Más elecciones, más democrático
Desde un tiempo a esta parte las coaliciones políticas han entendido que mientras las oportunidades de participación aumenten, la sintonía con lo que quiere la gente crecerá. Hoy es el momento final. Las urnas se abrirán y recogerán los votos y pasadas las 18 horas partirá el conteo. De allí la celebración para los ganadores y de inmediato a concentrarse en la presidencial final.
Hoy se desarrollará el proceso de primarias en todo el país, donde el electorado tendrá la oportunidad de votar por quienes piensen mejor los representará en la carrera presidencial. Dos bloques, acordaron las instancias e inscribieron a sus candidatos para una elección reglada y que asegura que los ganadores cuentan con mayor apoyo en las urnas.
La centroderecha reunió a sus fuerzas y lograron armar una cartilla con cuatro candidatos: Joaquín Lavín (UDI), Mario Desbordes (RN), Sebastián Sichel (Ind.) e Ignacio Briones (Evópoli).
Mientras que un sector de la izquierda Daniel Jadue (PC) y Gabriel Boric (FA), son las cartas que irán a las urnas para que los electores decidan.
Todos tuvieron tiempo para desarrollar sus campañas y segundos en la franja televisiva para mostrar parte de sus programas de Gobierno y por qué deberían elegirlo sobre su o sus oponentes.
También participaron de debates radiales, en la televisión y en algunas plataformas virtuales. Por ende, hubo tiempo y espacio para que el electorado los conociera más en profundidad y pudiera votar informado.
Ahora es el momento final. Las urnas se abrirán y recogerán los votos y pasadas las 18 horas partirá el conteo. De allí la celebración para los ganadores y de inmediato a concentrarse en la presidencial final, que está programada para noviembre próximo.
Los antofagastinos hemos sido testigos y participado de varias elecciones en los últimos meses, desde el plebiscito constituyente hasta la segunda vuelta de elección de gobernadores regionales. Al menos cinco y con un porcentaje de participación que ha ido decreciendo en el tiempo.
Y, precisamente, muchos son los analistas que anticipan una alta abstención. Incluso se atreven a asegurar que podría bordear un 90%, lo que preocupa por la poca representatividad que le puedan atribuir a los electos.
No obstante, claramente y más allá de la baja participación, sigue siendo mejor que los electores tengan esa posibilidad de decidir y no como hasta hace poco, cuando eran las cúpulas las que tomaban las decisiones entre cuatro paredes.
Mientras más posibilidades de elegir, más democrático se es. Sólo falta que esa posibilidad sea bien aprovechada y más gente quiera siempre estar presente.