La celebración de Fiestas Patrias, con muestras de la identidad nacional que incluyen amplios festejos a lo largo del país, incluye celebraciones más humildes de sectores más vulnerables. Un sector de la población que esta vez volverá a contar con el apoyo de organizaciones sociales y vecinales para la distribución de almuerzos solidarios típicos de esta festividad.

Según comenta Jonathan Morales (33), a cargo de la olla común "Unidos por un Mundo Mejor", ha implementado con esfuerzo una semana dieciochera, pese a las dificultades para mantener la distribución de raciones solidarias por falta de recursos. La organización social liderada por este ex trabajador del rubro minero comenzó a funcionar el 1 de junio de 2020 y hasta la fecha, según comenta, ha distribuido, 45 mil raciones de alimentos mediante labores de autogestión y colaboraciones de terceros.

"En este momento estoy terminando la preparación de choripanes, empanadas de pino y bebidas para cien personas de la olla común de calle Félix García. Ahí se incluyen 40 adultos mayores de la población Pedregal. Ellos desde que comenzamos con esta labor vienen a buscar todos los días 40 almuerzos", afirma.

Según comenta Morales, ex trabajador del rubro minero, en el período más crítico de demanda de raciones solidarias, en la ciudad de Antofagasta llegaron a operar 97 ollas comunes. De estas, más de la mitad habrían cerrado por falta de recursos y colaboraciones. "Está muy difícil todo, también para las personas que nos colaboran, porque además muchos están sin trabajo. Por ejemplo, antes si una persona nos donaba $100 mil ahora lo hace con $20 mil. No contamos tampoco con apoyo del Gobierno Regional ni del municipio y de otras autoridades. Desde el Colegio Médico hasta fin de año sí se han comprometido con ayuda de casi $300 mil en mercadería mensual, que es un gran apoyo", detalla Morales, quien sostiene que su labor de distribución de alimentos también incluye a personas en situación de calle.

Según datos del Ministerio de Desarrollo Social, a un total de 16 mil llega el registro de personas en situación de calle en el país. Una cifra que habría aumentado de manera exponencial tras el estallido social y posterior pandemia, de acuerdo a la opinión de representantes de organizaciones sociales dedicados al apoyo de personas en esta condición.

Migrantes

La olla común "La Familia", que encabeza Karen Rivera (39), también ha alistado en esta labor de voluntariado colaciones especiales para esta fecha. "Entregamos hartas raciones diarias, porque estamos cerca del terminal de buses y llega mucho migrante. "Mañana (hoy) vamos a entregar almuerzos como cada día, porque nos llegaron algunas donaciones. Vamos a entregar su ración 'dieciochera', que consiste en arrocito graneado, papas mayo, pollo asado y su respectivo postre", afirma Rivera, quien sostiene que de lunes a viernes distribuye 150 almuerzos, en una labor iniciada en julio de 2020.

"En las bandejitas yo les pongo mi dirección, por eso vienen los migrantes para acá. Muchos llegan muy avergonzados, físicamente en su ropa y vestimenta los veo que están mal y necesitan ayuda. Llegan muy humildes, pero yo no les preguntó nada, solo cuántos almuerzos necesitan para que no se sientan incómodos. Sé que llega un camioncito para distribuirles almuerzos, pero no es suficiente porque son muchos", explica. La olla común "La Familia" se ubica a unas cuadras del terminal de buses cardenal Carlos Oviedo Cavada de la ciudad de Antofagasta. El lugar desde el 18 de agosto pasado registra una inusual y masiva llegada de extranjeros, la mayoría provenientes de la Región de Tarapacá tras haber ingresado al país por pasos no habilitados próximos a Colchane. En el rodoviario centenares de migrantes aguardan cada jornada cumplir con la aplicación de test de antígenos antes de seguir rumbo a sus destinos. Muchos de ellos, incluidos grupos familiares, pernoctan en las afueras del recinto.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) desde hace unas semanas inicio la distribución de 250 colaciones a la hora de almuerzo en el terminal de buses.

Campamentos

En tanto, Elizabeth Andrade (54), representante del colectivo peruano en la ciudad y además presidenta de la Corporación Rompiendo Barreras Vivienda Digna, comenta que han iniciado una serie de actividades dieciocheras organizadas por comités de distintos campamentos. "Nosotros vamos a hacer diferentes actividades. Por ejemplo, en cada comité vamos a hacer un asado. Hoy lo haremos en mi comité y así sucesivamente hasta el próximo 18. Nos acoplamos para hacer el festejo de Chile como parte nuestra ya", afirma.

En el macrocampamento (Balmaceda) estamos separados por días en cuanto a las actividades. Así nos iremos turnando", agrega. En tanto, Morales sostiene que la permanencia de las ollas comunes tanto en septiembre como en el resto del año resultan claves por la vulnerabilidad extrema de un sector de la población. "Yo llegué a preparar 360 almuerzos diarios, porque se viralizó mi labor. Hasta desde La Chimba, por la línea del tren venían a buscar almuerzo en ollas. En un comienzo hacía rutas, y hasta entregaba en los domicilios. Son necesarias las ollas comunes, pero se necesita apoyo. Por ejemplo, en mi casa un tubo de gas me dura cuatro días; pero hoy no son más de 15 las ollas comunes que están funcionando", dice.