Presencia de alimento acerca ballenas jorobadas a la bahía de Antofagasta
MEDIOAMBIENTE. Investigadores confirman que jóvenes ejemplares circulan por la Bahía San Jorge.
Expectación provocaron el fin de semana pasado las piruetas de una ballena, frente al sector del Parque Croacia, en Antofagasta.
Las imágenes que quedaron inmortalizadas en las redes sociales. Sin embargo, la presencia del cetáceo en las cercanías de la costa respondió a la constante búsqueda de alimento, en este caso peces pequeños. Así lo confirmó la científica experta en el estudio de ballenas, Ana García, quien es cofundadora del Centro de Investigación de Fauna Marina y Avistamiento de Cetáceos (CIFAMAC).
La investigadora detalló que los avistamientos en la costa antofagastina, se tratan de ejemplares de ballenas jorobadas, de edad juvenil, que buscan alimentarse de la anchoveta.
"La presencia de estos cardúmenes de anchovetas, frecuentes en la costa, motivaron a las ballenas a acercarse más de la cuenta. Esto permitió su visibilidad desde la costanera y el deleite de quienes presenciaron sus piruetas", precisó.
Respecto a los "saltos acrobáticos" de los cetáceos, Ana García dijo que al ser ballenas que están en una edad juvenil, tienden a ser más juguetonas en comparación a los ejemplares más adultos.
Como antecedente las ballenas jorobadas viven en promedio 50 años o incluso, en algunos casos, hasta los 80 años. "Un ejemplar juvenil, de lo que han estado a la vista durante estos días, bordea los 5 años. Y puede decirse que son como cabros chicos. Saltan, juegan y ejercitan sus músculos. Si está su madre cerca, no dudarán en hacerle gestos a ella", aclaró Juan Menares, director de CIFAMAC.
Migración
Juan Menares sostuvo que estos ejemplares juveniles de ballena jorobada se habrían quedado por estos lados, donde es abundante la alimentación, especialmente en los alrededores de Antofagasta.
"Prefirieron Antofagasta (la bahía San Jorge) porque, a diferencia de Mejillones, hay menos embarcaciones pequeñas circulando. El sonido de los sonares les molesta en algo comparable a la contaminación acústica para los seres humanos. Por lo anterior, dejaron Mejillones. Arribaron a Antofagasta, donde coincidieron con la presencia abundante de su alimento", sostuvo.
Por esta razón, dice Menares, será posible avistar a las ballenas en los alrededores Antofagasta, con mayor frecuencia durante estas semanas.
"Nosotros, como CIFAMAC, estamos investigando la posibilidad de existencia de krill, en los sectores cercanos a la Península de Mejillones. El krill es uno de los principales alimentos en la dieta de las ballenas. Nos interesa profundizar sobre el interés de las ballenas en general por este sector", afirmó.
Ana García explicó que los ejemplares adultos están experimentando su período de migratorio. "Ellos siempre hacen una parada en Mejillones, para alimentarse de cardúmenes y siguen su migración al norte, hacia aguas tropicales cerca de Ecuador, para reproducirse. Luego regresan aguas antárticas y en especial, al Golfo de Corcovado, donde se alimentan. Los ejemplares juveniles, al no contar la madurez sexual para reproducirse, a veces se quedan en medio del camino donde hay anchovetas o sardinas como sucedió en este caso", afirmó.
Colisiones
La presencia de estas ballenas jóvenes e inexpertas es un tema que preocupa a Ana García, por el riesgo de colisionar con buques de envergadura, un fenómeno que se ha reiterado en los últimos meses en la bahía de Mejillones.
"Ya van seis ballenas muertes en 8 meses, por efecto de la colisión con embarcaciones de gran tamaño, especialmente buques mercantes en las cercanías de Mejillones", afirmó Ana García. Dijo que último caso de colisión con muerte fue en junio y espera que no se repitan más.
Por lo anterior afirmó que es necesario que los buques mercantes disminuyan su velocidad a 10 nudos (18.2 kilómetros/ hora), en zonas costeras porque de esa forma se reducen los riesgos de muerte para un cetáceo entre un 80% y un 90%.
Los barcos pequeños, especialmente de turismo o pesqueros, también pueden ser fatales para las ballenas. "La Legislación en Chile no permite acercarse a las ballenas a manos de 100 metros", aclaró.
"La presencia de estos cardúmenes de anchovetas, frecuentes en la costa, motivaron a las ballenas a acercarse más de la cuenta. Esto permitió su visibilidad desde la costanera y el deleite de quienes presenciaron sus piruetas".
Ana García, investigadora CIFAMAC