"Sí (iré a la reelección), estoy contento, ha sido la mejor experiencia de mi vida"
La semana pasada, el senador y ahora militante del Partido Progresista (PRO), Alejandro Guillier, estuvo en Calama para realizar una actividad que buscaba orientar a los feriantes de la ciudad para que postularan a los beneficios en apoyo a las Pymes.
En la oportunidad, se dio el tiempo para conversar de diversas temáticas, entre ellas, una evaluación del proceso de regionalización, también del trabajo de la Convención Constitucional y de su propuesta para que haya un Presidente de la República de "transición" cuyo periodo dure sólo dos años.
Además, habló de su futuro en la política y de sus intenciones de presentarse a la reelección como senador.
-¿Cuál es su evaluación de las elecciones primarias realizadas por Chile Vamos y Apruebo Dignidad?
-Superó todas las expectativas. En una derecha que se consideraba destruida, es capaz de movilizarse y demuestra que no está destruida y eso es conveniente para que en el sistema la gente esté debidamente representada, aquí no hay que pasarle por encima a nadie, necesitamos que todos estén en la mesa.
Segundo: lo de Apruebo Dignidad fue notable porque superaron las expectativas. Yo había conversado con ellos, con dirigentes y ellos me decían que estimaban llegar a un millón 300 mil y yo dije para los tiempos que estamos eso está buenísimo y sin embargo llegaron a un millón 700. Eso también es bueno porque tiene un efecto político. Ordena. O sea ya hay un sector político que está ordenado, que tiene un candidato y por lo tanto, ellos pueden resolver sus listas parlamentarias y trabajar en las propuestas programáticas.
-¿Y respecto a lo que está pasando actualmente en Unidad Constituyente?
-Lo que se tiene que trabajar ahora es un acuerdo político de buscar a la persona, hombre o mujer, que mejor represente la opción de cambio tranquilo que nosotros estamos proponiendo y que busque puentes con la izquierda porque nos vamos a necesitar en segunda vuelta. Es muy probable un escenario de segunda vuelta y en ese escenario necesitamos llegar unidos porque el próximo gobierno va a ser muy presionado por las circunstancias que vive el país por la pandemia que no sabemos si va a estar definitivamente controlada. El desastre a nivel de las pymes, del empleo, ha agudizado la pobreza.
-¿Usted está proponiendo un gobierno que dure dos años?
-Nosotros propusimos un gobierno corto de dos años para enfrentar la emergencia y que la gente no le pida la solución a ese gobierno de todos los problemas. Que ponga al país de pie, controle la pandemia, con un plan de empleo, apoyo a las pymes, ordenar temas que se han ido acumulando en materia de salud, en listas de espera en las enfermedades que no son covid por la gente que no se ha podido operar. El cuadro que viene para el país es dificilísimo, vienen tiempos difíciles, pero llenos de esperanza.
-¿Se pueden solucionar estos problemas en dos años?
-Por lo menos se canaliza, el gobierno de (Patricio) Aylwin duraba seis y se quedó en cuatro para desdramatizar el momento, porque como había una transición de una dictadura a una democracia, se estimó que había que no tensionar y se llega a un acuerdo político, un gobierno corto abocado a hacer la transición y Aylwin lo hizo magistralmente, con toda su experiencia política. Ahora necesitamos un gobierno corto, que ordene el país y lo ponga a andar y después, con la nueva Constitución en la mano, renovamos a la autoridades. Un ejemplo práctico, un senador dura ocho años y en noviembre se eligen los senadores y ¿si se suprime el Senado y hay cámara única? y ¿si se estima que el periodo va a durar cinco años, vamos a esperar ocho años para implementarlo? El país no resiste un período tan largo de indefiniciones, hay que ir tomando definiciones rápidas y por lo tanto, un período corto crítico, para la emergencia, y después un gobierno con las nuevas reglas del juego, que empiece a caminar. En dos años más vamos a tener Constitución.
-En los últimos procesos eleccionarios vividos en Chile se ha destacado la participación de los jóvenes, ¿hay que cambiar la forma de hacer política y enfocarla en la gente joven?
- Los jóvenes no es que no estén interesados, lo que pasa es que los jóvenes no están interesados en la forma que estamos haciendo política que, en Chile hoy que es muy cupular, que es opaca, que no es participativa, que no es transparente que son acuerdos de la cúpula en Chile. La rebelión no es derecha - izquierda, no es rico-pobre, es ciudadanía versus las élites que han gobernado el país sin conversar con la ciudadanía, ese es el gran dilema político de Chile que tenemos que resolver y por lo tanto, los jóvenes, que efectivamente se han sentido comprometidos, están produciendo un fenómeno que los expertos ya llaman un cambio socio demográfico.
Empieza a votar menos la gente de mucha edad porque la pandemia los ha alejado y hay temor al frío del invierno y todas esas cosas que han ocurrido y están entrando a votar jóvenes, entonces el padrón electoral en total más o menos está pegando en un 50% en un plebiscito, en una elección interesante y tiene un piso de 40%, pero el componente joven es muy grande, entonces dentro de ese padrón hay una predisposición al cambio, mucho mas favorable que antes.
-¿Cómo evalúa el proceso de regionalización? ¿Qué está faltando?
-Necesitamos no sólo elegir a los gobernadores que ya están instalados, mejorar la transferencia de competencias ese es otro desafío y el gran desafío es la ley de rentas regionales. El royalty es un recurso recaudatorio, pero no es el único hay otros que son tanto o más importantes, por ejemplo, que un porcentaje del IVA vaya a un fondo para el desarrollo de las regiones, ahí está la principal fuente de ingreso del Estado, es mucha más plata. Después están los impuestos municipales, ¿por qué tiene que pagarse en la casa matriz y no donde está el emprendimiento económico? Hoy día, con los sistemas computarizados, para ninguna empresa que es nacional, es difícil saber cuánto movieron en Calama.
El país está cambiando de mentalidad, ya entiende la paridad de género, ya entiende que los jóvenes tienen que participar, que las organizaciones tienen que participar también en el gobierno y no puede limitarse a la política de acuerdos cupulares .
-¿Se ha reunido con las nuevas autoridades comunales y regionales?
-Yo ya me pasee por Tocopilla, fui a visitar primero esa comuna porque a Ljubica Kurtovic la conozco y es Radical y bueno, yo tengo un corazón por ese mundo de familia, así que fui a ver a Ljubica. Estuve con el alcalde de Antofagasta, estuve con el alcalde de Taltal, estuve con el alcalde de Calama, estuve con el alcalde de San Pedro; tengo que seguir recorriendo y vamos a seguir conversando con ellos.
Ya hemos hecho varias actividades juntos con los alcaldes de Tocopilla y El Loa, hicimos una reunión para ver un problema que hay con la reforma educacional y los contratos de trabajo que se están perdiendo para el personal que no es docente, ni paradocente, los administrativos y las corporaciones municipales y estamos viendo que eso se congele.
Constituyente
¿Cómo ha visto el trabajo en estas primeras semanas de la Convención Constituyente?
-Fue un inicio chasconeado diría yo, pero yo quiero alertar a la gente: era esperable. Gente que lleva toda una vida esperando, ser escuchada de pronto. Está ansiosa y quiere plantearlo todo, ellos se tienen que ordenar, sin duda, y lo están haciendo formando sus comisiones, eso va a invertir un tiempo, también un poquito de chasconeo, algunos que tiene que asumir su nuevo rol, pero también hay que decir que hay muchos sectores interesados que no les vaya bien y esto hay que sincerar, no digo toda la derecha, porque cuando la gente va a un plebiscito y el 80% dice que quiere una nueva Constitución y que la haga gente nueva, la señal es que el país está unido, el país sabe lo que quiere.
Estamos todos de acuerdo que necesitamos una nueva Constitución, pero algunos lo dicen de boca, porque algunos dicen 'estoy en contra ese 20%', entonces ese 20% perdió, entonces ahora dice 'entonces yo voy a ir por el tercio para neutralizar los cambios que no me gustan' y también pierden, entonces ahora qué van a hacer, destruirla por dentro desprestigiarla, reducirla a su mínima expresión, quitarle todo tipo de facultades, negarle que tiene realmente soberanía para darse su organización interna, probablemente bloquear cualquier mecanismo de participación ciudadana y por lo tanto, va a haber un sabotaje que ya es evidente. Y de parte del gobierno, va a haber un ninguneo porque el gobierno no está convencido.
-¿Va a ir a la reelección como senador de la región de Antofagasta?
-Sí, yo estoy contento, ha sido para mi la mejor experiencia de mi vida, durísima. Yo nunca había militado y de repente entré a la política, a los dos años y medio estaba de precandidato presidencial, eso fue un desafío gigantesco y además, hubo que dedicar mucha energía a conocer el país y ha desarrollar proyectos de carácter nacional y después vino el estallido social, después la pandemia. Han sido tiempos difíciles para la labor legislativa pero en la medida que se normalice, yo creo que vamos a poder hacer todavía un mejor trabajo, pero hay varios haberes importantes.
"Los jóvenes no es que no estén interesados, lo que pasa es que los jóvenes no están interesados en la forma que estamos haciendo política". "El país está cambiando de mentalidad, ya entiende la paridad de género, ya entiende que los jóvenes tienen que participar, que las organizaciones tienen que participar también en el gobierno".