"Mucha gente está votando por el FA y el Partido Comunista por nuestra incapacidad de liderar el país"
Hasta la plaza Patricio Lynch de su natal Concón llegó Sebastián Sichel, precandidato presidencial independiente, para dar inicio a su campaña en la que buscará ser el abanderado de Chile Vamos.
El exministro de Desarrollo Social dice que la centroderecha debe ofrecer "algo más que el miedo" o "volver a los 90" si es que quiere imponerse a las candidatos de la izquierda, junto con "interpretar Chile".
Propone un sistema de pensiones de competencia abierta, donde las personas elijan qué organismo administrará sus fondos, junto a una red de protección social denominada "4x4". Por último, responde a las críticas que ha recibido por parte de sus competidores en la primaria del sector.
Varios candidatos han hecho propuestas en materia de ingresos para las personas, como sueldo mínimo o transferencias directas. ¿Qué medidas plantea usted?
-Cuando las campañas se transforman en ofertones, porque eso se llama populismo aquí y en la quebrada del ají, hay que tener mucho cuidado, porque lo que tú vas fijando finalmente es quién hace la oferta mayor tratando de captar votos y yo trato de hablar de un Estado que hace redes de apoyo integrales. En mi caso, estoy proponiendo algo que se llama "4x4", que es una red de apoyo integral a las familias, que tiene cuatro componentes de garantías y cuatro componentes de transferencias directas.
¿En qué se traduce esta red de apoyo?
-Lo primero, tiene una garantía hipotecaria, que permite usar el 30% del seguro de cesantía para pagar deuda hipotecaria cuando te quedas sin trabajo. Segundo, tiene una garantía de un seguro universal de salud, garantía de la pensión básica universal y cuatro transferencias: pensión de alimento universal, que la pague el Estado en caso de que el padre no lo haga; segundo, algo que ya hice como ministro, que es un aporte solidario permanente a los ingresos, que complementa los ingresos en una curva de salida, por lo tanto, que nadie gane menos de 400 mil pesos. Un nuevo subsidio único familiar que complementa el ingreso por la cantidad de niños que viven en el hogar y, además, la devolución del IVA, por lo que se gasta en alimentos básicos y en medicamentos.
¿Tiene estimado el costo de esta red de protección social?
-Cuesta alrededor de 6.000 millones de dólares adicional al presupuesto público, parte importante de esto se obtiene mediante la eliminación de exenciones, pero hay una parte que va a ser con un impuesto específico a la contaminación, un impuesto verde, y un segundo un impuesto a las bebidas azucaradas importadas, por el alto daño que provocan en la salud. Nuestro proyecto no incorpora el aumento de los impuestos a las personas ni a las empresas.
¿Cuál es su postura en materia de pensiones?
-Propongo tres cosas, la pensión básica universal, que es un piso igual para todos los chilenos, que está en la línea de la pobreza, y después de eso un sistema de ahorro individual, de 10% más 6% de cotización a cargo del empleador, donde la persona pueda elegir libremente entre un ente público, un ente privado, una ONG sin fines de lucro, etc. Que haya una competencia total en la administración de esos fondos. Se acaban las AFP como las conocemos, es variar a un sistema abierto en que muchos oferentes pueden ofrecer administración, incluyendo una administradora de fondos estatales. Que la solidaridad vaya por un pilar contributivo que lo fija el Estado, que es el piso mínimo. Es el modelo Australiano, en otros países hay más de 100 administradoras, en Chile hay siete. Lo que no creo, y en eso tengo una diferencia profunda con el Partido Comunista, es que esto tenga que administrarlo solo el Estado.
Hacia el centro
Chile Vamos viene de muy malos resultados electorales. ¿Esto podría cambiar de cara a noviembre?
-Lo que tiene que hacer el mundo de la centroderecha es crecer hacia el centro y los independientes. He visto una especie de ombliguismo en los partidos, que están más preocupados de sus rencillas internas que de ver cómo crecemos a nuevos electores. El primer desafío es reconocer que si siguen siendo los mismos liderazgos de siempre, es crónica de una muerte anunciada. Necesitas construir mayorías amplias y darle una señal de gobernabilidad a Chile, con liderazgos nuevos. Eso espero interpretarlo yo. Estoy muy contento que haya gente que me esté apoyando desde la UDI a exmilitantes DC y sobre todo que hay más de 3.000 independientes trabajando voluntariamente por esta campaña.
¿Usted cree que la derecha podría perder un eventual balotaje ante Daniel Jadue si adopta la estrategia de la campaña del terror?
-El peor pecado que podemos cometer es caernos en la trinchera y creer que la forma de decirle a los chilenos que voten por nosotros es decirle que el otro es malo. Es evidente que una alternativa liderada por el Partido Comunista es mala para Chile, la pregunta es si nosotros podemos demostrar que somos mejores que ellos y eso requiere agenda, una mirada de cambios, interpretar Chile, quiero un gobierno donde no parezcamos concurso de colegios del sector oriente de Santiago, sino donde haya gente que venga de Valparaíso, Coyhaique, mujeres emprendedoras, mostrar que podemos interpretar la diversidad de Chile. La pregunta es si nosotros podemos ofrecer algo más que el miedo o algo más que volver a los 90. Mucha gente está votando por el Frente Amplio y el Partido Comunista por nuestra incapacidad de liderar el país.
El precandidato presidencial de RN, Mario Desbordes, lo criticó al decir que detrás de su candidatura hay empresarios importantes, junto a Andrés Allamand y Andrés Chadwick. ¿Qué responde a ello?
-Ya he visto que esto es un tenor del vocero de Joaquín Lavín y su campaña y de Mario Desbordes, que está actuando también programáticamente en simbiosis con Joaquín Lavín, que es tratar de atacar juntos al mundo que yo represento, a la gente independiente de centro, es una vieja política que es bien destructiva en general. Pero, además, que tiende a infantilizar al otro, como si yo no pudiera decir quién me apoya. Me gustaría mucho más saber quién lo apoya a él. Además, me parece irrisorio que el candidato de Renovación Nacional y el candidato de la UDI digan que no los apoyan a ellos gente que son históricos militantes de sus partidos.
"Quiero un gobierno donde no parezcamos concurso de colegios del sector oriente de Santiago, (...) mostrar que podemos interpretar la diversidad de Chile".