Retiro de Biles conmociona a los JJ.OO.: "Ya no confío tanto en mí"
TOKIO 2020. La cuádruple campeona olímpica dejó la competencia tras fallar en el salto, su primera prueba. Luego dijo que lo hizo por su salud mental: "Hubo días en que sentí el peso del mundo".
La gimnasta estadounidense Simone Biles causó conmoción en los Juegos Olímpicos de Tokio tras renunciar a seguir compitiendo en la final por equipos después de ejecutar su salto, en el que cometió un error: dio un paso de más que le quitó puntaje y dejó a su país en desventaja frente a sus competidoras.
Luego de esa prueba, que era la primera en que participaba, decidió ceder su puesto en el equipo y fueron otras tres gimnastas las que siguieron en competencia y finalmente perdieron la final ante Rusia (ROC), la primera derrota de Estados Unidos en una década en esta disciplina: se debió conformar con la medalla de plata.
"Pueden hacer esto sin mí", les dijo Biles a sus compañeras antes de renunciar por lo que en un primer momento se dijo era un problema médico. Horas más tarde, la propia estrella de la gimnasia dio más detalles de las razones para no seguir en esa final.
"Después de la actuación que hice, no quería seguir. Tengo que centrarme en mi salud mental. Creo que la salud mental está más presente en el deporte ahora mismo", dijo.
"Tenemos que proteger nuestra mente y nuestro cuerpo y no limitarnos a hacer lo que el mundo quiere que hagamos", precisó la cuádruple campeona olímpica en Río de Janeiro 2016.
"Ya no confío tanto en mí misma. Tal vez sea por hacerme mayor. Hubo un par de días en los que todo el mundo te tuiteaba y sentías el peso del mundo. No somos sólo atletas; somos personas al fin y al cabo y a veces hay que dar un paso atrás", continuó.
"No quería salir y hacer algo estúpido y resultar lesionada. Creo que el hecho de que muchos atletas hablen ha sido de gran ayuda. Esto es tan grande, son los Juegos Olímpicos. Al fin y al cabo, no queremos que nos saquen de allí en camilla", comentó.
En duda quedó su participación en el all around y en las finales por aparatos, aunque volvería a competir mañana.
Rusia brilló
El retiro de la campeona permitió que el equipo ruso brillara, encabezado por Angelina Melnikova, la gran rival de Biles en los gimnasios.
Las rusas ya se habían puesto delante en la primera rotación, el salto. Sus 43,799 puntos las colocaron 1,067 por encima de los 42,732 de Biles y compañía, antes del abandono de la megaestrella.
La ventaja de Rusia se duplicó tras el paso por las asimétricas, con las tres rusas en torno al 14,900 aunque ninguna cerca del 15,400 de la estadounidense Sunisa Lee, que hizo un ejercicio perfecto.
Luego vino la viga y todo se debió definir en el suelo. Vlasdislava Urazova, Viktoriia Listunova y la ya mencionada Melnikova tenían que asegurar para el equipo ruso; Grace McCallum, Jordan Chiles y Sunisa Lee, arriesgar para las estadounidenses.
Entonces Chiles se salió del tapete y luego Melnikova cerró la participación con una rutina perfecta y completó los 169,58 puntos para su país, lo que hizo llorar de emoción al equipo ruso, que no había obtenido el oro desde que su país era parte de la Unión Soviética.
Biles aplaudió y se acercó para felicitar a sus rivales: Estados Unidos completó 166,096 puntos para el segundo lugar.
La medalla de bronce fue paras Gran Bretaña y los puestos secundarios de estas finales los completaron Italia, Japón, Francia, China y Bélgica.