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La educación del futuro
El futuro de la educación es el aprendizaje altamente individualizado, una opción que se vió fructificada debido a que la pandemia transformó el escenario de la educación tradicional y la formación en línea estableció un nuevo ritmo de aprendizaje, configurando una flexibilidad adicional gracias al uso de una plataforma educativa en línea que estableció un mejor equilibrio entre trabajo y estudios, como una opción sensata y útil para afinar habilidades.
Si bien el futuro del aula remota tiene que ver con el acceso, el aprendizaje y la colaboración desde cualquier lugar del mundo con acceso a internet, enseñar y aprender en el futuro va a ser social, con educadores que sólo se nutrirán de la nube para establecer, recopilar y calificar el trabajo en línea, en un aula remota en la que alumnis tendrán acceso instantáneo a calificaciones, comentarios y trabajos a través de un dispositivo inteligente. Hablamos de un mundo donde estudiantes y profesores podrán aprender y enseñar respectivamente, desde cualquier punto del globo.
Gracias a las múltiples opciones de formación online, sin poner un pie físicamente en un campus universitario, el futuro de la educación continuará siendo una herramienta cada vez más importante en una economía globalizada en que las personas se sentirán motivadas a cultivar sus habilidades diferenciadas para alcanzar el éxito profesional y emocional.
Ariel Vidal The Valley Chile
Poder constituyente originario
La Convención Constitucional, en el proceso de votación de los reglamentos, ha declarado que ejerce el "poder constituyente originario". Pues bien, esta declaración es absolutamente inexacta, puesto que de serlo así, el texto que dicho órgano redacte podría promulgarse de inmediato, pero como bien sabemos, se trata solo de una proposición que debe plebiscitarse para ser aprobada.
De acuerdo al artículo 5° de nuestra Constitución, "la soberanía reside esencialmente en la Nación". El ejercicio de esta soberanía, que desde luego incluye el poder constituyente originario, "se realiza a través del plebiscito y de elecciones periódicas", señala el mismo artículo.
Resulta inquietante que la Convención Constitucional quiera arrogarse un poder del que carece, transgrediendo la Constitución vigente y arrebatándole a la ciudadanía lo que por derecho le pertenece.
Francisco Bartolucci Johnston Abogado y profesor de Derecho
Expectación por Mejor Niñez
Próximamente iniciará sus funciones el nuevo servicio Mejor Niñez, que reemplazará al Servicio Nacional de Menores. Desde luego, hay expectación.
Cuando se han cumplido 10 años desde el primer informe emitido por la jueza de familia Mónica Jeldres, sobre la situación de niños y niñas en el sistema residencial, la situación de la niñez bajo cuidado del Estado sigue en la misma precariedad.
En este sentido, hay que tener a lo menos dos elementos muy presentes para la observación de la puesta en marcha de este nuevo servicio. La primera, es que más del 90% de los niños y niñas que requieren de prestaciones de protección especializadas, están en el sistema ambulatorio de atención, para el cual no hay mayores innovaciones con la nueva ley. Es más, hay retrocesos muy alarmantes, como ingresar menores de 14 años por una conducta delictual sin un debido proceso que determine la participación del adolescente en hechos de ese carácter.
Y la segunda, es que se instala un nuevo servicio sin una ley de protección integral de la niñez que garantice un piso mínimo de derechos sociales para la niñez, sin modificación a la ley de Tribunales de Familia y sin cambios sustantivos al sistema que instituya una efectiva responsabilidad estatal para la restitución de los derechos vulnerados sufridos por niños y niñas.
Para lograr resultados distintos se requiere hacer algo diferente. No basta más fiscalización y nuevos nombres si la sustancia sigue siendo la misma. Se requiere de un avance más profundo que esperamos la nueva Constitución sí esté dispuesta a hacer.
Camila de la Maza Abogada Área Derechos de la Niñez y Redes, Corporación Opción
Control migratorio
El ingreso de migrantes al país se ha transformado para las autoridades "en una piedra en el zapato", más que nada por los cuestionamientos que hace el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH). La citada organización está preocupada de quienes ingresan al país, sin considerar los antecedentes personales de ellos ni los derechos de los ciudadanos afectados por esta migración. Ante esta realidad, y apelando a un dicho popular, "es mejor prevenir que curar".
Creo que las autoridades (Carabineros-PDI, apoyados por personal del Ejército) deberían verificar antecedentes in situ y de inmediato saber quiénes están en condiciones de ser aceptados o rechazados.
Jorge Valenzuela Araya