"Poder mostrar las maravillas del desierto me hace sentir orgullosa de lo que tenemos"
ANTOFAGASTINIDAD. Catalina Berríos Maldonado, periodista de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama y TVN.
Periodista titulada de la Universidad Católica del Norte, Catalina Berrios Maldonado (34) es actualmente la directora del área de comunicaciones de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama y profesional de 24 Horas Red Antofagasta de TVN.
Cuenta que al desempeñarse en estos trabajos puede ver la dos dimensiones de la información como lo es prensa y lo institucional. Madre de una pequeña de 6 años, cuenta que corre todo el día.
"Siempre estoy buscando alguna cosa por hacer, porque me estresa el silencio o la inactividad", asegura.
Dónde creciste y qué recuerdos guardas de tu infancia?
-Nací en Chuquicamata pero viví la mayor parte de mi infancia en Calama. Era entonces la década de los 90 y por tanto, tiempos de jugar mucho con los vecinos en la calle a la pelota, salir en patines, ir a los "flippers", recorrer el barrio con las amiguitas, porque en ese entonces era seguro ser niño al aire libre.
También fui parte de casi todas las actividades extra programáticas que existían en mi colegio, jajaja. Muy "canapé de huevo". Desde pintura, gimnasia, scout. En fin, fui de todo con muy poco, pero feliz.
¿Qué te apasiona de tu profesión?
-Siempre he sentido que los periodistas somos agentes sociales, ya sea si nos desarrollamos en el ámbito de la prensa, así como también en lo institucional. Yo tengo la suerte de ser parte de ambos mundos, y en los dos he encontrado la oportunidad de mostrar realidades y tratar de ayudar a mejorarlas, transmitir los descontentos y exigir las respuestas que la comunidad desea.
Poder mostrar además las maravillas de nuestro desierto, los secretos que este esconde, las historias que podemos encontrar en personas, me hace sentir bien orgullosa de lo que tenemos.
¿Cuál es el espacio de la región que más te gusta?
-¡Me encantan las cabañas de Mejillones! Pasé muchos veranos ahí. A veces solo con mis papás y hermanas, y otras, hasta con 30 familiares más, entre primos, abuelos, tíos. Arrendábamos las cabañas que la mayoría de los chuquicamatinos conocimos, y pasábamos días bastante amenos, lejos de la televisión y con juegos infantiles hechos con barriles, cuerdas, todo muy simple, pero son hermosos recuerdos que atesoro. Luego fue el tiempo de ir con los amigos de la juventud, y ahora con mi propia familia.
¿Cuál es la principal enseñanza que te dejaron tus padres?
-La solidaridad y la empatía. Desde niña mis papás me hacían partícipe a mí y a mis hermanas en las distintas campañas sociales que ellos y sus amigos realizaban, entonces conocí realidades en hogares de menores o en sectores muy vulnerables y creo que practicar con ellos todo eso, fue de las mejores enseñanzas que me pudieron entregar.
Al día de hoy seguimos como familia siempre ideando cosas, y creo que eso nos une bastante.
¿Quiénes han sido tu inspiración en la vida, a quiénes admiras?
Lógicamente a mis padres. La historia de ellos, de cómo se iniciaron como pareja, de las múltiples dificultades que se les presentaron a lo largo de la vida, pero de cómo con perseverancia y mucha humildad lograron crear un hogar, entregarnos educación a mí y a mis hermanas, haciendo muchos esfuerzos para que nunca nos faltara absolutamente nada, es algo que me emociona y llena de orgullo. Todo lo que soy, lo que tengo, se los debo a ellos.
¿Cómo te definirías a ti mismo como persona, cuáles son tus fortalezas y flaquezas?
-Soy una persona muy extrovertida y con buen sentido del humor, bastante dispersa e inquieta. Siempre estoy buscando alguna cosa por hacer, porque me estresa el silencio o la inactividad. Entre mis fortalezas podría destacar que soy perseverante, y muy, pero muy comprometida con mi profesión. Mis debilidades son ser muy impaciente y desordenada. A veces un poco enojona.