Correo
No corresponde
La idea de presentar un documento de la Convención Constitucional haciendo presente un eventual indulto a los condenados o procesados por los supuestos actos delictivos cometidos durante el movimiento social, no corresponde desde el punto de vista jurídico o político.
Diferente es la situación de que alguno de nosotros tome conocimiento de situaciones que exculpen al condenado o procesado, en cuyo caso no cabe otra conducta que hacer lo posible para poner en conocimiento de las autoridades competentes los informes recibidos.
Desde otro punto de vista, me parece como una responsabilidad indiscutida el que la Carta Fundamental debiera contener alguna consideración humanitaria para que en nuestras cárceles no encontremos condenados mayores de 75 años que no sean autosuficientes o padezcan de una enfermedad terminal.
Jorge Arancibia
Patriotismo
Cuando escuchamos a algunos convencionales constituyentes cuya motivación es juzgar al pasado más que construir un futuro común, es inevitable no recordar a aquellos que precisamente escribieron esa historia de la cual ahora quieren renegar. Es en esta fecha donde toma sentido, porque el 9 y 10 de julio de 1882, en las postrimerías de la Guerra del Pacífico, tuvo lugar el Combate de la Concepción, donde 77 jóvenes dieron su vida por Chile. Entre ellos estaba el capitán Ignacio Carrera Pinto, al mando de la compañía. Esta gesta heroica no es menos gloriosa que el mismo Combate Naval de Iquique, por cuanto fue otra demostración sublime del carácter y valentía de los chilenos que prefirieron morir antes que su bandera dejara de flamear.
Esos jóvenes valientes que murieron hace 139 años, evidentemente no tuvieron la oportunidad de redactar una Constitución, ni siquiera pudieron despedirse de sus familias en muchos casos, pero sí entregaron su vida sin dudarlo, sabiendo que su sacrificio teñiría de honor, gloria y paz a Chile y a las nuevas generaciones. Ojalá los mismos que ahora reniegan de todo tuvieran solo una porción de ese patriotismo que tan grande hizo a nuestro país.
José Ignacio Concha
Derecho y tiranía
El sometimiento de los órganos del Estado al ordenamiento jurídico vigente es lo que diferencia a un Estado de derecho de una tiranía. La tiranía judicial es la peor de todas, porque cuando es cohonestada por los poderes Ejecutivo y Legislativo no tiene remedio.
Adolfo Paúl Latorre Abogado
Combate de La Concepción I
Durante el 9 y 10 de julio de 1882, un grupo de 77 chilenos se enfrentó a más de 2 mil adversarios en el pueblo peruano de La Concepción. La gesta heroica del capitán Ignacio Carrera Pinto y sus hombres reflejan un alto sentido de patriotismo, ya que se mantuvieron en sus puestos hasta su último aliento, mientras la bandera chilena flameaba en lo alto de aquella iglesia que fue testigo de cómo nuestros compatriotas no se rindieron.
Este hecho se recuerda en la ceremonia de Juramento a la Bandera, ocasión en que cientos de jóvenes reafirman su compromiso con Chile, teniendo a Dios como testigo, mientras sus ojos se dirigen hacia el estandarte, emblema que con sus pliegues ha cubierto a tantos héroes.
Su recuerdo y ejemplo sobrevive en cada uno de los oficiales, clases y soldados que, a su corta edad, están dispuestos a asumir un juramento que resonará con fuerza, desde lo alto de Playa Ancha, en el Regimiento N° 2 "Maipo".
María Soledad Orellana Historiadora del Regimiento N° 2 "Maipo"
Combate de La Concepción II
En el año 1939 se instaura en Chile el Juramento a la Bandera. Por eso, cada 9 y 10 de julio miles de chilenos, en un acto solemne frente al emblema patrio, juran lealtad y protección a su país hasta rendir la vida si fuese necesario. Esta tradición homenajea y recuerda a los caídos en 1882 en la Sierra peruana, la más larga y dura campaña vivida por los chilenos durante la Guerra del Pacífico.
Si bien las cantineras, mujeres enfermeras y soldados, fueron dadas de baja en 1881 y, por tanto, en su mayoría regresaron a Chile, muchas se quedaron cumpliendo las mismas labores, aunque con el título de "camaradas". La 4 ª compañía de Ignacio Carrera Pinto y sus chacabucanos contaba con tres de ellas (una embarazada) y un niño pequeño que, claramente, ayudaban a cuidar a los enfermos.
Esperando refuerzos para dejar definitivamente el poblado de La Concepción, aquel domingo 9 de julio, alrededor de las 14.30 horas, fueron atacados por 300 soldados y 1.500 indígenas montoneros bajo las órdenes de Juan Gastó. El final ya lo conocen, todos fueron muertos. Y a pesar de solicitar rendición, los peruanos no la obtuvieron de parte de los 82 héroes de La Concepción. Sí, 82, porque las mujeres e hijos también estuvieron en el combate, atendiendo a los heridos, cargando los fusiles y ayudando a los enfermos, incluso ayudando a la embarazada a dar a luz.
Ana Olivares Cepeda