En España sobran dosis: suspenden su importación y cierran vacunódromos
PANDEMIA. Llegan más vacunas que las que se pueden administrar y comienzan a acumularse en bodegas. Cuatro de cinco personas en el país tienen al menos un pinchazo. Mientras tanto, China y Australia confinan grandes ciudades por brotes de la variante delta.
Con unos pocos vacunatorios móviles y mensajes de texto a los escépticos, España intenta convencer a la minoría de sus ciudadanos que aún no se han vacunado contra covid-19, mientras siete millones de dosis ya se acumulan en bodegas. En tanto, China y Australia se confinan ante rebrotes de variante delta.
Cuatro de cada cinco españoles ya recibió al menos una dosis de vacuna contra covid-19: solo cinco millones de personas no hay sido inoculadas, y dos millones tienen pendiente la segunda dosis.
"Las comunidades autónomas tienen viales de sobra y tenemos que evitar que caduquen" señaló el Ministerio de Salud de España al diario El País. La cartera tuvo que postergar la llegada de nuevas dosis Pfizer para el próximo 20 de septiembre, debido a que el ritmo de llegada de nuevos fármacos es más rápida que la vacunación de los rezagados.
Según El País, España ya está muy cerca de su techo de vacunación. Los menores de 12 años representan 11% de la población y no tienen inyecciones aprobadas, por lo que el techo teórico es el 89%: el lunes un 78,4% ya habían recibido al menos una dosis.
Aunque el Ministerio de Salud insiste en seguir vacunando, comunidades como Madrid se fijaron un objetivo concreto para los esfuerzos: alcanzar al 90% de la población.
El ritmo de vacunación se ha ralentizado notoriamente, dado que la mayor parte de la población se vacunó. En la última semana se administraron 1,3 millones de dosis, mientras que a principios de julio se alcanzaron los cuatro millones.
En este contexto, se comenzaron a cerrar grandes centros de vacunación. El estadio Wanda Metropolitano en Madrid, por ejemplo, dejó de funcionar este lunes con este propósito, y el País Vasco clausurará los centros el próximo 30 de septiembre.
En el caso de Aragón, el departamento de Salud no pretende rendirse y adoptó la estrategia de llamar a los no vacunados para sugerirles ser inmunizados sin agendar cita previa. También se les envía mensajes de texto y se han implementado vacunatorios móviles en lugares concurridos, incluyendo universidades, apostando a la mayor movilidad.
China vuelve a confinar
En medio de un escenario muy diferente, las autoridades chinas decidieron confinar a los residentes de Xiamen, ciudad de cinco millones de habitantes y una de las más pobladas de la provincia de Fujian, donde un reciente rebrote de covid-19 sumó 60 nuevos positivos el lunes.
La Comisión Nacional de Salud de China informó en la última jornada que de los 60 nuevos contagios locales diagnosticados, 32 se localizaron en Xiamen, y análisis preliminares apuntaron a la presencia de la variante delta.
La prensa local indicó que todos los condominios residenciales de Xiamen permanecerán en "circuito cerrado", lo que impide a los residentes abandonarlos.
China ha desarrollado una estrategia de tolerancia cero frente al coronavirus, lo que incluye estrictos controles de entrada al país con cuarentenas de hasta tres semanas. China registra 95.340 contagios en total y 4.636 fallecidos con 2,15 billones de dosis de vacuna aplicadas contra covid-19.
Australia y francia
Por su parte, las autoridades australianas extendieron el confinamiento de su capital, Canberra, que se inició a mediados de agosto, hasta el 15 de octubre para frenar la transmisión de covid-19, mientras que se mantendrán las órdenes de cuarentena sobre Sydney y Melbourne, donde reside casi la mitad de la población del país.
"Aún estamos registrando casos en los que la fuente de transmisión son desconocidos", justificó el jefe de gobierno de Camberra, Andrew Barr.
Australia acumula casi 77.000 casos de covid-19 y más de 1.100 fallecidos y ha administrado la pauta completa de la vacuna a más del 40% de su población.
En Francia, finalmente, a partir de hoy el personal sanitario y otros profesionales en contacto con personas vulnerables deberán estar vacunados para poder seguir trabajando, bajo amenaza de que se les suspenda el empleo y el sueldo si no acatan la instrucción.