Antofagastinas son reconocidas como inspiraciones para el país
CIUDAD. Pertenecen a organizaciones de ayudas sociales como ollas comunes, las que nacieron a raíz de la pandemia en apoyo a sus poblaciones.
Un total de 35 mujeres emprendedoras y líderes de organizaciones sociales del país, de más de 100 postulantes, fueron beneficiadas con capacitaciones, mentorías y apoyo económico gracias al programa Mujeres Que Inspiran del Banco de Chile en su primera versión, el que busca destacar a mujeres que impactan positivamente en la comunidad. Cinco de ellas son de Antofagasta, ligadas a obras sociales en sus distintas poblaciones.
Todas participaron por cuatro meses de reuniones con mentores para aprender de materias personalizadas que fueran en pos de sus áreas de interés. Haber quedado seleccionada en el programa, además, implicaba adjudicarse $3 millones para sus organizaciones. Al finalizarlo, fueron convocadas a una ceremonia en Santiago este mes, obteniendo el reconocimiento de ser una "mujer que inspira".
Una de ellas fue Maribel Méndez, presidenta de la Fundación Líderes Unidos, la cual reúne a activistas sociales de la ciudad principalmente abocados a lo social y a hacer capacitaciones de la Ley 20.500, "en eso estábamos hasta que el estallido social y después la pandemia, con todas las restricciones de desplazamiento. Entonces, una integrante de Líderes me sugiere fundar una olla común en su población, allí estuvimos apoyando cada domingo durante más de nueve meses en la José Miguel Carrera", contó.
Luego, se sumaron a la iniciativa liderada por el campamento Altamira en la Escuelita Rebelde Chepuja. "Como no había olla común, vamos parte de la fundación y creamos un punto de apoyo los domingos (…) Ayudé en la tramitación de permisos, llegando hasta 40 ollas. Un dirigente de una de ellas, pastor Ismael, me informa de este premio y me dice que postule", detalló Méndez. "En el acto central donde estaban 100 mujeres del país, tengo el honor junto a otras compañeras de la ciudad en salir elegida", cerró.
Ollas comunes
Otra de las destacadas fue Jocelin Ulloa (35) de la Iglesia Evangélica Cristiana Nacional, donde con su esposo Ismael Araya son pastores hace seis años. Narra que siguen el ejemplo de su suegro, pues él hasta antes de su muerte siempre aportó a la población. Explica que la iglesia siempre ha ayudado, pero cuando inició la pandemia "se quedaron de brazos cruzados" sin poder seguir debido a las restricciones. Hasta que convenció a su esposo de realizar una olla común. "La iglesia siempre había trabajado para la población, pero no de esta forma. Tomamos lo que teníamos y empezamos a comprar. La primera vez hicimos 100 almuerzos y llegamos a hacer 210 para nuestra población", indicó.
Un día se les agotaron los recursos y solo alcanzaba para un día más, así que vendieron los materiales que tenían para cerrar su iglesia; ventanas, bloques, fierros, y pudieron sostenerse por más tiempo. Hasta que la llamó un ejecutivo porque había quedado registrada en una base de datos, le comentaron del programa y los requisitos. Confiesa haber creído que era una estafa y bloqueó todas sus cuentas, acto seguido llama al call center y le dicen que no existe ningún fondo, así que decidió ir personalmente al banco y allí le confirmaron la existencia de el.
"Yo no trabajo en un trabajo remunerado, pero sí para aquellos que lo necesitan y me siento contenta. Quisiera también inspirar a otras a poder ayudar a los demás, olvidándonos de nuestros problemas, organizando nuestras vidas para poder ser un apoyo, sacar de lo que no tienes para ayudar, porque muchas veces decimos: no tengo. Muchas veces yo tampoco tuve, y de lo poco que tenía ayudé a la gente", finalizó.
Otra fue Jéssica Gómez, de la Olla Común Resistencia Social de la población Miramar central. "Fue una muy hermosa experiencia, en ese camino conocí a mujeres hermosas de corazón y humanidad, que con cuatro meses viéndonos por reuniones online se aprendió a saber de ellas y sus emprendimientos, o como ayudan a su comunidad. Gracias a Banco de Chile que me dio los materiales y a mi gran mentora Diane David, quien con sus consejos soy una mujer que puede lograr lo que se propone", señaló.
También está Lizeth Hurtado (27), presidenta del Comité de Vivienda Desierto Florido del Norte del campamento Los Arenales. Reconoce que en un inicio la convocatoria no estaba destinada para ella, sino para la vocera Elizabeth Andrade. "Al final de este proceso está la entrega de los $3 millones, tuvimos que hacer un pequeño proceso de evaluación de lo que necesitábamos y lo que podíamos comprar e implementar para seguir con nuestras obras sociales", dijo.
Así que compró dos parlantes, un proyector y un data porque quieren implementar charlas para mujeres y niños. También dos computadores y una impresora para aquellos que tengan problemas al acceder a sus clases y dos baños para la sede, ya que solo tienen uno mixto y quieren otro con ducha incluida. Esto último porque, en caso de que ocurra un incendio y deban alojar personas allí, puedan tener una mejor condición.
Y la última seleccionada fue Margarita Castro de la Agrupación Familiar Juntos Podemos, pero no pudo estar presente en la ceremonia en Santiago por no tener el pase de movilidad, lo que le impidió viajar.
"Quisiera también inspirar a otras a poder ayudar a los demás, olvidándonos de nuestros problemas"
Jocelin Ulloa
"En el acto central donde estaban 100 mujeres del país, tengo el honor junto a otras compañeras de la ciudad en salir elegida"
Maribel Méndez