1.500 dólares gasta un venezolano en su ruta hacia Chile: el cruel negocio tras la vulnerabilidad de los migrantes
CRISIS HUMANITARIA. "Coyotes" y "piratas" ofrecen traslados de ciudad en ciudad, pero no pocas veces abandonan a los migrantes en la carretera. "Lucran cobrando precios irrisorios", dice el director de la OIM. En el Terminal de Buses han visto furgones y camiones dejando personas.
Claudio Cerda y Javiera Verástegui
El flujo migratorio de venezolanos ha aumentado los casos detectados de tráfico de migrantes y de actividades ilícitas que buscan aprovecharse de la vulnerabilidad de estas personas.
Según una encuesta de marzo pasado de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) sobre migración venezolana hacia Chile, implementada principalmente en la Región de Tarapacá, los extranjeros consultados declararon haber gastado US$1.475 ($1,1 millón) para llegar solo hasta la frontera chileno-boliviana. En tanto, desde Iquique a la desembocadura de El Loa transportes irregulares les cobran entre 20 mil y 30 mil pesos por persona. Desde ese lugar hasta Antofagasta cobran $30 mil más.
Un desembolso que se incrementa por la condición migratoria irregular que enfrentan, ya que las líneas de buses evitan tomarlos.
Víctor Flores Dañobeytía, coordinador de la OIM para la Macrozona Norte, comenta que la mayor vulnerabilidad de los nuevos flujos migratorios de venezolanos los expone a mayor riesgo de abusos. "Una ciudadana venezolana, nos dijo en un momento en una pensión de asistencia humanitaria en Iquique: 'Lamentablemente los venezolanos nos hemos transformado en un negocio'. Porque ante esa necesidad, hay algunos que de manera inescrupulosa lucran cobrando valores irrisorios en transporte informal. Por ejemplo, en trayectos como Colchane y Huara, donde llegan incluso a cobrar entre $50 mil a $60 mil pesos por 200 kilómetros de viaje", afirma.
"Hay una necesidad de las personas de llegar a su destino, reunificarse con algún miembro de sus familias, y en el contexto que están ingresando al país por pasos no habilitados (…) genera que haya personas que estén cobrando precios desproporcionados en una situación de necesidad", agrega el coordinador de la OIM en la Macro Zona Norte.
El gasto en transporte informal o formal, se suma el cobro de sujetos denominados "coyotes", quienes a cambio de algún monto en dinero guían a los grupos de migrantes por "trochas" o pasos no habilitados. De acuerdo a datos de Carabineros, entre enero y julio pasado, la entidad registra un total de 346 víctimas de tráfico de migrantes en el país. El indicador lo encabeza la Región de Antofagasta (224), seguida de las regiones de Tarapacá (79) y Arica y Parinacota (43). Hasta julio pasado la región encabezaba además a nivel país el registro de detenidos (30) y procedimientos por este delito (23).
Cobros excesivos
En el Terminal de Buses Cardenal Carlos Oviedo Cavada de Antofagasta, que desde el 18 de agosto pasado presenta una masiva afluencia de extranjeros en condición irregular, algunos migrantes explican que aceptaron sin cuestionarlo que desconocidos les cobren por guiarlos en su cruce por pasos no oficiales. Otros, en tanto, reconocen abusos y abandonos antes de llegar al destino. "En El Loa nos dejaron botados, un taxista, a unos ocho kilómetros antes de llegar a la aduana. Pagamos entre cuatro 120 dólares. Luego tuvimos que caminar hasta Tocopilla con maletas pesadas y niños. Lo peor es que el dólar, que en países como Perú, Ecuador y Bolivia alcanza para muchas cosas, acá tiene mucho menos valor, entonces, todo lo que te costó reunirlos para llegar acá, lo pierdes de inmediato", comenta el venezolano Alfonso Carrero (22), en el terminal de buses de Antofagasta.
El camión blanco
Un trayecto también dificultoso para llegar al país reconoce la migrante venezolana Irene Carvajal (40), quien dice haber pagado 900 dólares para viajar desde la Guayana venezolana a Santiago. La mujer afirma haber sido engañada y expuesta a situaciones irregulares como el robo de sus pertenencias y consumo de estupefacientes de los guías o coyotes.
"Nos estaban cobrando un paquete completo, que incluía caminar cinco horas por el desierto, pero llegamos hasta Perú y nos quisimos separar, porque los que nos traían eran unas personas que venían consumiendo droga, y ni Dios quiera te para la policía, uno igual paga", comentó Carvajal, quien sostuvo que no recibió devolución de nada de lo invertido pese a optar por separarse de aquel grupo.
En el terminal de buses de Antofagasta, el administrador del recinto, Samuel Muñoz, reconoce la habitual presencia de transporte "pirata" dedicado al traslado de extranjeros.
"Este terminal es de tránsito, entonces, todos los buses que vienen del norte pasan por acá y dejan gente. Hay otros buses que también viene del norte, pero no entran al terminal, sino que los dejan en los alrededores. Esos son los famosos buses piratas (…) Sé que además hay furgones escolares, autos particulares y se habla incluso de un camión blanco grande que llega cerca de las dos o tres de la madrugada con mucha gente", comenta.
"Entiendo que les están cobrando entre $120 mil a $180 mil a cada uno por traerlos desde los pasos fronterizos de Iquique hasta acá", agrega Muñoz.
Según datos de la Policía de Investigaciones (PDI), entre enero y julio pasado se registran 23.673 autodenuncias por ingresos clandestinos al país. La cifra representa un 40% de aumento comparado a los 16.848 ingresos por pasos no habilitados reportados durante todo 2020.
Mayor vulnerabilidad
Según datos de la OIM, poco más de la mitad de los migrantes encuestados en este nuevo flujo migratorio sólo alcanzaron estudios de secundaria (56%), en un sondeo implementado en marzo pasado en la Región de Tarapacá.
"Nos encontramos ante otro tipo de flujo, mucho más vulnerable, que además se ha visto en la necesidad de emigrar por la afectación de sus condiciones socioeconómicas en un contexto como el covid. No hay que olvidar que el área de América Latina y el Caribe es la más afectada por la pandemia, donde de acuerdo a su proporción de población presenta el mayor número de muertes por el covid, según datos del último informe del Panorama Social de la Cepal, lo que además ha significado un aumento de la pobreza y pobreza extrema. Estos efectos golpean a los más vulnerables, sin distinguir nacionalidad, y en este caso particular han golpeado de manera fuerte a ciudadanos venezolanos que ya enfrentaba una situación previa de crisis", comenta el director de la OIM para la zona norte de Chile, Víctor Flores.
"En El Loa nos dejaron botados, un taxista, a unos ocho kilómetros antes de llegar a la aduana. Pagamos entre cuatro 120 dólares. Luego tuvimos que caminar hasta Tocopilla con maletas pesadas y niños".
Alfonso Carrero, migrante venezolano
"Sé que además hay furgones escolares, autos particulares y se habla incluso de un camión blanco grande que llega cerca de las dos o tres de la madrugada con mucha gente".
Samuel Muñoz, administrador del Terminal