"Ingresan los talentos necesarios para que puedan desarrollar una carrera, sin el sesgo de la PTU"
Más de dos años transcurrieron para que Rafael Rosell, rector de la Universidad del Alba (ex UdPV), visitara la región. Hechos asociados al estallido social y la posterior pandemia alejaron al principal directivo del contacto de académicos y comunidad de la región.
Dos años, que confiesa, golpearon duro a la institución y significaron un cambio sustantivo a las directrices y fundamentos de la casa de estudios. Dos años en que, incluso, analizaron la posibilidad de dejar la región.
"Cuando nos queman la casa central en Santiago, pensamos que todo terminaba para nuestros estudiantes y comunidad. Fue complejo tratar de entender qué era lo que podíamos hacer con todo estas nubes oscuras que veías que caían sobre la universidad. Fue una situación bien compleja y dramática", puntualiza Rosell.
¿Por qué contemplaron la posibilidad de dejar Antofagasta?
-Porque veíamos que los esfuerzos no tenían los resultados que estimábamos. Y nos dimos cuenta que también era una responsabilidad nuestra. Al asumir ser una universidad regionalista necesitamos alguien que conociera perfectamente la región. Estamos haciendo una gran apuesta por ser una universidad regional. Quiero dejar en claro que esto no se trata de un anexo. Es una sede con autonomía necesaria para crecer como proyecto y estamos apostando hacia eso.
¿Nombrar como vicerrector a un ex intendente como Valentín Volta es parte de ese cambio?
-Como asumimos el compromiso regional, entendíamos que era muy importante que alguien de la región asumiera el liderazgo de la universidad. Y justo se produce la coyuntura que la vicerrectora actual que quería trasladarse y luego de mucho pensarlo, nos decidimos por Valentín Volta porque creemos que es alguien que conoce la zona y que con su liderazgo puede aportar con más fuerza a la región. Tenemos grandes planes para hacer crecer a la universidad. Creemos que es una región que en muchos aspectos está en pañales y que tiene un potencial gigantesco aparte de la minería.
¿Cuáles son los principales planes para esta nueva etapa?
-Tenemos varios temas que estamos mirando. En materia de energías renovables. El tema ambiental, sobre todo. Ingeniería ambiental, gestión ambiental, es vital. El tema del litio que es un gran tema al que queremos aportar. Abrir la internacionalización de la universidad mirando China, mirando los países vecinos. Generar nuevas carreras en el ámbito de la salud y eso lo estamos viendo para el 2023. Tenemos lo que requerimos van a estar algunas carreras más en esa área lo que para nosotros es un gran desafío porque son profesionales que queremos que se queden en Antofagasta. En paralelo, estamos generando un ramo de historia de Antofagasta para que nuestros estudiantes conozcan y generen pertinencia con el territorio.
La Universidad del Alba no exige ingreso PSU, ¿no considera eso una debilidad en el modelo educativo?
-Desde el 2013 que vengo poniendo en duda la PSU cuando el informe Pearson señaló que tenía muchas debilidades porque dejaba fuera a los colegios comerciales o técnicos. Estudios que se han hecho han reiterado que los colegios particulares logran mejores puntajes que los municipales. La pregunta es si los alumnos de esos colegios son más inteligentes. La respuesta es obvia porque los talentos se reparten de manera bastante igualitaria en la sociedad. La PSU es una prueba curricular, si te pasan bien el curriculum, va s obtener mejor puntaje.
¿Qué mecanismo aplica para seleccionar alumnos y no repetir errores de universidades que terminaron cuestionadas por la calidad de su modelo?
-Hemos diseñado un sistema de admisión inclusivo, pero selectivo. Hicimos el primer trabajo con Medicina y fue extraordinariamente bueno. Lo que hacemos ahora es implementarlo en todas las carreras. Tiene tres elementos. El primero es una entrevista personal. Ahí medimos liderazgo, compromiso, ganas y vocación de estudio. Hay una carta que debe enviar el postulante diciendo por qué quiere estudiar y cuál es el compromiso. Luego hacemos un test de inteligencia fluida. Este test plantea problemas que puedes resolver sin necesidad de conocimiento previo y eso nos permite conocer la capacidad del estudiante. Independiente de lo que sepas del curriculum, vamos a determinar si tiene la capacidad suficiente de resolver problemas complejos. Luego un tercer test que mide la forma de aprendizaje. Nuestros estudiantes vienen carenciados. Hay brechas muy grandes que tenemos que hacer para disminuir eso. Tenemos que determinar la forma en cómo aprenden. Hecho eso, podemos hacer un plan para que aprenda más rápido o mejor. No estamos abriendo la universidad para cualquiera, ingresan los necesarios talentos para que puedan desarrollar una carrera, sin el sesgo de la PTU. Eso nos permite hacer una selección de postulantes porque si lo aceptamos a todos, vamos a tener en seis meses mucha gente que abandona y eso no tiene ningún sentido.
¿Qué le parece la propuesta para educación pública de la futura administración?
Me preocupa muchísimo. Creo que es necesario mantener los proyectos mixtos en la educación superior para que tenga fuerza en todas las regiones. Algunos quieren hacer aumento de los montos basales que se les entregan a las universidades estatales y me parece perfecto. Pero eso debe ir aparejado de un equilibrio en cuanto al control de esos recursos. Hoy las universidades estatales no tienen control. Hay un control interno que no es efectivo y el de la Contraloría es mínimo. Tiene que haber un mecanismo de control porque, en definitiva, es plata de todos los chilenos.
"Tenemos grandes planes para hacer crecer a la universidad. Creemos que es una región que en muchos aspectos está en pañales y que tiene un potencial gigantesco aparte de la minería".