Correo
Convención Constitucional
Cuando estamos a solo horas de la primera sesión de la Convención Constitucional está pasando justo lo que la ciudadanía rechazó en las urnas, las funestas manipulaciones politiqueras, ahora entre los mismísimos constituyentes, con las viejas monsergas de los de aquí en contra de los de allá, pidiendo más fondos antes de comenzar a trabajar, requerimientos para aumentar asesores, viajes, viáticos, etcétera. O sea, más de lo mismo.
A estas alturas del partido, ¿los constituyentes se acordarán que fueron elegidos para escribir la nueva Constitución?
Luis Enrique Soler Milla
Necesaria vacunación
En 1796, Edward Jenner descubrió la vacuna contra la viruela. La probó experimentalmente en un niño de 8 años y luego en 23 personas más que temían la muerte como causa de este experimento. El resultado ya lo conocemos. A partir de este descubrimiento se han salvado cientos de miles de vidas mediante la utilización de vacunas y la viruela está oficialmente erradicada desde 1980.
Hoy, en pleno siglo XXI, después de más de 220 años de avances científicos, hay personas que piensan exactamente lo mismo, que las vacunas pueden dañar el ADN humano y que somos víctimas de conspiraciones.
La humanidad progresa, eso sin lugar a dudas. Hoy vivimos más y mejor que hace 250 años. Lo que parece no progresar es la confianza en la ciencia, pese a la evidencia de toda la mejora y bienestar que nos ha traído.
Si no lo ha hecho, por favor vacúnese. No le pasará nada. Lo más seguro es que su descendencia se lo agradezca, como yo le agradezco a mis ancestros de hace 220 años el haberse atrevido y el haber confiado en la ciencia. Sin ese "salto de fe", quizás hoy yo no existiría. Seguro que para ellos debe haber sido muchísimo más difícil. Hoy usted tiene mucha más información y evidencia que la humanidad de entonces.
Alejandro Hugo Díaz
Uso de espacios públicos
Deseo poner nuevamente en el tapete el drama que significa tener que lidiar cada día con vecinos que tienen más de un vehículo y que se apoderan de los frontis y portones de otros domicilios, pues el de ellos no les es suficiente. Se supone que las calles, pasajes y avenidas son espacios públicos, pero eso no significa que por tener más de un vehículo pueden tomar espacios de otros, los que por buena vecindad tendrían que respetar.
Personalmente, por ser adulto mayor al igual que mi esposa, hemos tenido problemas de salud y la necesidad de requerir de la ambulancia. El hecho de estar todos los espacios ocupados ha dificultado tanto el estacionamiento del vehículo como el desplazamiento de la camilla. En otras ocasiones, por urgencias similares, y que son frecuentes, tenemos que pedir "por favor" y andar tocando puertas para que despejen el lugar y así poder hacer uso de nuestro único vehículo. Si bien es cierto los sacan cuando se les solicita que lo hagan, no es la idea. Somos un matrimonio tranquilo y respetuoso. Por lo mismo es que solicitamos reciprocidad.
Imagino que esta situación personal es la misma que afecta a muchas otras personas. Ojalá se tome conciencia.
Jorge Valenzuela Araya
Cambios
En el ser humano siempre ha existido una resistencia al cambio. Incluso, muchos se caracterizan por tener miedo a lo desconocido, evitando explorar nuevos horizontes. La naturaleza, en su eterna sabiduría, nos enseña que la transformación nos permite alcanzar la mejor versión de uno mismo. La oruga, por ejemplo, al vivir la metamorfosis cambia su propio comportamiento y la manera de relacionarse con otros.
De igual manera, estamos llamados a cambiar para ser mejores, sentirnos más plenos y seguros en nuestro propio ser. Probablemente, el entorno nos puede juzgar o criticar; sin embargo, si los nuevos hábitos o maneras de pensar nos hacen sentir más felices, es símbolo de que avanzamos. Un buen consejo en tiempos de cambio es dejar que los perros ladren, porque es señal de que cabalgamos.
Daniel Manchileo Zeballos Director de Proyecto Universidad San Sebastián
Penas
Si reflexionamos sobre la justicia actual que existe en nuestro país, ¿a qué conclusión llegamos? Un ser mata con alevosía a otro ser. Es conducido a la cárcel por un juez. En el presidio tiene techo, cama y comida, sin trabajar. Tiene derecho a ver televisión, jugar a algún deporte, pasear por los patios del recinto. Y si se porta bien, hasta puede ser indultado. ¿De qué castigo severo estamos hablando?
Renato Norero V