El autocuidado para evitar los rebrotes
La realización de fiestas clandestinas sin ninguna medida de prevención anticovid, es el mejor ejemplo de lo que no se debe hacer para evitar una nueva ola de contagios. La situación es preocupante porque si este tipo de conductas se repite no cabe duda que ni la alta vacunación servirá para detener los brotes con las variantes existentes.
La sensación que la pandemia terminó y que ya no es necesario seguir con las medidas de restricción se ha instalado en un importante número de personas, quienes se han relajado y empiezan a hacer una vida casi normal. No utilizan mascarillas, o lo hacen mal, no respetan el distanciamiento social y participan de encuentros sin mayores preocupaciones de aforos y consumen bebidas alcohólicas sin ninguna preocupación.
Eso quedó refrendado la madrugada del sábado cuando Carabineros sorprendió y detuvo a 169 personas que participaban de fiestas clandestinas en Antofagasta y Calama. En ambas había expendio de licores, sin distanciamiento físico y en pleno toque de queda.
Si bien es un grupo menor no puede mirarse sin la condena que merece. Y ello lo tienen bien entendido nuestras autoridades que junto con lamentar los hechos exigieron el respeto a las medidas covid, principalmente, en estas fechas en las que sentimos la necesidad de festejar a la patria y olvidamos algunos cuidados.
"Lamentamos la irresponsabilidad de algunas personas, que desafiando todas las medidas de cuidado, se exponen ellos y a los demás, sobre todo con estas fiestas clandestinas", manifestó el delegado presidencial de Antofagasta, Daniel Agusto.
La situación es preocupante porque si este tipo de conductas se repite no cabe duda que ni la alta vacunación servirá para detener los brotes con las variantes existentes. Y si a ello le sumamos que es muy probable que finalice el estado de excepción y si no hay cuidado viviremos una nueva ola de la que nadie asegura que podamos librar bien.
Por ende, lo recomendable es que la comunidad siga con el autocuidado y evitar las reuniones masivas. Es cierto que ya cumplimos un año y medio de esfuerzos y restricciones, pero hoy no es el momento para la laxitud, se requiere del último empeño para controlar los contagios y no volver a los meses catastróficos.
En los últimos días los casos nuevos han aumentado y eso es un mal presagio porque la prueba de fuego fue la del fin de semana que finalizó en la que el comportamiento de algunos no ha sido de los mejores.
Es de esperar que esas conductas inadecuadas no signifiquen un disparo en los contagios y retomar las cuarentenas que nadie desea.