Población de gaviotines sufre peligrosa caída mientras se espera visto bueno al santuario
FAUNA. Durante la temporada reproductiva 2020 se observaron entre 200 y 300 nidos menos. Acción humana y perros son los principales enemigos.
Una preocupante disminución registró la población observada de gaviotín chico, Sternula lorata, durante la temporada reproductiva 2020, según datos de la Fundación para la Sustentabilidad del Gaviotín Chico, la cual se encarga del monitoreo y resguardo de esta pequeña y frágil especie, que se encuentra en serio peligro de extinción.
De acuerdo a los estudios, la estimación para la última temporada reproductiva fue entre 803 y 895 individuos en la región (988 a 1.282 en el año 2019), con un total de 387 nidos registrados (en 2019 fueron 420 nidos).
Del total de nidos, aproximadamente el 25% fue depredado, principalmente por perros, aves rapaces y jotes, mientras que otros tantos fueron destruidos por vehículos que se internan en las áreas de nidificación.
Alberto Rivera, director ejecutivo de la Fundación para la Sustentabilidad del Gaviotín Chico, explicó que si bien la estadística podría estar afectada por la menor cantidad de días de observación efectivos que hubo debido a las cuarentenas, de todas formas se desprende un escenario tremendamente delicado para esta ave, cuya población mundial según la BirdLife se estima en no más de 2.500 ejemplares, de los cuales sólo la mitad son sexualmente activos.
"La situación del gaviotín sigue siendo muy frágil, y además está muy expuesta a las perturbaciones que se producen en su hábitat, y el mejor ejemplo son las colonias Hornito-Gualaguala, donde el éxito de eclosión disminuyó de 75% a 50% en 2020, y en eso pudieron influir los mejoramientos que se hicieron la Ruta 1, que seguramente perturbaron a las aves durante su proceso de nidificación. Ese es un dato súper claro de los impactos que vamos generando los humanos y la necesidad de proteger estas áreas", dijo.
Frágil
El gaviotín chico es un ave migratoria que en Chile se encuentra clasificada como en peligro de extinción, principalmente debido a una reducción poblacional de más del 70% en los últimos diez años, y el impacto de actividades humanas desarrolladas sobre sus sitios de nidificación.
Pese a su baja talla, de apenas 23 centímetros de altura y 50 gramos de peso, esta especie recorre enormes distancias para nidificar en el norte de Chile, utilizando las grandes planicies desérticas costeras, donde deposita de uno o dos huevos y excepcionalmente tres.
Debido a su extraordinaria vulnerabilidad, la Fundación está empeñada en la creación de un santuario natural. Un polígono de 2.798 hectáreas en la planicie de Mejillones, desde su actual acceso sur al sector Gualaguala.
En ese terreno se ubican las principales áreas de nidificación del Sternula lorata, pero además se reporta la presencia de otras especies de aves migratorias y reptiles en riesgo de extinción.
"Es posible que la población esté disminuyendo debido a la continua destrucción y degradación de su hábitat reproductivo, lo que implica desaparición de colonias. Ahí radica la importancia de proteger el espacio donde nidifica esta especie", dijo Alberto Rivera, quien agregó que el sector además tiene un alto valor patrimonial y arqueológico, pues ahí se han identificado 19 cementerios y 10 sitios residenciales de distintos momentos de la prehistoria (4.000 a 6.000 años).
Santuario
En este contexto, en septiembre de 2020, la Fundación con apoyo de distintos actores locales, presentó al Ministerio de Medio Ambiente el expediente para que se declare Santuario de la Naturaleza dicho polígono, el cual en 2020 fue visitado por los ministros de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, y Bienes Nacionales, Julio Isamit, quienes comprometieron apoyo en el esfuerzo de conservación.
Según explicó Rivera, lo que se pensaba sería un trámite rápido, al final se atoró en Bienes Nacionales, que debe emitir su pronunciamiento favorable para completar el proceso de entrega de los terrenos fiscales.
"Lamentablemente hasta la fecha no hay pronunciamiento de BB.NN., ya han pasado ocho meses, y el ministro no ha firmado la carta de apoyo necesaria para que siga avanzando la tramitación del santuario. Estamos muy preocupados, pues se supone que iniciativa contaba con apoyo de todos, incluyendo BB.NN. Tememos que quizás se están desarrollando algunas acciones o actos administrativos que eventualmente pueden suponer un riesgo o amenaza a nuestro proyecto o simplemente no es un tema de interés o prioritario", acusó.
Consultado al respecto, el seremi Luis Colman Vega aseguró en una breve declaración que el trabajo no se ha detenido, pero evitó dar detalles o plazos para el pronunciamiento.
"El Ministerio de Bienes Nacionales ha estado trabajando en conjunto con el Ministerio del Medio Ambiente en la protección y determinación del polígono para proteger, como Santuario de la Naturaleza, esta área en la Región de Antofagasta y la especie de gaviotín chico. Adicionalmente, ya hemos entregado dos concesiones directas a la Fundación Gaviotín que comprenden más de 2 mil hectáreas fuera del área que pretendemos proteger como Santuario de la Naturaleza, pero con una alta presencia de esta especie", aseveró.