Cuidado con el narco
El peligro de que el narcotráfico infiltre el Estado es cada vez más evidente. Y parece ser que los escasos filtros en algunos partidos, son justamente un flanco débil. Según Fiscalía, W.P.B. integraba una banda de narcotraficantes que incluso tenía la desfachatez de usar logos gubernamentales.
Y sin darnos cuenta, el narco sigue ganando terreno, ingresando a nuestras instituciones, corrompiendo la sociedad desde los mismos organismos financiados con nuestros impuestos. Durante mucho tiempo lo dejamos crecer en las poblaciones, lejos del centro, o en espacios como las barras bravas. Parecía no importar mucho mientras estuviera allá en la periferia imponiendo su ley. Pero ahí donde no había Estado, el narco creció y se convirtió en el Estado, en el benefactor, en la ley, en la economía, en el modelo a seguir para niños y jóvenes.
Y hoy vemos como cada vez más frecuentemente ese seudoestado está infiltrando al estado real. El narco llega con maletines de dinero a corromperlo todo. En 2019 estalló el caso de los jueces de Rancagua, que a pesar de sus sueldos millonarios, habrían recibido sobornos de narcotraficantes. Ya se han visto casos de corrupción en efectivos de ambas policías. Según un catastro de Ciper, en la última década 66 carabineros fueron investigados por denuncias de vínculos con el narcotráfico.
Y en la política también hay casos que muestran cómo el narco está ampliando sus redes. La Municipalidad de San Ramón es el ejemplo más famoso. Ahí el exalcalde Miguel Ángel Aguilera (exPS) incluso tenía contratadas a personas que tenían condenas previas por narcotráfico (en octubre de este año dos funcionarios fueron formalizados).
Se agrega el caso del concejal RN de La Calera Karim Chahuán, condenado por haber participado de saqueos durante el estallido (aunque quedó en libertad), y quien también fue investigado por vínculos con narcotraficantes.
Y ahora la bizarra historia de W.P.B., funcionario de la Subsecretaría de Prevención del Delito, contratado como supervisor de la operación de drones de vigilancia, y militante de RN, detenido mientras conducía un vehículo con drogas y armas en su interior. Según Fiscalía, W.P.B. integraba una banda de narcotraficantes que incluso tenía la desfachatez de usar logos gubernamentales en un vehículo.
Es deber de las instituciones, realizar filtros más exhaustivos frente a este grave problema. Latinoamérica nos muestra qué ocurre cuando el narco se infiltra en el Estado.