"Primera vez en tres meses que duermo en una cama", reconoce la venezolana Alejandra Vargas (27), luego de sumar las primeras jornadas en el Centro de Primera Estadía para familias migrantes, que a partir del martes pasado comenzó a recibir a los primeros grupos familiares que pernoctaban en distintas calles de la ciudad.

El recinto, cuyas instalaciones forman parte del Camping Ruca Móvil, hasta hoy alberga a 13 adultos y 18 menores de edad que componen seis grupos familiares. Todos de nacionalidad venezolana.

Al mediodía de este jueves, los niños y niñas migrantes se distribuían alegres en algunas de las áreas de esparcimiento del recinto: una cama elástica, una pequeña cancha de fútbol y una zona con disfraces y variados juguetes dispuestos en el patio del lugar.

"Han vuelto a ser felices, aunque sea por algunos días antes de llegar a nuestro destino", agrega Vargas, quien viaja junto a su esposo y los hijos de ambos, de 13 y nueve años. El Centro de Primera Estadía, que cuenta recursos financieros aportados por el Ministerio del Interior y apoyo técnico de la Seremi de Desarrollo Social y Familia, se ha habilitado para un período de funcionamiento de tres meses. El refugio cuenta con una capacidad para albergar a 30 migrantes. Sin embargo, hoy opera sobre su capacidad, al contar un residente transitorio más de lo planificado debido a un grupo familiar más numeroso. Las familias migrantes se han distribuido en cinco cabañas, más otra habitación con cuatro camas disponibles.

Recuperar fuerzas

Bajo el umbral de una de las habitaciones, ubicadas frente al sector costero, Darwin Gabriel (34), comenta que tras ocho días de haber pernoctado en las cercanías del Terminal de Buses de Antofagasta, la llegada al refugio le ha permitido recobrar fuerzas a su familia. "Estamos felices, porque estamos durmiendo en una cama y seguros, porque en la calle se duerme con un ojo abierto y un ojo cerrado debido a que hay personas con mala intención", comenta el migrante venezolano, quien reitera sus agradecimientos a las autoridades de Gobierno y a la Fundación Corazones Unidos. Esta red de voluntariado, que otorga asistencia humanitaria a personas en situación de calle, hoy se encuentra a cargo de gestionar el Centro de Primera Estadía, donde ayer el personal alistaba entusiasta la decoración en el comedor del lugar para celebrar dos cumpleaños de residentes transitorios.

Según detalla Alejandro Álamos, médico voluntario de la organización, en dos días y medio se llenaron los cupos disponibles. "Este es un proyecto piloto, en el que estamos enfocados en la reunificación familiar. Porque más allá de la posición que pueda tener cada uno en cuanto a la migración, tenemos que convenir que debemos proteger a los menores de edad en situación de calle en condición migrante", dice.

El inicio de operaciones del Centro de Primera Estadía en Antofagasta surge como una de las medidas anunciadas por el Gobierno para otorgar una respuesta humanitaria a la crisis migratoria en el país. Como evidencia de la fuerte reactivación de ingresos por pasos no habilitados, el pequeño poblado de Ollagüe (287 habit) en lo que va del año registra más de 500 ingresos de extranjeros, en su mayoría venezolanos.

"Ojalá pudieran crearse otros refugios, porque son muchos los compatriotas en la calle", expresa el venezolano José Valerio (32), padre de cinco menores de edad hoy también en el Camping Ruca Móvil.

Requisitos de ingreso

Claudia Abarca, también integrante de la organización Corazones Unidos y a cargo de la gestión del refugio para extranjeros, detalla que tres familias aguardan un cupo para ingresar al lugar. Desde la organización proyectan una permanencia ideal en el albergue de cinco a siete días, período en el que se gestionarán los contactos con las redes de apoyo de las familias migrantes en otras regiones del país y también traslados hacia sus destinos en caso que lo requieran.

Los requisitos para ingresar al Centro de Primera Estadía consideran formar parte de una familia migrante con menores de edad, que se encuentren en marcha hacia una reunificación familiar en regiones en la zona centro sur del país y contar con un test de PCR o de antígeno negativo, según explica Patricio Martínez, seremi de Desarrollo Social y Familia. "Esperamos concretar a la brevedad el traslado de las familias, en pos de la reunificación familiar, a través de la organización que está operando este albergue. Estamos muy contentos y satisfechos de haber logrado su implementación. Seguimos trabajando para evitar que niños se encuentren en la calle a la espera de continuar sus viajes; ese es uno de los principales objetivos de este albergue", afirma la autoridad sectorial.

"Nos estamos enfrentando a una crisis, en que venezolanos vienen arrancando de lo que sucede en su país. Hoy nuestra obligación es evitar al máximo que, quienes hayan ingresado al país de la manera que sea y con niños, niñas y adolescentes; pasen noches en las calles a la espera de continuar sus viajes", añade Martínez.