Claudio Cerda Santander

El retiro de cables en desuso, que abarca miles de toneladas de escombros aéreos en distintas ciudades del país, surgió como una labor prioritaria para las actuales autoridades del Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones (MTT), tras la promulgación de la denominada ley "Chao Cables", en agosto de 2019. Una labor que quedó inconclusa debido primero al estallido social y luego a la pandemia, como ha ocurrido en la ciudad de Antofagasta, que ha encabezado en años previos las denuncias ciudadanas por esta problemática a nivel país.

De acuerdo a datos de la Seremi de Transporte y Telecomunicaciones, tras la implementación de las ultimas mesas de despeje de cable en 2019, tanto en Calama como Antofagasta, se logró el retiro aproximado de 41 mil metros de cables en desuso. Posterior a esa fecha entró en pausa esta labor, tanto en la región como en el resto del país.

"Recorro a diario distintos sectores de la ciudad y puedo ver como la acumulación de cables en desuso impide que los barrios tengan mejor iluminación. Por otro lado, generan contaminación visual de la ciudad y también podrían generar el colapso de los postes por el exceso de carga que producen los cables que ya no se utilizan", comenta Fabián Ossandón, ingeniero civil y fundador de la fundación "Antofa Segura".

"Esta es una de las tantas deudas pendientes de la municipalidad con la comunidad. Espero que la nueva administración municipal pueda atender esta situación, es necesario que se oficie a las empresas competentes para que den solución al problema del cableado aéreo que afecta la calidad de vida de los vecinos y vecinas de Antofagasta", agrega.

Mesas de despeje

De acuerdo a datos de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) entre el 23 de marzo y el 31 de mayo pasado, la entidad registra 520 metros de cables retirados en la comuna de Antofagasta. Desde la Subtel reconocieron que este año se reactivarían las mesas de trabajo para el retiro de cables en desuso, dependiendo del avance de las restricciones impuestas por la pandemia.

El seremi de Transportes y Telecomunicaciones de la Región de Antofagasta, José Díaz Valenzuela, precisó que en las denominadas "mesas de despeje de cables" participan el municipio, el gobierno regional y las empresas de telecomunicaciones, entre otras entidades. "En el año 2020 quisimos seguir con las mesas de despeje, lamentablemente nos azotó la pandemia y todos los esfuerzos de los Municipios, así como los demás actores involucrados estuvieron en prevenir la propagación del virus, no pudiendo retomar las mesas de despeje. Sin embargo, la coordinación entre los distintos actores no se perdió y se ha dado respuesta a la comunidad en los distintos requerimientos de retiro de cableado que llegaron", dijo. Según Díaz Valenzuela durante 2020 y 2021 en la región se han implementado más de 50 acciones que han incluido desde retiro de cable en desuso a problemas con cámaras subterráneas.

"El trabajo de limpieza de cables no se detiene y se planea retomar las mesas de despeje. Sin embargo, hoy ocupa nuestra atención y esfuerzo las gestiones que se están realizando con Carabineros, la Subsecretaría del Delito, las propias compañías y nosotros como ministerio para detener las acciones delictuales de robo de cableado telefónico local y datos, y en especial a los cortes de cable de fibra óptica en la comuna de Antofagasta", agregó.

Reglamento

En junio pasado desde la Subtel informaron el envío del reglamento sobre regulación del tendido y retiro de líneas aéreas y subterráneas a Contraloría para su toma de razón. La normativa establece que las concesionarias y permisionarias, que cuenten con líneas aéreas o subterráneas de servicios de telecomunicaciones, serán responsables de la instalación, identificación, modificación, mantención, ordenación, traslado y retiro de sus cables aéreos o subterráneos. La ley "Chao Cables" (N° 21.172), considera multas a beneficio municipal de cien a mil Unidades Tributarias Mensuales (hasta $52 millones) por incumplimiento en el retiro de cables en el plazo estipulado, que no podrá superar los cinco meses desde la calificación de estos como desecho. "En caso de no proceder la concesionaria o permisionaria al retiro requerido dentro de plazo, los municipios podrán retirar estos elementos a costa de aquéllas", dice la norma.

Impacto en comunidad

La maraña de cables que puede advertirse a diario en distintos sectores de la ciudad, cortados o incluso a baja altura, surge como un continuo factor de riesgo, según reconocen habitantes de diversos sectores de la capital regional. "Nosotros somos una de las poblaciones más antiguas de Antofagasta, así es que casi todos los cables están colgando. Hemos llamado a las empresas para tratar de solucionar el problema, pero no hemos tenido respuesta. Incluso están más bajo de lo permitido, porque varios buses y camiones los pasan a llevar", comenta Robert Araya (42), presidente de la Junta de Vecinos de la población El Golf.

"Hay peligro, porque en muchos casos al quedar cortados por el paso de camiones, quedan colgando, y no sabemos si son de teléfono o de energía. Menos mal, como hay buenos vecinos en la población y algunos que dominan el tema de la electricidad, los enrollan y los dejan amarrados a un poste", agrega Araya. Según datos de la Subtel, en el actual gobierno a nivel país se han retirado 1,2 millón de metros de cable en desuso.

"Hay peligro, porque en muchos casos al quedar cortados por el paso de camiones, quedan colgando, y no sabemos si son de teléfono o de energía"

Robert Araya, presidente de la Junta de Vecinos de la población El Golf

Por protección a la identidad del paciente, las autoridades no entregaron más antecedentes tanto de nombre o lugar de trabajo, pero lo que si fue ratificado es que en una minera en las afueras del radio urbano de Calama, se confirmó el primer contagio Delta del covid-19 en El Loa.

Con esto se suma a 6 los casos con nuevas cepas en la región de Antofagasta, de las cuales 4 ya serían por infección comunitaria, indicaron las autoridades.

Delta

Según las primeras informaciones, serían un varón que tiene residencia en Iquique, en la región de Tarapacá y que siempre está de tránsito por la provincia El Loa, porque presta servicios a una empresa minera de la zona.

Se le tomó el determinado PCR de rigor antes de ingresar al turno. Pero cuando él estaba por ingresar a su jornada laborar, se enteraron del resultado positivo del examen de covid-19, impidiendo que finalmente entrara al centro de operaciones.

Inmediatamente se activaron los protocolos para evitar cualquier tipo de propagación y se hizo la debida trazabilidad para que sus contactos estrechos se fueran a cuarentena preventiva.

El trabajador fue derivado a una residencia sanitaria de Calama, donde como es habitual, se le hizo los chequeos de rigor y su muestra PCR se fue a unos estudios más en profundidad, para ver si tenía otra cepa.

Al cabo de unas horas, comprobaron que se trataba de covid-19 positivo con la variante Delta. En los próximos días se podrá saber si existen más contagios derivados de este caso.

En torno a este nuevo caso de variante Delta detectado en la región de Antofagasta, desde la Seremi de Salud explicaron: "Fue testeado antes de iniciar viaje hasta su lugar de trabajo ubicado fuera de límites urbanos. El resultado llegó una vez que ya estaba en faena y la muestra fue enviada a secuenciar, instancia en que se determinó que se trataba de la variante Delta".