Contradicciones en el seno del pueblo
Dra. Francis Espinoza F. Académica UCN
En su Pequeño Libro Rojo (1964) Mao Zedong se refiere a que en circunstancias normales, las contradicciones en el seno del pueblo no debieran ser antagónicas. Sin embargo, en nuestro país, el Estallido Social y la Pandemia del Covid-19 sí representan situaciones anormales que habría que analizar a la luz de los resultados de las elecciones del domingo pasado. En el caso de Carlos Marx, su idea utópica de un país avanzado, chocó con la cruda realidad de un nación atrasada. Por ende, las contradicciones no se dieron en los agentes revolucionarios, pues el proletariado no tiene nada que ver con el campesinado pobre. En el texto "Mao. Sobre la Práctica y la Contradicción" (2007), el filósofo esloveno Slavoj Zizek señala que a veces las revoluciones se producen en los países equivocados, algo así como la expresión anglosajona "nice person, wrong planet" (buena persona en un mundo errado). Sin embargo, no todo debiese ser tan pesimista, el mismo Zizek plantea que Cristo necesitó de la traición de Pablo para que el cristianismo se desarrollara como una Iglesia Universal, pensando que Pablo vino a ocupar la vacante traicionera que dejó Judas. ¿Somos un país atrasado o lleno de contradicciones?, ¿qué explicarían ciertos triunfos en las elecciones de hace una semana que no se acogen a un materialismo histórico? Me refiero a que el Estallido, el Plebiscito y el proceso constituyente marcaron una línea de acción de cambios profundos en el Chile actual. Sin embargo, pareciera ser que todo se fue al tacho de la basura. En este sentido, podríamos decir que no hemos construido una verdadera memoria histórica para dejar atrás procesos como la dictadura o los 30 años de gobiernos democráticos. También podríamos señalar que el/la votante de hoy tiene escasa conciencia de clase y su oportunismo electoral privilegia discursos y liderazgos más pragmáticos. O, desde un análisis también marxista, le podríamos echar la culpa a la historia que como dice el intelectual rumano Mircea Eliade, experimenta mitos de eternos retornos (1957). Tal vez no haya reales contradicciones en el seno del pueblo. La escritora estadounidense Margaret Atwood precisa que todos/as tenemos un 'Stalin dentro' (Puerto Ideas, 14/11/2021). Un amigo cercano (Juan Arias) solía decir que un 'pequeño pinochetito' habita en nosotros/as desde siempre. Por ende, frente a la oferta de una democracia excesiva, la gente prefiere gobiernos autocráticos. Si se le prometen cambios profundos y estructurales, el electorado privilegia el status quo. Es tan complejo definir el paquete de atributos que se forma el ser humano en su mente y sus conductas de decisiones. En otro columna (Paradigmas Políticos, El Mercurio de Antofagasta, 11/07/2021) me refería a los paradigmas que subyacen en las personas como construcciones de realidad, éstos son difíciles de erradicar cuando ya se han instalado como verdades absolutas en la mente, pero también en su 'habitus' (Bourdieu, 1979) o rutinas diarias. Sin duda, los medios, la propaganda y la comunicación política logran instalar estructuras de representación y significación (George Gerbner, 1998) con temas o ideas claves como el cambio, el orden, la migración, la seguridad y el miedo. Pero también es tarea del conocimiento y la intelectualidad ir desmantelando realidades que se incrustan como verdades absolutas y muchas veces a partir de las fake news reproducidas en las redes sociales. En una profunda crisis económica, política y social emergió el liderazgo de Hitler en Alemania. Por lo tanto, crisis y populismos hacen un buen matrimonio. Esto hace entender por qué nuestro país va a una segunda vuelta con una polarización significativa. Hace rato que vengo desarrollando la tesis de que los/as intelectuales del país no fuimos capaces de ver este fenómeno que se avecinaba. Lo predije en 2019 cuando escuché a José Antonio Kast en El Mercurio de Antofagasta y su discurso populista que a la gente común le gusta escuchar. Ahora podría decir que debiéramos poner ojo al factor Franco Parisi en las próximas elecciones presidenciales. Si uno/a examina el programa de Kast se da cuenta que es fácil de leer para el/a ciudadano/a de a pie. El programa de Gabriel Boric es extenso, latero y muy academicista, lo que se correspondería con lo que dice Edgar Morin que las izquierdas abrazan grandes utopías, pero no las pueden concretar (Diálogo sobre Política, la izquierda y la crisis, 2012). La contradicción de Boric, no es sólo el PC, pues como diría Zedong "… El comunismo no es amor. El comunismo es un martillo, que se usa para aplastar al enemigo", sino la incapacidad de convencer de que esos grandes sueños utópicos podrán ser realizados en un tiempo determinado sin que profundicemos aún más en las crisis que ya tenemos. La contradicción de Kast es que aunque su gobierno sea autocrático, ya no 'está el horno para bollos' para transformarse en una dictadura postmoderna. Las contradicciones no están en el seno del pueblo, sino en la elite política que nos quiere gobernar.
"En una profunda crisis económica, política y social emergió el liderazgo de Hitler en Alemania. Por lo tanto, crisis y populismos hacen un buen matrimonio".