Percepción de "posible empate" en el balotaje aumentaría la participación
ELECCIONES. Desde la implementación de voto voluntario, la región exhibe un sostenido descenso en los sufragios.
A solo 48 horas de la segunda vuelta de la carrera presidencial, una incógnita que se instala es cuántas personas del padrón electoral participarán en estas elecciones. Un factor que, según los expertos electorales, resultará clave para los candidatos Gabriel Boric (Apruebo Dignidad) y José Antonio Kast (Frente Social Cristiano).
Particularmente en la Región de Antofagasta la abstención ha sido un fantasma que se ha vivido desde 2013, año en que la inscripción pasó a ser automática y el voto voluntario.
Por ejemplo, en 1999, año en que se estrenó la segunda vuelta después del retorno a la democracia, en la zona el 84,30% de los ciudadanos habilitados para sufragar participaron en los comicios. Una tónica que se mantuvo hasta las elecciones presidenciales del 2009, en donde más de la mitad del padrón votaba (ver infografía).
Sin embargo, a partir de la segunda elección presidencial del 2013, primer año con la modalidad de voto voluntario, solo el 31,30% participó de las elecciones en la región. En adelante, los votantes que se restan de participar en los comicios superó a aquellos que acudían a las urnas a sufragar.
Votaciones decisivas
Los expertos consultados concuerdan en que el ambiente que ha rodeado la campaña electoral de esta segunda vuelta podría movilizar a más personas a participar de los comicios del domingo.
El analista político Osvaldo Villalobos explica que el 19 de diciembre habrá una votación "que va a bordear el 50% del padrón electoral". Recuerda que durante en la elección del 2017 "hubo una gran cantidad de gente que se abstuvo en la segunda vuelta, y que algunos interpretan que fueron las personas del Frente Amplio en su momento. Pero fue a votar gente que no lo hizo en la primera vuelta. Creo que parte de ese fenómeno lo vamos a poder apreciar en esta elección".
Villalobos menciona que las personas interesadas en participar ya tienen definido su opción, por lo que ambos postulantes a La Moneda han dirigido sus estrategias y mensajes a tratar de convocar al electorado que no fue parte de la primera vuelta.
José Miguel Cabezas, cientista político y académico del CISS de la U. Mayor, explica que "mientras la ciudadanía y el electorado tenga la percepción de que las elecciones son más o menos importante, más va a participar. El mejor ejemplo fue el plebiscito, en donde participó un porcentaje de electores nunca visto en los últimos años. Y el contraejemplo son las elecciones municipales o la segunda vuelta de los gobernadores, donde muy poca gente participa, porque considera que no es tan relevante para el día a día".
"La gran incógnita para este domingo es que si la ciudadanía, en general, va a percibir mucho en juego, o que la carrera está cerrada", plantea Cabezas. Y añade que ambos candidatos han instalado el mensaje que la elección está empatada y que será voto a voto. "Incluso la amenaza del senador Chahuán de imputar los resultados en el Tribunal Electoral, buscan la sensación que está peleado, y por lo tanto es importante ir a votar".
Para René Jara, doctor en Ciencia Política y director de la Escuela de Periodismo de la U. Santiago de Chile, las segundas vueltas con un escenario polarizado, como la actual, tiende a movilizar más el electorado. "Tengo la impresión de que va a ser una participación entre la que hubo en el plebiscito, donde fue excepcionalmente muy alta, y la votación de la primera vuelta. En ese rango se moverá en general. Tendiendo al 50%, pero muy difícil lo va a superar", plantea.
En la región, Jara manifiesta que "habrá una buena participación, pero no será histórica". Y que los votantes de Franco Parisi, el candidato del PDG y quien obtuvo la mayoría de sufragios en la zona, "no se va a movilizar por ninguna de las dos candidaturas". Aun así, argumenta que "se alcanzará el promedio que ha tenido Antofagasta. Como las votaciones que obtuvieron Piñera y Guillier, en la segunda vuelta".
"Mientras la ciudadanía y el electorado tenga la percepción de que las elecciones son más o menos importante, más va a participar. El mejor ejemplo fue el plebiscito, en donde participó un porcentaje de electores nunca visto en los últimos años".
José Miguel Cabezas, cientista político y académico del CISS de la U. Mayor