Efe/Redacción
La isla de La Palma, en el archipiélago español de las Canarias, se preparaba desde ayer para la previsible llegada al mar de la lava que emana del nuevo volcán que el domingo entró en erupción, ante la posibilidad de que genere explosiones y emisiones de gases nocivos.
Frente a ello se intensifica el dispositivo de seguridad y la adopción de medidas, como el establecimiento de un perímetro de exclusión por mar o controles por parte de las fuerzas de seguridad para impedir el acceso por tierra a la zona afectada.
Hasta el cierre de esta edición, en el volcán llamado Cumbre Vieja abrió una segunda gran boca eruptiva, mientras que los núcleos más vulnerables por el avance de la lava eran El Paraíso y Todoque (Los Llanos de Aridane). Los ríos de fuego, sin embargo, se adentraron otras localidades y se esperaba que llegaran a la costa luego de atravesar esos municipios (ver recuadro).
En su camino hacia el mar la lava ha arrasado 100 casas, caminos e infraestructuras y hasta anoche había entre 5.500 y 7.000 personas evacuadas. Ayer se desalojaron 40 viviendas más en Tazacorte, según el Plan Especial de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca).
Además, se mantenía activa la alerta por incendios forestales, para lo que están movilizados tanto bomberos como brigadas forestales y una unidad militar española encargada de intervenir en casos de catástrofe, calamidades o riesgos graves, entre otros.
FENÓMENO "INsólito"
Para conocer de primera mano la situación, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se desplazó a la isla y aseguró que "toda España está con La Palma" y valoró la coordinación para hacer frente a un fenómeno natural "tan insólito" (la última erupción en la isla fue hace cincuenta años).
También la Unión Europea (UE) activó el servicio de mapeo rápido de sus sistema de satélites Copérnico para seguir la erupción y utilizará en concreto el satélite Sentinel 2 para tener controlada la zona.
Según el jefe del Gobierno regional de Canarias, Ángel Víctor Torres, el volcán va a seguir activo "los próximos días" y la erupción provocará graves daños en terrenos, viviendas y cultivos. En la misma línea, los expertos alertan de que los ríos de lava sepultarán comunicaciones terrestres, eléctricas y telefónicas.
Además, como explicó a Efe el catedrático de Geología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria José Mangas, se creará una lluvia ácida cuando la lava llegue al mar.
La erupción de este volcán es de tipo estromboliano, caracterizada por pequeñas explosiones de materiales en estado pastoso, que suceden en pocos minutos u horas, acompañadas por derrames de coladas de lava, y arrastran varios metros cúbicos de lava por segundo.
El comité científico del Pevolca recomienda un radio de exclusión de dos kilómetros en torno a los centros de emisión para minimizar el riesgo de impacto de piroclastos y la exposición a gases tóxicos por este nuevo volcán, que está emitiendo de 6.000 a 9.000 toneladas diarias de dióxiodo de azufre (SO2) y ha formado una lengua de lava con una altura media de seis metros que avanzaba a 700 metros por hora.
El drama de los vecinos
Los vecinos de los núcleos más cercanos al volcán, en un sector llamado Cabeza de Vaca, han pasado de la expectación que genera un espectáculo natural de semejantes proporciones a la desolación de contemplar cómo la lava sepulta "el trabajo de toda una vida".
Pero, sobre todo, se oye un rugido enorme, "como si de un batallón de aviones de combate se tratara", afirma una vecino del pueblo.
Desireé es una vecina de Todoque, el barrio al que se dirigía ayer el río de lava y teme el daño que pueda sufrir su vivienda. Desirée pudo poner a salvo a sus animales, pero tiene miedo por su casa, porque sabe que "cientos" de viviendas han sido arrasadas. "Es mi casa de toda la vida", señala a Efe. "Esto no es fácil, nada fácil", continúa.
Algunos vecinos desalojados se encuentran en la plaza de San Martín de Porres, que se ha convertido en un mirador privilegiado del volcán. Una de ellas, Arantxa, que vive en un sector rural, dice que está "con la maleta lista", pues ha visto cómo la lava sepulta campos y casas, "fincas enteras. Es todo lo que se puede hacer".