El tío Neven
Ha partido Neven Ilic Vladislavic, nacido y criado en Antofagasta hace 85 años. Todo un personaje el tío Neven. Antofagastino hasta la médula; amigo de sus amigos; creativo por excelencia; profesional destacado y gran deportista.
Lo conocí pequeño y nunca perdí el contacto con él. Así acumulé anécdotas que hoy me atrevo a compartir. La primera de ellas es cuando nos incentivó a Neven hijo y a mi a estudiar yugoslavo. Fuimos martes y jueves de 8 a 9 de la noche, durante un año completo. Las clases eran en el Colegio Yugoeslavo (como yo estudiaba ahí y las clases eran en la tarde me quedaba para este curso) y la dictaba un tío suyo cuyo nombre no recuerdo, pero que hablaba con claro acento extranjero. "Les va a servir para toda la vida aprender este idioma" nos dijo. Confieso que a mi no me sirvió mucho, apenas saber que las letras también pueden llevar tilde.
En otra ocasión en junio de 1973 fuimos al estadio los dos Neven y yo. El AP contra Rangers. Cero a cero en una tarde gris. A la salida del partido, ya arriba de su Peugeot (el tío estacionaba en las canchas de tierra donde hoy está la cancha 5) digo con amargura: "Debimos hacer los goles en el primer tiempo". No hay respuestas. Al poco rato, de la Radio Minería se escucha al comentarista: "Äntofagasta debió aprovechar el primer tiempo para asegurar el triunfo". El tío frena en seco, se da vuelta y me dice: "Parece que sabes de esto".
Otra que he tenido siempre presente es cuando queríamos hacer un equipo de fútbol para jugar en la cancha de arena que había en los … (hoy estacionamiento). Uno de nuestros jugadores le dijo a los Ilic presentes: "Pero a tú padre no lo podemos poner al arco. Es tan alto, que seguro rompe el travesaño cuando salte".
También recuerdo el día de mi matrimonio. Me abrazó y me dijo: "Estoy seguro te va a ir muy bien". Yo conocedor de su permanente optimismo quise saber por qué vaticinaba con tanta seguridad mi futuro. "Es que te casaste el día de mi cumpleaños, imposible que te vaya mal".
Pasadas algunas décadas, se dio una casualidad increíble. Neven hijo era el presidente del COCh y a mi me eligieron presidente de la ANFP. Dos antofagastinos, amigos de infancia, en cargos de gran relevancia del deporte chileno. Nos juntó y no paró de decirnos: "Qué orgullo que ustedes dos estén en esas posiciones. Que orgullo para Antofagasta".
Recuerdo muchas más, pero esta del verano del 2008 es inolvidable. Venía de Tocopilla (viendo como el fútbol podía ayudar a los damnificados del terremoto del 2007) y le avisé que pasaría por Hornitos. Mientras la tía María Inés preparaba el almuerzo le dije que me iría a bañar. Para mi sorpresa me acompañó a la orilla y cuando estaba por meterme al agua me dijo: "¿Dónde vas?". Le respondí como cuando éramos niños, "A la maruja, a capear olas". Me miró, se puso delante mío y me dijo: "Aquí sólo entras si te pones un chaleco flotador. De lo contrario no te bañas". Insinué una protesta que cortó de inmediato: "Si te pasa algo, ¿qué le digo a tú mamá?". Así con 47 años, me bañé por primera y única vez en mi vida con un flotador.
Lo hice por respeto al tío Neven, pero también por cariño a una persona que siempre buscaba que al prójimo le fuese bien y que disfrutara cada momento de la vida. Como me consta que disfrutó cuando lo eligieron el San Luisino del centenario. "Habían otros con más pergaminos" me dijo cuando lo felicité, "Pero si me eligieron a mí, es el honor más grande que puedo recibir en vida".
Así era el tío Neven. Desde ayer ya no dejará más su querida Antofagasta.
Descansa en paz
Harold Mayne-Nicholls
Soberanía
Compartiendo plenamente lo expresado por el senador Kenneth Pugh Olavarría en su columna "Chile seguirá siendo el país más austral del mundo", siempre es bueno recordar lo que expresó en su oportunidad la Política Antártica Chilena al establecer como su objetivo principal el de "consolidar la soberanía nacional en la Comuna Antártica, según los límites definidos por el Decreto Supremo 1.747 del 6 de noviembre de 1940".
Chile, junto con apoyar desde su firma un sistema del Tratado Antártico sólido y eficaz, históricamente desde el siglo XIX ha desarrollado esfuerzos por preservar la soberanía sobre su territorio antártico, incluyendo nuestros derechos soberanos sobre sus aguas y áreas adyacentes. Esperamos que nuestros líderes y gobernantes mantengan dicha política.
Carlos Fanta De la Vega
Extremos
No es de sorprenderse que en política existan las famosas peleas de "quién es el más". Estas luchas internas, con la finalidad de descubrir al hincha acérrimo dentro de las bancadas de izquierda a derecha, demuestran una especie de satisfacción dentro de quienes componen la organización; empero, terminan creando una división con sus congéneres.
De esta manera, el partido político no se centrará en cómo avanzar en ideas, propuestas y mucho menos estará dispuesto a dialogar. En otras palabras, al crear extremos terminan desligándose del "qué necesitan las personas" y se centran en el "qué necesita mi partido".
Daniel Soto