Correo
Aprensiones
Es loable el objetivo de conseguir la descentralización del país y que nuestros pueblos y regiones reciban más beneficios y mejor vida, pero esa valiosa aspiración puede ser un autoengaño. ¿Se logrará esto con esta absurda creación de los gobernadores regionales? ¿Cuándo veremos el primer conflicto de poder entre estas nuevas autoridades, más allá de discusiones sobre oficinas y muebles?
Renzo Follegatti Ghio
Ley de medios
El precandidato presidencial Daniel Jadue (PC) ha insistido en la necesidad de instituir una ley de medios que, tal como dijo en un debate televisado, "asegure pluralidad y objetividad en la información". Desde el gremio, en general, la propuesta ha recibido duras críticas.
Existen, sin embargo, razones aún más de fondo para desafiar una institucionalidad como la que el alcalde de Recoleta busca instaurar. La primera tiene que ver con la censura y la autocensura. Un medio de comunicación que se vea amenazado por las sanciones económicas o sociales que puedan derivar de una eventual "falta de objetividad o pluralidad", tarde o temprano se enfrentará a un dilema que lo hará escoger entre callar para sobrevivir o comunicar y exponerse a morir. Muchos, ante una encrucijada como aquella, y a partir, por cierto, de razones fundadas, optarían por silenciar sus juicios con tal de minimizar el impacto que un incumplimiento de la ley pudiese hacer caer sobre ellos.
La segunda razón está directamente relacionada con la anterior. Y es que no sería posible afirmar que gozamos de libertad si fuese al Estado a quien hay que pedirle autorización para emitir tal o cual juicio. La palabra, que muchas veces no es más que la exteriorización de la interioridad misma, se vería sometida al criterio de la autoridad de turno, lo cual terminaría por convertirse en un mecanismo de represión en contra de la conciencia. Un dominio así de íntimo, cabe destacar, tarde o temprano decantaría en frustración. Dicha molestia, de más está decirlo, se podría transformar en una verdadera olla a presión.
Pablo San Martín Ahumada
Jadue y el comunismo
Llama la atención que el precandidato presidencial Daniel Jadue (PC) haya logrado su expectante posición sin distanciarse de las doctrinas tradicionales de su partido.
Asimismo, llama la atención que conociendo la naturaleza del comunismo, su historia y las experiencias de los denominados socialismos reales, siga siendo una ideología que cuenta con numerosos adeptos. Como lo manifestó Francisco Bulnes Sanfuentes: "El Partido Comunista es una asociación política que persigue la obtención del poder no por las vías democráticas, sino por la violencia y la subversión; es una colectividad que se aprovecha del sistema democrático para reunir una minoría de fanáticos suficientemente fuerte para dominar con ella los puntos vitales de un país y conseguir, por la fuerza, la suma del poder".
Lo anterior no le impide a dicho partido preparar su revolución y echar los cimientos de su monstruosa tiranía aprovechando las reglas del juego de la democracia liberal.
Adolfo Paúl Latorre Abogado
Rechazo a medias
He escuchado y leído en prácticamente todos los medios sobre el rechazo transversal de los convencionales constituyentes a los lamentables y violentos dichos de Jorge Baradit, pero se equivocan, el rechazo no fue transversal.
No quiero que pase por alto el silencio de los convencionales de la Lista del Pueblo y menos aún el apoyo que recibió Baradit de los convencionales comunistas. "Empatizo mucho con las palabras de Jorge y creo que muchos también al interior de la Convención opinamos de la misma manera", afirmó la convencional Valentina Miranda.
Así es el comunismo.
Juan Pablo Caneo
Declaraciones
La explicación del escritor y constituyente Jorge Baradit -"las palabras que emití ayer no me representan"- tras sus declaraciones, recuerdan una frase muy común en los negocios de barrio: "Hoy no se fía, mañana sí".
"Incluso el pasado puede modificarse, los historiadores no paran de demostrarlo", dijo Jean-Paul Sartre (1905-1980), filósofo y escritor francés.
Luis Enrique Soler Milla
Elecciones
Tantas veces dije no me meto en política, eso hasta el 2019 cuando nos exploto un movimiento social que venía susurrando la necesidad de cambio hace mucho tiempo, pero en octubre el susurro se hizo grito, tanto como actitud letárgica de muchos de nosotros.
Hoy viene un proceso eleccionario vital para un Chile mejor y para ello debemos apostar por una conducción, sin ser partidista y luego de ver todas las propuestas, sólo me identifica alguien que actúe por convicción, que crea en el diálogo y no prometa por un voto, de eso ya estamos cansados, necesitamos un nuevo comienzo y las polarizaciones no construye, por eso yo creo en Ignacio Briones, ya que es quien llama al equilibrio, justo lo que nuestro país necesita.
Nayadeth Bórquez