Botellas rotas, moscas y una lavadora: el interior de la casa de nadie de La Rinconada
CIUDAD. La construcción abandonada ha sido lugar de crímenes y epicentro de fiestas clandestinas.
Durante el mediodía, la única señal de vida que uno podría encontrar con toda seguridad en este edificio abandonado son moscas, que están revoloteando por el lugar. Nada más. El resto es solamente arena y basura acumulada, mayoritariamente plástico y botellas de alcohol rotas, cuyos trozos crujen al caminar, mientras la luz del sol entra por las ventanas, y también por pequeños agujeros que hay en el techo. En el primer piso también se siente un fuerte olor a quemado, proveniente de algo similar a paja quemada, tímidamente humeando.
Se trata de un inmueble de dos pisos, ubicado en el sector de La Rinconada, a las afueras de Antofagasta, camino a Juan López. A su alrededor no hay nada. Solo el mar, y la arena que también comienza a combinarse con las botellas y restos de basura que se van acumulando.
Su infraestructura base está hecha completamente de concreto, incluso las tres escaleras que tiene. El inmueble está compuesto por varias divisiones. Ya nadie sabe de quién es, quién construyó la casona o quién es propietario del terreno donde está ubicado. Pero sí se mantienen rumores de lo que probablemente debió ser: una disco, que fue edificada sin los permisos correspondientes. Al no tenerlos, dejaron las obras botadas ya hace años.
No hay espacio de sus muros que no contenga por lo menos un grafiti, muchos de nombres de quienes han visitado la casona en algún momento.
En todas las habitaciones que componen sus dos niveles hay más de lo mismo. Botellas, cajetillas de cigarro, pero también se pueden encontrar partes de vehículos, e incluso una lavadora y un colchón viejo.
Lo anterior demuestra que, durante la noche, hay más que solo moscas en esta casona abandonada.
Fiestas y crímenes
Es durante la madrugada de los fines de semana cuando se ve movimiento en esta mole de cemento botada en medio de la nada. Los vecinos de Juan López han denunciado que este inmueble es un constante foco de fiestas que duran hasta la mañana siguiente, con consumo de alcohol y drogas. También se realizan carreras de vehículos clandestinas.
No solo eso. La construcción abandonada ha sido lugar de crímenes que han sucedido hace poco. El 2019 se encontró un cadáver de un hombre, que tenía lesiones múltiples, como heridas cortopunzantes y golpes. Y durante octubre de este año, se denunció una violación a una mujer que fue perpetrado en el inmueble.
Durante el mismo mes de octubre también murió un menor de 17 años, luego de haber chocado con otros tres vehículos y quedar atrapado, colisión que ocurrió a pocos metros de este edificio.
La concejala Karina Guzmán afirma que se ha reunido con los vecinos de Juan López, y comenta que "están súper complicados, porque están corriendo riesgo ellos. Están haciendo carreras clandestinas, se ponen a tomar, se cruzan en la carretera, no hay fiscalización. Carabineros ha ido un par de veces en ciertos horarios, pero no aparecen más. A veces los vecinos tienen que ir a Antofagasta de urgencia, y no pueden pasar".
El concejal Luis Aguilera, en tanto, opina que es una preocupación que bienes inmuebles, ya sean del fisco o de particulares, queden en desuso y comiencen a generar problemas para sus respectivos vecinos. Agrega que "finalmente se producen focos de drogadicción, de delincuencia, focos de suciedad que terminan impactando no solamente la salud de los vecinos, sino que también contaminan el medioambiente".
Finalmente, su par Ignacio Pozo recalca que "mi posición es que se debería echar abajo. Hemos visto un foco de delincuencia. Han encontrado cadáveres, han violado personas, hay drogadicción. Solo tiene ese uso".