Locales establecidos acusan baja en ventas de un 30% por aumento de comercio ambulante
CIUDAD. Locatarios aseguran que sus ingresos se han visto reducidos considerablemente, ya que según explican, no pueden competir con el comercio informal. Piden a las autoridades mayor fiscalización.
Solo al caminar desde la Plaza Sotomayor hasta calle Prat, hay más de 200 puestos pertenecientes a comerciantes ambulantes. Entre los artículos que venden lo que más predomina es la ropa, pero también se pueden encontrar mascarillas, útiles de aseo, decoración de casa, juguetes, relojes, accesorios, joyas, perfumes, carritos de comida y jugos naturales, entre otros. Siguiendo por las cuadras aledañas, incluso llegando al casco histórico de la ciudad.
Es en ese sentido que los que más se han visto afectados son los locatarios establecidos que se encuentran al lado de los puestos ambulantes, pues, además de una pérdida de la calidad de los espacios públicos, indican hay poca circulación de público y compiten vendiendo los mismos productos. "Vienen a mirar la ventana para ver qué pueden vender, calcetines igual, lo mismo que acá venden afuera", confesó Juan Sin, vendedor hace 30 años de tienda La Victoria.
"De partida afecta porque la gente no puede circular, como primera medida. Segundo, afecta porque todos los días hay peleas y discuten entre ellos y no se puede trabajar tranquilo. Aparte de eso la suciedad que dejan todos los días, no se puede limpiar, no se puede hacer aseo, no se puede hacer absolutamente nada, y tampoco se les puede decir nada porque son insolentes", comentó el locatario, agregando que no pueden ir los transportistas a entregar mercadería a la puerta del local "porque no se puede pasar, hay que estar acarreando las cajas de a una desde allá de la esquina para poder pasar, y pidiendo permiso".
"Esta es la tienda más antigua de la ciudad y los dueños están pensando seriamente en cerrarla, esta tienda tiene más de un siglo, y lo más probable es que la cierren porque así no se puede seguir trabajando. Ellos (ambulantes) no tienen permiso, son totalmente ilegales, nosotros pagamos impuestos, patentes y nadie hace nada por nosotros. Ha afectado (las ventas) por lo menos un 30%. Aparte de eso, cuánto contribuyen a la mayor cantidad de contagios, no tienen ninguna medida de higiene, de seguridad, entonces así no se puede trabajar", cerró Sin.
Permisos
De acuerdo a datos de la Municipalidad, para el centro al mes de agosto los permisos ambulantes "y otros" eran de 154; para kioscos suplementeros 24; carritos metálicos del sindicato Perla del Norte 22; y módulos boulevard de calle Maipú 18. Este Diario consultó al municipio sobre las acciones que está impulsando para abordar el comercio ambulante, sin embargo, desde el área de comunicaciones señalaron que por el momento no se referirán al tema en cuestión.
El encargado de la tienda Real Sport, Marcelo Hurtado, admitió que les ha afectado bastante en cuanto a las ventas y visibilidad del local, "aparte de todo lo que arrastra lo que es el comercio ambulante, porque no es por discriminar, pero trae delincuencia, no hay un distanciamiento correcto. Y lo otro que nos ha afectado bastante es las fiscalizaciones de parte de la Municipalidad, fiscalizando a locales establecidos en los cuales nosotros cumplimos con normativas de sanitización, de alcohol gel, distanciamiento, permisos, impuestos, patente, todo lo que conlleva eso y afuera tienen un escándalo", manifestó.
Aparte de competir entre ellos mismos en cuanto a los productos que comercializan, lo que conllevó a bajar sus ventas en un 20% a 30%, Hurtado detalló que también les ha perjudicado en el funcionamiento normal del local. "Hemos tenido que ampliar turnos, contratar personal externo para traer mercadería (…) temprano 07:00 horas a veces en la noche, donde se pueda pasar porque no pueden circular los carros, no puede ingresar un vehículo para traer mercadería. Creció la delincuencia bastante, nosotros tuvimos que amarrar todo, meter fierro, invertir en seguridad, por lo mismo. Los días de movimiento contratamos un guardia para que esté acá, porque no llega Carabineros, no llega nadie a fiscalizar", concluyó.
"El otro día se quedó la basura porque los mismos basureros no pueden pasar por tanta gente. Ahora dejan los toldos, si esto era un paseo, no era una cosa de comercio. En realidad que nos ha afectado, más que nada mucha gente, y eso mismo lleva a que volvamos de nuevo a la Fase 3", señaló Angélica Tabilo, jefa de Calzados Paola.
Otros de los problemas que identifican los locatarios, es la violencia que se forma entre los mismos ambulantes, "se pelean por los puestos a golpes, a palos, en plena calle y hay gente que se ha desmayado incluso por la impresión (…) también contaminación auditiva. Se ponen a fumar marihuana, acá somos espacio cerrado, se siente todo el olor y nos intoxicamos con ese olor, pero no tenemos de que forma ir a enfrentarlos", sostuvo C. T. de Deportes Paola.
"Sobre todo en esta esquina de Maipú con Matta se ve mucho lo que es comida rápida, y tenemos muchos olores que acercan palomas, perros y se nos meten adentro de la sucursal. Y la visibilidad, la sucursal no se nos ve de ningún lado y afecta directamente las ventas, han bajado notablemente, de hecho vendíamos más en Fase 1 (…) y nosotros ganamos por comisión. Y las marcas gastan mucha plata en publicidad como para que no se vean", indicó Gerard Oyarce, ejecutivo de ventas de Wom.
Coordinación
En tanto el gobernador regional, Ricardo Díaz, explica que a su juicio lo que hay que hacer es "coordinarse entre todos, hacer primero un catastro de las reales características de los personajes que están ejerciendo el comercio en el centro, y a partir de ahí que puedan definirse y caracterizarse; a quién se ayuda, cómo se articula, qué otras cosas se pueden hacer. Porque no creo que hay que entrar en una dinámica solamente punitiva, de castigar y sacar, yo creo que eso sería un incendio que todos sabemos que no va a producir nada".
"Esta es la tienda más antigua de la ciudad y los dueños están pensando seriamente en cerrarla, y lo más probable es que la cierren porque así no se puede seguir trabajando".
Juan Sin, Vendedor tienda La Victoria