, señala que "el Estado de derecho se aplica a todos los Estados por igual y a las organizaciones internacionales, incluidas las Naciones Unidas y sus órganos principales, y que el respeto y la promoción del Estado de derecho y la justicia deben guiar todas sus actividades y conferir previsibilidad y legitimidad a sus acciones".
Así las cosas, cualquier acción que se aparte del mandato que los electores le confirieron a los constituyentes implica una clara violación de las recomendaciones internacionales como la enunciada precedentemente -entre otras-, además de contravenir flagrantemente algunos de los principios generales del derecho, tales como la buena fe (bona fides) y la moralidad.
Francisco Devia Aldunate
Proceso constituyente
El proceso constituyente en curso es ilegítimo, puesto que su génesis fue producto del chantaje de la violencia y, por lo tanto, adolece de un vicio de nulidad.
Una Constitución Política surgida en el marco de una gravísima convulsión social y de una violencia incontrolada, que mantenía absolutamente alterado el orden público y que fue iniciada bajo una presión violenta, fruto de una verdadera extorsión, sería absolutamente ilegitima y carecería de toda validez: sería "la Constitución de los saqueos".
Adolfo Paul Latorre
Ley Machuca
El proyecto conocido como Ley Machuca busca integrar a estudiantes de sectores vulnerables a colegios privados, tal como una escena de película que retrató una época. No obstante, uno se pregunta por qué, para qué, cuál es la concepción de integración, cuál es la concepción de aula escolar, cuáles son los supuestos.
Se entiende que es una alternativa también a la fallida propuesta del Gobierno relativa al sistema de admisión escolar. Pareciera que esta ley se centra en una vinculación con la obligatoriedad de una admisión, es decir, con un proceso donde pareciera solo importar el ingreso al ámbito privado para sellar un proceso de integración. ¿Es eso suficiente? ¿Por qué hacerlo? ¿Por qué no se preserva una escuela pública poderosa abierta a todos?
Quizás se piensa que los resultados de colegios privados, que muestran distancia con aquellos que no lo son, sea suficiente argumento, pero ¿lo es? Lo que se expresa en este proyecto de ley son gestos mínimos, son fragmentos de algo que no se une, que no se ensambla y deja pendiente lo urgente, ese cambio profundo que es necesario realizar.
La verdadera opción es, sin duda, la escuela pública, una escuela que no se hace cómplice de transformar diferencias en desigualdades, una escuela siempre diversa, siempre de singularidades, donde la igualdad debiese ser el punto de partida de toda acción y decisión educativa. Una escuela que se aleje de toda experiencia que evidencie aprisionamiento, enmarque, imposición.
Dra. Carmen Garrido Fonseca Directora Escuela de Educación U. Andrés Bello
Secuelas de la pandemia
Hogares que ya se encontraban debilitados por la intolerancia familiar, han visto aumentada dicha situación debido a la pandemia. La rutina y la falta de trabajo han conspirado para que muchas parejas y matrimonios vean su futuro más separados que unidos.
Conflictos internos de diversa índole se están haciendo una constante. Los espacios físicos en lugar de estrechar relaciones, cada vez las alejan más. Cada integrante de la familia ha cambiado totalmente sus hábitos. La incertidumbre es hoy nuestro presente.
Jorge Valenzuela Araya
Irresponsabilidad
Con respecto a las marejadas ocurridas esta semana, considero una irresponsabilidad que la gente siga practicando deportes náuticos en esas condiciones, poniendo en riesgo su vida y la de los rescatistas de la Armada, en varias partes del país.
Irina Richards