Correo
La otra cara del 18 de octubre
Para algunas personas el 18 de octubre es sinónimo de celebración y reivindicación social. Sin embargo, pasan por alto la otra cara de las manifestaciones.
Entre el 19 de octubre de 2019 y el 24 de marzo de 2020, se produjeron 2.897 eventos graves de violencia y delincuencia. De las 136 estaciones de metro, 118 fueron quemadas o vandalizadas, cuyo costo de reparación ascendió a US$255 millones, sin contar el costo social para 3 millones de personas afectadas.
Hasta el día de hoy, hay personas que no han podido recuperar su fuente laboral y pymes que no han podido reabrir por estar ubicadas en las zonas que abarcaron las manifestaciones. Esto sin contar los cientos de ciudadanos que tuvieron que cambiarse de vivienda por ser constantemente asediados por "manifestantes".
Renata García Economista
Convención Constitucional
Luego de más de tres meses y medio del inicio de la convención, al fin comenzarán a tratar los temas de fondo. ¿Por qué se demoraron tanto? Porque para algunos ha sido más importante hacer declaraciones sobre temas que no son parte de sus atribuciones y, en medio de una lucha de poder, la intransigencia ha sido el estandarte de sectores más izquierdistas.
Tres meses y medio donde algunos continúan afirmando que hay presos por protestar y no delincuentes que destruyeron el trabajo y sustento de otra persona. Tiempo donde algunos todavía avalan los actos de violencia ocurridos en las manifestaciones, aun cuando ellos mismos han sido agredidos por manifestantes (como en el caso de la "Tía Pikachu").
Pueden llenarse la boca afirmando que representan al "pueblo", pero el verdadero pueblo es el que se levanta todos los días a trabajar, que no inventa enfermedades para obtener réditos económicos y que espera que al fin comiencen a ocuparse en lo que realmente les compete.
Mateo Aldunate Abogado
Carrera presidencial
Cada vez que disfruto un buen libro la trama generalmente me lleva a pensar qué habría sucedido si este hubiese concluido en forma diferente. Ernest Hemingway, por ejemplo, escribió 47 finales para su clásico "Adiós a las Armas". De manera similar, las noticias y comentarios en redes sociales que se refieren a las elecciones presidenciales -en el horizonte- invitan a elucubrar acerca de los finales posibles.
¿Cuáles serían estos? Asumiendo a lo menos dos escenarios en la primera vuelta, los que dejo para la imaginación, los candidatos deberán revisar sus estrategias en el poco tiempo disponible para alcanzar los objetivos que propician "en beneficio de Chile". Mas, tal como lo expresara el Premio Nobel de Economía año 1988, James M. Buchanan, "los políticos son como el resto de los seres humanos, buscan el poder para alcanzar objetivos personales".
Sí, es la gran duda que me asalta.Porque aquí está en juego no solo ganar una batalla, sino la guerra. "Food for thought" hubiera dicho el humanista holandés Desiderius Erasmus en el siglo XVI.
Gustavo M. Astorquiza
Polarización
lTanto en parte de los candidatos a Presidente como en muchos de los que componen la Convención Constitucional se aprecian actitudes polarizadas, ideologías cerradas, con poca predisposición a escuchar y a dialogar. Los independientes han resultado ser peores que los políticos tradicionales. La desmedida ambición de poder, de figuración, de dineros habidos a como dé lugar, forma parte de una parte de ellos. Rojas Vade es solo una convincente ilustración. Quizás cuántos más están mimetizados entre ellos.
Para los candidatos a Presidente, es hora de pensar en la gente, no en los partidos, de tratar de salvar nuestro país buscando generar una sociedad armónica, pacífica, segura respecto a la delincuencia, sin dobles estándares para los derechos humanos, donde quienes legislen sean personas con un mínimo de competencias para ello y antecedentes personales adecuados, legislando en base a los conocimientos científicos, a los valores humanistas y éticos, en equipo, priorizando un gran acuerdo nacional, a fin de generar las bases para procesos que conduzcan a una sociedad de bienestar, apuntando al bien común, ciudadano en lugar de defender diversos intereses, creencias o ideologías personales o de grupos.
Muy pocos tienen claridad acerca del peligro que se nos cierne de seguir divididos en una "lucha de opuestos" entre nosotros. Y lo peor, en un ambiente de total incertidumbre planetaria acerca del futuro próximo.
Nathan Novik