Pueblos originarios en la región presentan un 62% de ocupación
ECONOMÍA. Población indígena representa un 14% de la fuerza de trabajo de la zona. La mayor parte labora en servicios sociales y el sector comercio.
En el marco del Día Nacional de los Pueblos Originarios, el Observatorio Laboral de Antofagasta publicó un estudio que muestra en detalle lo referido a la situación de empleabilidad en las cual se encuentran las personas que pertenecen o sean descendientes de alguna etnia originaria.
Según el estudio, un 14% de la fuerza de trabajo de la segunda región se considera perteneciente a algún pueblo originario, de la cual un 27% se reconoce como Likan Antai, el 73% restante indica otro pueblo de procedencia. La mayor parte se concentra principalmente en San Pedro de Atacama y Ollagüe, comunas donde la fuerza laboral marca entre el 40% y el 60%.
Uno de los aspectos que más llama la atención es el gran porcentaje de ocupación laboral que tiene este grupo.
De las 62.573 personas que se identifican como pertenecientes a algún pueblo originario y que están en edad de trabajar, un 62% se encuentra con empleo. Un 33% estaría inactivo y el 5% desocupado.
"Considerando que existe una tasa de participación de la fuerza de trabajo de un 67,3% para las personas que se identifican dentro de un pueblo originario, se puede decir que tienen una inclusión mayor que el promedio regional, el cual es de un 66,4", señaló la directora del observatorio, Karen Pérez.
Al momento de ver la ocupación de las personas que están empleadas, se observa que la mayoría se dedica a servicios sociales y personales (20,3%) y comercio (18,6%). En términos más específicos, un 31,5% se desempeña en funciones de personal doméstico, mecánicos, oficiales y operarios de la construcción.
Sobre el perfil que marca a los trabajadores pertenecientes a pueblos originarios, Pérez describió sus características: "La mayoría son hombres (61%), viven en áreas urbanas (87%) y tienen 12 años de promedio de escolaridad. La mayoría de los ocupados se clasifican en la ocupación de personal doméstico y funciones afines, como limpiadores, lavaderos y planchadores, que caen dentro del sector de servicios sociales y personales", indicó la directora.
Por otro lado, también resaltan las diferencias entre hombres y mujeres. Según el análisis estas últimas perciben menos ingresos que sus pares masculinos en comparación con el ingreso de la región. Con exactitud, las trabajadoras perciben un ingreso que marca un 35,1% por debajo del ingreso regional, mientras los hombres marcan un 10,5% superior.
"Puede deberse a que la mayoría de las mujeres se dedica como personal doméstico y oficios afines, las cuales son ocupaciones que muestran una remuneración menor en relación con el promedio regional", teoriza Pérez.
También se manifiesta una marcada brecha entre espacios urbanos y rurales. En estos últimos solo se ubica un 13% de la fuerza de trabajo y tienen un ingreso que va por debajo del ingreso regional en un 35,4%. Por el lado de quienes deben trabajar en los entornos de la ciudad, que representan un 87% de la fuerza, sus ganancias solo están un 5% por debajo.
Un aspecto a considerar al momento de analizar el estudio, es el hecho de que se basa en datos registrados antes de que la pandemia del Covid-19 llegara a la región, por lo que no se toma el efecto que esta pudo tener en la empleabilidad de estas personas.
"El boletín fue construido con información que corresponden al Censo 2017 y CASEN 207, por lo tanto, no recoge posibles influencias del Covid-19 en el empleo para este grupo de personas. En este sentido, hay que mirar los datos en contexto pre-pandemia", advirtió Pérez.