"Los focos y el pasto es lo único que está quedando", comenta Leonel Sánchez Escobar, profesor de la escuela de fútbol formativa Felse, sobre el daño causado por desconocidos al Complejo Deportivo Escolar Corvallis. Una de las construcciones recientes más emblemáticas de la ciudad de Antofagasta para la práctica de distintas disciplinas deportivas, cuya destrucción comenzó tras el estallido social de 2019 y cuando se aproximaba el término de las obras.

El recinto, que alcanzó a registrar más de un 90% de avance en su construcción previo al ataque de vándalos, hoy luce desmantelado y con cuantiosos daños que implicaría retomar trabajos ya concluidos.

Vandalismo

Según vecinos del sector, el deterioro y abandono del complejo deportivo comenzó tras las protestas iniciadas en octubre de 2019. A partir de aquel momento desconocidos quemaron, destruyeron y robaron gran parte de sus instalaciones. El complejo deportivo hasta hace unas semanas aún permanecía como foco habitual de consumo de drogas. Sin embargo, miembros del club Felse (Fútbol Escuela Leonel Sánchez Escobar), y vecinos que se han agrupado voluntariamente, iniciaron la reposición de las protecciones de metal que habían sido arrancadas. Esta medida, sumada a las labores de limpieza iniciadas hace unos meses, ha ahuyentado a parte de los desconocidos que ingresaban al recinto.

"Se han robado todo lo que han encontrado o lo han destruido. Se robaron los generadores de electricidad, los paneles solares, el motor de la piscina, la luminaria, el pasto del perímetro de la cancha, los baños, duchas", comenta Patrick Barraza, quien colabora en sus tiempos libres en el levantamiento de escombros del complejo deportivo. Barraza muestra los baños hoy limpios de escombros gracias a la labor de los apoderados del club Felse y vecinos del sector. Sin embargo, esta área, ubicada bajo una de las graderías, aún muestra hollín en sus paredes por el fuego que prendieron en el lugar.

"Hemos pintado algunas paredes del baño, porque están negras por el hollín. Vamos a usar hidrolavadora para tratar de limpiarlas. Llevamos más de $1 millón gastados, limpiando, cerrando el perímetro, soldando. Ahora estamos tratando de activar las luces, porque todo lo que era cable desapareció", agrega Sánchez Escobar.

El Complejo Deportivo Corvallis se ubica en el sector norte de la ciudad, frente a la avenida Salvador Allende.

Sánchez Escobar, muestra como desconocidos han cortado de extremo a extremo el ancho de la cancha de pasto sintético para robarlo en algún momento. "Alcancé a ver el complejo antes de que lo destruyeran, y era espectacular. Hoy da mucha pena el daño. Lo desmantelaron por completo. Lo único que va quedando son el pasto y los focos" dice Sánchez Escobar.

"Ojalá pudiera el municipio traer un camión para llevarse la basura, que es mucha", agrega. Un panorama también desolador se advierte en el sector techado de la piscina que no alcanzó a estrenarse, con mobiliario destruido, paneles de paredes arrancados y vidrios de los ventanales rotos que cubren el piso. El Complejo Deportivo Escolar Corvallis consideró un presupuesto inicial de $3.670 millones, con una superficie edificada superior a los 1.500 metros cuadrados, en lo que se proyectaba pudiera beneficiar a cerca de 5 mil personas del sector.

Proyección de obras

Desde la Corporación Municipal de Antofagasta (CMDS) comentaron que las obras, a cargo del Ministerio de Obras Públicas (MOP), no contaban aún con recepción municipal; y que la empresa de construcción abandonó el recinto tras el estallido. En tanto, voluntarios que trabajan en las labores de limpieza, precisaron que no han prosperado las licitaciones para contratar una empresa de seguridad por el eventual riesgo del lugar.

"Es frustrante y da pena, porque las instalaciones iban a servir a unas cinco de escuelas del sector. Había una piscina temperada semiolímpica, el gimnasio ha quedado destrozado. Ahora con integrantes de la escuela de fútbol y algunos vecinos, hemos articulado algunas acciones para recuperar en algo el daño y limpiar, porque esto estaba en un abandono total. Creo que no se atacó a tiempo el daño posterior al estallido social, porque pudo haberse controlado o neutralizado algo del vandalismo posterior a eso", afirma José Mora Godoy, director de la escuela F-94 Santiago Amengual, ubicada a pasos del complejo deportivo.

Desde el establecimiento educacional incluso han reforzado con alambrado un sector próximo al Complejo Corvallis, porque desde ese sector desconocidos han ingresado a la escuela. "Hemos sufrido algunos robos importantes, pero desde que llegó la escuela de fútbol hay un poco más de normalidad y seguridad", afirma.

Mientras que Juan Carlos Galleguillos, vecino del sector, reconoce que el complejo deportivo se ha convertido en un foco de inseguridad. "Uno esperaba que con la cancha vinieran los más jóvenes a distraerse de forma sana, también con la piscina y la cancha de básquetbol. La delincuencia hizo que esto se retrasara. Ojalá puedan retomarse las obras pronto", opina.