Tras las masivas protestas el fin de semana contra la gestión de la pandemia del mandatario Jair Bolsonaro, el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lamentó el medio millón de muertes por covid-19 que alcanzó el país, lo que calificó de "genocidio".
"500 mil muertos por una enfermedad que ya tiene vacuna, en un país que ya fue referencia mundial en vacunación. Eso tiene un nombre y es genocidio", dijo Lula, quien ha dejado entrever su posible candidatura presidencial en las elecciones del próximo año tras recuperar sus derechos políticos.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) expresó "su solidaridad al pueblo brasileño", en medio del silencio de Bolsonaro, quien hasta el momento no hizo ninguna mención sobre los 500.000 muertos por coronavirus.
Quien sí se pronunció fue su ministro de Salud, Marcelo Queiroga, que declaró su solidaridad con todos los familiares de las víctimas de coronavirus, virus que ya deja medio millón de muertos y 17,8 millones de casos en Brasil.
"Trabajo incansablemente para vacunar a todos los brasileños en el menor tiempo posible y cambiar ese escenario que nos devasta desde hace más de un año", declaró.
Crisis descontrolada
Pese a que Brasil ha aplicado 86 millones de dosis de vacuna contra covid-19, se convirtió en el segundo país del mundo en superar el medio millón de muertes por coronavirus, detrás de Estados Unidos.
Brasil ha visto crecer la pandemia de forma exponencial y tan sólo este año registró una de las mayores cifras de muertes por coronavirus del mundo.
En los primeros cuatro meses de 2021, la nación contabilizó más fallecidos que en todo el año anterior, mientras que entre el 1 de marzo y este fin de semana, sumó cerca de 245.000 decesos, por lo que al ritmo actual podría superar a Estados Unidos en los próximo tres meses.
El fin de las restricciones sociales es defendido desde el primer momento por Bolsonaro, que esta semana volvió a decir que contagiarse es "más eficaz que la vacuna", en oposición a lo que defiende la comunidad científica.
Contra bolsonaro
La supuestas omisiones del Gobierno durante la pandemia están siendo investigada por una comisión parlamentaria y el fin de semana hubo masivas manifestaciones promovidas por diferentes movimientos sociales, principalmente de izquierda.
Equipados con mascarillas, miles de personas volvieron a salir a las calles para presionar por la salida del jefe de Estado en uno de los peores momentos de la crisis sanitaria en el país.
Bajo el lema "fuera Bolsonaro", los manifestantes también reclamaron por una mayor celeridad del proceso de vacunación, de cuyo atraso inicial culpan al Gobierno debido a la demora a la hora de firmar contratos con grandes farmacéuticas para la adquisición de dosis.
Hasta el momento, tan solo el 11% de la población ya fue inmunizada con las dos dosis, aunque el porcentaje llega al 28% si se tienen en cuenta las personas que tan solo cuentan con una de ellas.
Gobernadores de diversos estados confían en poder vacunar a toda la población al menos con una dosis de aquí a finales de octubre, aunque la incertidumbre sobre la entrega de vacunas todavía mantiene en el aire el fin de la pandemia en el país.
Vacunación de prueba
Por su parte, Río de Janeiro inició ayer la vacunación masiva contra covid-19 de toda la población adulta de la isla de Paquetá, en el marco de una investigación coordinada por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), vinculada al Ministerio de Salud.
Las autoridades pretenden vacunar en los próximos días a toda la población mayor de 18 años con el objetivo de "evaluar el impacto y efectividad de la vacunación", como ya fue realizado en otras ciudades del país de forma experimental, según Fiocruz.
17,8 millones de contagiados por covid-19 registra Brasil de los cuales ha muerto más de medio millón.
86 millones de dosis contra covid-19 se han aplicado en Brasil. El 11% de la población tiene ambas dosis.