Mejoras al sistema de elección proporcional
Si bien es un fórmula democrática que desbancó al criticado binominal, aún presenta injusticias como que camdidatos con una escasa votación logren ser electos. Para salvaguardar e impedir que se siga repitiendo estas inconsistencias se podría definir porcentajes mínimos y con ello salvaguardar que exista un respaldo respetable a los electos.
Durante años los partidos de la antigua Concertación y otros más de izquierda impulsaron campañas y también iniciativas legislativas para terminar con el sistema binominal de elecciones, porque a las claras era injusto y no respetaba el sentir de las mayorías. Fueron décadas y recién hace algunos años se terminó con el binominal y se adoptó un sistema proporcional que favorece a los sectores que logran mayor votación en las urnas.
Una modalidad mucho más democrática y representativa de sectores mayoritarios. No obstante, sigue adoleciendo de algunas situaciones que son difíciles de justificar, como el hecho que candidatos que tengan menos del 1% de adhesión logren algún cupo de elección popular gracias a la alta votación de su compañero o compañera de lista, el conocido arrastre.
Y no es solo ello, porque quedan fuera otros aspirantes que tuvieron una apreciable votación pero que como lista no sumaron los votos suficientes. De hecho, al a la Cámara Baja ingresarán seis candidatos que obtuvieron una votación inferior al 2% y cuatro de ellos menos del 1%.
En nuestra región, en las parlamentarias y de consejeros regionales hubo algunos casos que claramente ponen una mirada crítica al sistema proporcional y a la metodología D'Hondt y abren una puerta para que sea reestudiado y se logre eliminar algunas injusticias electorales como las vividas.
Hubo candidatos como Sacha Razmilic Evópoli), en la elección de diputados que fue una de las mayorías pero quedó fuera. En la de consejeros regionales en la provincia de Antofagasta Eslayne Portilla (PRI) fue la segunda mayoría y no le alcanzó para ser reelecto lo mismo que Sandra Pastenes (PS) en la provincia El Loa, que fue tercera mayoría.
Para salvaguardar e impedir que se siga repitiendo estas inconsistencias se podría definir porcentajes mínimos y con ello salvaguardar que exista un respaldo respetable en las urnas para quienes ocuparán cargos de elección popular.
También se podría optar por un sistema proporcional mixto, que se aplica en algunos países de Europa, que logra respetar los pactos mayoritarios evitando las inequidades comentadas.
Tal vez en lo inmediato no sea un tema de discusión, pero debiera tener un pronto debate.