"Como región debemos tener una sola voz para enfrentarnos al maltrato del centralismo", comenta Ricardo Díaz, gobernador regional de Antofagasta, en una de las tantas definiciones sobre la contingencia local que entrega como un balance de su primer mes en el cargo.

La oficina de Díaz (51) se ubica en el quinto piso de la antigua Intendencia Regional de Antofagasta, mismo edificio donde en el segundo piso se ubica el delegado presidencial, Daniel Agusto (RN). Aunque algunos han sostenido que esta cohabitación es como una bomba de tiempo, debido a que se repite en gran parte del país en el caso de ambas autoridades, Díaz afirma que hasta el momento ha mantenido su mejor disposición para compartir el edificio.

¿Cómo ha sido compartir con el delegado presidencial, y sus respectivos equipos de trabajo, en el mismo edificio?

-No llevaría este tema al plano personal o de las ideologías personales. Creo que tiene que ver con cuál es la visión de región que queremos construir, y hacia donde queremos encabezar nuestros destinos. En tal sentido, cuando el nivel central quiere empoderar con excesiva fuerza al delegado presidencial; y con eso lo que hacen es entrabar los procesos de inversión de la región, yo creo que es un desatino. No puede ser que cuando el gobierno regional tiene convenios de programación, tiene proyectos o pretende hacer inversiones, tenga que pretender el delegado presidencial que se le pida permiso para cada reunión.

Y en términos prácticos, ¿ha surgido algún tipo de tensión, ha marchado todo con armonía o han optado por mantener rutas distintas?

-He preferido mantener un trabajo separado, y además que la decisión del nivel central de dejar el segundo piso de la intendencia al delegado presidencial ha sido una decisión torpe, que ha afectado el normal desempeño de los funcionarios del gobierno regional.

¿Por qué sería una decisión torpe?

-Me remito a los hechos. Por la cantidad de metrajes que tienen los funcionarios de la delegación presidencial, que nosotros calculamos que son alrededor de 50 a 60 personas, versus 120 que tiene el gobierno regional. O sea, la delegación presidencial tiene cinco veces más metros cuadrados por persona que lo que tiene el gobierno regional. Es decir, la delegación presidencial tiene cuatro pisos, versus los dos pisos del gobierno regional, y nosotros duplicamos en términos de funcionarios. Uno tiene que tener la infraestructura y también las condiciones para poder trabajar bien.

Haciendo un balance de su primer mes de gestión en el cargo ¿Cuáles serían los aspectos positivos y negativos?

-Lo primero, es que hay mucha sensación de esperanza que por fin los temas o las grandes heridas de la región se van a ir levantando y se van a empezar a solucionar. Hemos tenido el apoyo de los gremios, por ejemplo, de las empresas proveedoras de la gran minería, cuyo dolor es precisamente que tienen un ministerio, como Bienes Nacionales, que no las trata bien, que no les permite acceder a la propiedad y el terreno para poder trabajar adecuadamente. Les pasan terrenos sin urbanización, que tienen que remediar, que tiene que hacer la conectividad y una vez que logran todo eso les cobran mucho más el arriendo y el valor de la propiedad. Ese maltrato, es el mismo maltrato que tienen miles de familias acá en la región, 31 mil familias, que no pueden acceder a una vivienda propia. Aquí ha habido un actuar desde el nivel central de no administrar adecuadamente el territorio.

Medioambiente

Para el Gobernador Regional de Antofagasta resulta clave la participación ciudadana en la estrategia regional de desarrollo y el plan de ordenamiento territorial, entre otras medidas. "Me gustaría que la imagen objetiva sea el de una región donde todos quisieran venir a vivir, que sea una región atractiva para buscar empleo y también para quedarse", dice Díaz, quien sostiene que el clima, la astronomía, la industria minera y el desarrollo energético figuran como potencialidades de la región.

¿Cómo se enfrenta ese desafío ante los reconocidos pasivos ambientales ?

-La única forma de lidiar con esos problemas es resolviéndolos, y exigiéndole a la gran industria de la gran minería, que sea parte de proyecto de una región más sostenible. Ellos tienen que ser parte de la solución. Nosotros hemos propiciado la posibilidad de tener un plan preventivo contra el cáncer, de tal manera que podamos detectarlo antes que la gente llegue a niveles tres y cuatro.

Relacionado el tema de la minería ¿Ud. es partidario de un royalty minero?

-Soy partidario de que el royalty se entienda como una medida de compensación a los vacíos ambientales que sufren las comunidades. La minería extrae materia prima que no se recupera, el trabajo de la minería deja externalidades que deben ser compensadas.

Fortalecer las capacidades de vigilancia genómica que existen en la región, con foco en el SARS-CoV-2, pero ampliable luego a otros virus y amenazas, es el objetivo principal del convenio firmado entre la Universidad de Antofagasta y el Instituto de Salud Pública (ISP).

El acuerdo de colaboración es parte de un proyecto del Ministerio de Ciencias y cuenta con el patrocinio del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), cuyos representantes también estuvieron ayer en la ciudad.

El rector de la Universidad de Antofagasta, Luis Alberto Loyola, señaló que el convenio oficializa el trabajo entre el ISP y los laboratorios de la UA, que desde el año pasado trabajan en este campo.

"Ahora el estudio será más coordinado, porque se efectuará en la macrozona norte y en ese contexto se fortalecerán nuestros laboratorios para realizar la vigilancia de secuencia genómica. Todo eso contribuirá al trabajo epidemiológico, precisamente en la movilidad y trazabilidad de la población que se ejecuta. Habrá un sistema ordenado de información acompañado de un trabajo científico de calidad", señaló.

El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) participa en el convenio con la intención de fortalecer y apoyar la capacidad tecnológica que tiene la UA, como también, la de otros laboratorios universitarios en Chile.

"Nuestro interés es estudiar los genomas de patógenos que preocupan tanto a Chile como Estados Unidos. El foco no será solo en una variante, sino que será coronavirus en general, por lo que nuestra colaboración se centrará en impulsar los laboratorios en la macrozona norte, lo que permitirá potenciar la predicción de enfermedades", explicó Leonard Peruski, del Global Health Laboratory Expert del CDC.