Domeyko: El legado del primer ingeniero geólogo de Chile
Este sábado se conmemoraron 219 años del natalicio de Ignacio Domeyko, el científico polaco que realizó las primeras investigaciones en mineralogía en la entonces incipiente República de Chile durante la primera mitad del siglo XIX.
Al 2021, cuando el país se ha posicionado por sus exportaciones mineras (con más del 50% de su producción basado en cobre), la relevancia de Domeyko para el desarrollo industrial viene a ser algo más allá que la biografía de un personaje histórico.
Nacido en 1802, recorrió el territorio nacional para realizar los primeros levantamientos respecto a los minerales de la zona. Así mismo sucedió al humanista Andrés Bello en el directorio de la Universidad de Chile.
Nacido en Miadzviedka (provincia del entonces Imperio Ruso), Domeyko perteneció a la nobleza de su zona. Cursó estudios en Vilna, la universidad más antigua de los Estados Bálticos y tras una guerra civil en 1831, se exilió en Francia donde continuó sus estudios en La Sorbona, destacándose en el ensayo de minerales.
Domeyko fue contratado por autoridades de la Provincia de Coquimbo para realizar exploraciones mineras en la zona. De ahí inició su trayectoria en el país.
Al respecto el historiador y académico de la Universidad Católica del Norte (UCN), José Antonio González explica la trascendencia del europeo.
"Él forma la Escuela de Minas de La Serena y además aporta a la Junta Minera de Copiapó. Por lo tanto es el padre de la mineralogía en este país. Fue él quien hace las pruebas químicas y comprueba la existencia del nitrato de sodio, cuando los hermanos Latrille (Máximo y Domingo, este último, fundador de Tocopilla) le envían muestras de salitre en 1859. A eso se le adosa que va a ser un explorador de La Araucanía, y escribirá un libro muy importante sobre esa región. No solamente hablando de las posibilidades de la explotación, sino que también de qué forma los mapuches tienen arraigadas sus costumbres, y de qué manera se puede plantear el proyecto de colonización", explica.
Asimismo, González agrega que la influencia del minerólogo va más allá de su área, sembrando las bases de lo que sería a futuro el modelo de enseñanza básica en Chile.
"Ya en la década de 1840 plantea que es necesario formar una escuela normal de preceptores, lo que va a ser la Escuela Normalista; y que se tiene que cambiar todo el sistema de educación superior, hacerlo mucho más riguroso, sistemático y uniforme. Él hará la palanca de la Facultad de Física y Matemáticas de la Universidad de Chile, donde se van a formar los ingenieros. Gracias a él se incentiva la investigación científica en Chile. Si Andrés Bello es el humanista por excelencia, Domeyko es el científico".
El científico obtuvo la nacionalidad chilena en 1847, a modo de retenerlo en el país. Si bien visitó su patria en la década de 1880, regresó a Chile, donde formó familia.
El geólogo de la Universidad Católica del Norte, Guillermo Chong, cultivó una amistad con los descendientes del polaco. "Conozco a uno de los bisnietos de Ignacio Domeyko, don León Domeyko. Estuve en la casa que tuvo Ignacio en la avenida Brasil (Santiago), donde he estado hurgueteando en sus libros, cartas, muebles, los equipos como microscopios; vagando por los mismos pasillos donde estuvo", cuenta.
Respecto a su relevancia, Chong agrega que hace poco menos de una década en el museo Ruinas de Huanchaca, se realizó una exposición temática respecto al investigador.
"Cuando fui director del museo del desierto de Atacama, en las Ruinas de Huanchaca, traje a la familia Domeyko a Antofagasta; la familia vino a abrir una exposición de pertenencias del científico que se exhibieron allí. Domeyko era ese tipo de europeo al que una de las cosas que le fascinaba era conocer físicamente el territorio chileno que era virgen en muchos aspectos. En ese contexto, su aporte de conocimiento a través de su educación o preparación, fue una herencia que sirvió y beneficiaba a todos los que venían detrás", comenta Chong.
Tras la muerte del naturista en 1889, un sector de la cadena montañosa de la Cordillera de los Andes ubicada al oeste del Salar de Atacama fue bautizada con su apellido, la cual según estudios realizados por la Universidad de Chile, es uno de los sectores idóneos para la generación de energía solar, pues recibe una radiación anual equivalente a 310 watts por metro cuadrado.
A 219 años de su nacimiento, expertos abordan la trascendencia del científico europeo tanto en el campo de la geología como en la educación, y su vinculación con la Región de Antofagasta.
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