"Tenemos una gran oportunidad de impactar nuestras ciudades en el desierto"
ANTOFAGASTINIDAD. Carlos Miranda, arquitecto
Carlos Freddy Miranda Zuleta nació en Nueva Imperial, pero creció en el otro extremo del país, en la ciudad de Iquique, conectándose luego en la Región de Antofagasta como un hijo más de esta tierra.
En la capital de la Región de Tarapacá pasó su infancia y realizó sus primeros estudios. Mientras estaba en el Liceo de Hombres de Iquique vivió el fuerte cambio que significó la apertura de Zofri para la zona, con el aumento de habitantes y actividades que, según su opinión, forjaron generaciones inquietas, activas y de gran capacidad de integración.
En 1992 recibió el grado de licenciado en Arquitectura y el título profesional de arquitecto por la Universidad Católica del Norte y ahí comienza a ejercer de forma libre en diversos proyectos, todos conectados con nuestra zona, al mismo tiempo, comenzó sus actividades en el mundo académico, llegando a graduarse de maestro y posteriormente de doctor en arquitectura.
Actualmente, es secretario académico de la Escuela de Arquitectura de la UCN y director del proyecto que creó la Red BIM Regional.
¿Qué lo llevó a hacer de la arquitectura su profesión?
-Al ingresar a la carrera nos hicieron llenar una ficha que incluía esta pregunta. Mi respuesta fue convencional, que era para salvar el planeta, la sociedad y ese tipo de cosas. Sin embargo, mis motivaciones fueron propias. Gustaba de disponer y organizar las cosas, actividades, escenografías, dibujar, modelar, armar y hacer maquetas.
Hoy entiendo que en ese entonces descubría y accionaba en el mundo desde la manera en que es una dimensión del conocimiento y el hacer.
Dentro de su trayectoria ha trabajado en la docencia ¿qué lo mueve para preparar a futuros arquitectos del futuro?
Cada vez las disciplinas se pueblan con más contenidos, muchas veces discordantes hasta esquizofrénicos. Quienes formamos debemos discernir lo que es necesario.
Me motiva seguir siendo estudiante, tratando de entender cómo encajar tanta información, cómo ordenar y tomar lo que corresponde, lo significativo y necesario para luego exponer a los estudiantes, con el objetivo de poder responder adecuadamente a lo que se viene, de acuerdo a la importancia, naturaleza y consistencia que les cabe.
¿Qué proyectos de espacios públicos podría destacar?
-Distinguiría tipos de proyectos públicos: hay los que sostienen actividades de lo público, como el edificio MOP, MINVU u Hospital; hay otros edificios que construyen la vida pública desde su función, algunos antiguos como el Mercado, el ex Correo y actuales como la Municipalidad y los estadios.
Pero los más necesarios son aquellos que su destino es ser público: las calles, plazas, parques y balnearios. Nos permiten integrar permanentemente la dinámica y diversa sociedad, vinculando la vida urbana y el territorio, ante el paisaje de la ciudad y de la naturaleza.
Tenemos una gran oportunidad de impactar bellamente en nuestras ciudades en el desierto, como por ejemplo lo hizo en su tiempo la intervención del Cerro Santa Lucía y el Parque Forestal en Santiago, algo que se puede hacer acá.
¿La nueva tecnología BIM podrá ser usada en este tipo de trabajos?
-La arquitectura sigue originándose en el dibujo, en las rayas. Es una manera de describir el mundo, de pensar, de crear e intervenir. Sin embargo, ingresaron a las disciplinas del sector de la construcción poderosas herramientas de representación con asiento en la informática y computación. A pesar de la velocidad de crecimiento, inició hace poco y tenemos la opción de participar no solo como usuarios, sino como protagonistas.
¿Cuál es su lugar favorito en la región?
-La Región de Antofagasta es una enorme colección de puntos extraordinarios desde la costa a las cumbres, lagos y volcanes de Los Andes. Creo que pocas son las personas que pueden decir: "he estado en todas", pero sí, muchos intentamos sumar la larga lista a nuestra experiencia.
Personalmente, me gusta La Rinconada que da cara a la corriente de Humbolt, del Pacífico Sur. Un espectacular atardecer que ilumina los volcanes del Salar de Atacama. Y Quillagua, como la anciana que sabe de sostener la vida de miles de años en nuestro desierto.
En lo personal, ¿cómo lo ha marcado la pandemia?
Como a muchos, la pandemia se llevó a algún ser querido de nuestras vidas. En este dolor la biografía personal se reunió con la historia. La globalización, la ciencia y tecnología cambió la vieja epidemia de los libros por una total.
Ocurrió también, como algo novedoso, que nos protegimos en los hogares y desde ahí nos conectamos con el mundo. Las relaciones humanas volvieron a ser importantes: los padres, hermanos, hijos y abuelos. Así como la familia apareció, también los amigos y vecinos. Se cultivó más la vocación, la bondad, también el respeto por el espacio y el tiempo. Espero que lo cuidemos.