La restitución de la obligatoriedad
Es altamente probable que se legisle y en un futuro no muy lejano ir a sufragar será obligatorio. Retomar las clases de educación cívica es un paso importante, pero hay que ir más allá y eso involucra lograr que la política, como concepto, vuelva a ser valorada entre los chilenos.
A la luz de lo ocurrido en la segunda vuelta de elección de gobernadores regionales, volvió a tomar fuerza la iniciativa de restituir el voto obligatorio. Ello ante la baja concurrencia a las urnas, que en algunas regiones apenas sobrepasó el 10 por ciento.
Esa altísima abstención refuerza la idea de parlamentarios que creen que es necesario retomar la obligatoriedad del sufragio y de consolidar la democracia. Esgrimen que nuestro país no estuvo cívicamente preparado cuando se decidió la inscripción automática y voto voluntario.
La idea avanza en la Cámara Baja, donde cada día son más los legisladores que creen que es el momento de volver sobre sus pasos y definir la obligatoriedad. Junto con ello establecer sanciones para quienes no sufraguen sin una excusa atendible.
En el actual escenario es difícil defender el voto voluntario. La escasa votación registrada el último domingo, la más baja de la historia (19,62% del padrón nacional), resta valor a los que creen que no corresponde obligar a ir a las urnas y menos sancionar a los que no lo hacen.
Aunque siguen citando los ejemplos de las llamadas democracias modernas y más consolidadas de Europa, donde hay voto voluntario y es el ciudadano quien libremente decide ir o no a las urnas. Obviamente que la abstención en estos países es inferior al 50% y no como ocurre en Chile.
Lo más probable es que los impulsores de la voluntariedad del sufragio creyeron que nuestra sociedad tenía más internalizados los deberes cívicos. Siempre fuimos ejemplos y hablamos de fiestas cívicas, pero ese último concepto hoy está lejos de nuestro vocabulario.
Así las cosas, lo más probable es que la iniciativa que está en el Congreso siga con su avance y se promulgue en un plazo no muy extenso, incluso podría estar lista para las Presidenciales, y la discusión quedaría zanjada.
Deja la tarea de cómo reencantar al electorado. Retomar las clases de educación cívica en las escuelas es un paso trascendental, pero hay que ir más allá y eso involucra lograr que la política, como concepto, vuelva a ser valorada entre los chilenos.