Decisiones en el sentido correcto
Declarar a la Región en emergencia climática no es sólo un mero trámite, sino que está en sintonía con lo que se debe hacer para ayudar a proteger el planeta. Decretar emergencia climática es lo aconsejable para garantizar que el crecimiento irá aparejado del cuidado del medio ambiente, sin ambages.
Un fuerte compromiso con el medio ambiente y el cuidado del planeta fue el que oficializó ayer el Gobierno Regional, que anunció que, de acuerdo a las actuales atribuciones, había decidido declarar emergencia climática para todas las comunas. Y no sólo fue un decisión inoficiosa, como algunos pudieran pensar, sino que es de vital importancia y está en línea con lo que espera la ciudadanía de sus autoridades en temas ambientales.
Esta determinación provocará una serie de cambios en temas trascendentales para el funcionamiento de distintas actividades en la zona, como también en decisiones respecto a la estrategia futura.
Entre ellos está el ordenamiento territorial, que es una de las tareas de la gobernación, tendrá que hacerse bajo esa mirada. Definir sectores vulnerables y cómo se debe orientar la labor en cada uno de ellos para promover la sustentabilidad.
La construcción de viviendas sociales tendrá que estar acorde a esos nuevos lineamientos. Ya no bastará presentar y ejecutar modernos proyectos, porque habrá nuevos parámetros que pueden ir desde el tipo de materiales de construcción hasta la utilización de fuentes energéticas menos contaminantes.
Lo mismo con temas tan sensibles como el hídrico, que será monitoreado y seguido bajo el prisma de su importancia como factor climático de la región.
Y uno de los puntos que se buscará incorporar es el referido a la crisis migratoria que en el último tiempo se ha agudizado. Esta tiene aristas sanitarias y complementarias para que puedan incorporarse a nuestra sociedad de un modo más armonioso y en ese trayecto hay aspectos ambientales que considerar.
En consecuencia decretar emergencia climática es lo aconsejable para garantizar que el crecimiento irá aparejado del cuidado del medio ambiente, sin ambages y con estricto respeto a los convenios internacionales y metas internas fijadas en esta materia.
Son cambios sustanciales, convenientes y precisos para que las comunidades locales puedan mirar el futuro con más esperanza con la que lo hacen hoy.
Sabemos que el desierto avanza y es difícil detener su expansión, pero algo, por más mínimo que se haga, tendrá una incidencia en nuestro planeta futuro.