Rodrigo Ramos Bañados.
Un aviso en redes sociales de Antofagasta, reveló una práctica que es más habitual de lo que parece. Se trata de la venta de una casa, en una toma de terreno, que consta con dos habitaciones, sala, cocina y baño. Según dirigentes de campamentos, la práctica es común; bastante, incluso. Tanto, que con alrededor de cinco millones de pesos, o un poco menos, uno puede optar al denominado "sueño de la casa propia", negociando con las personas a cargo, que muchas veces también manejan la electricidad y el agua. Así, puede hablarse de "mafias" que controlan el negocio de las viviendas en terrenos fiscales.
René Alcaino, dirigente del campamento Génesis 1, confirmó la realización de estas prácticas a un nivel más "amplio", del aviso publicado en Facebook. "Es habitual. A nivel general, puedo decir que siempre hay personas interesadas en comprar casas aquí arriba, y por consiguiente, para responder la demanda, aparecen una suerte de inmobiliarias ilegales. Se construyen y se venden viviendas. Se venden con todos los servicios, por ejemplo, agua y electricidad. Es ahí, cuando uno se detiene, revisa el problema, que viene arrastrándose hace bastante tiempo, y se pregunta: dónde están las autoridades y los controles para que esto no suceda", aseveró.
Dijo que las casas, incluso, se traspasan con documentos notariales para imprimir más seriedad a los tratos. "El tema ha sido tratado en la antigua gobernación, pero a la fecha sigue sin ningún freno. Cerca de dónde vivo, por ejemplo, una familia dividió el terreno, de 10 metros por 35 metros, donde vivía, en diez partes. Por la venta de las diez partes sacaron alrededor de 20 millones de pesos. De esa manera, las personas se van haciendo con su casa, y los campamentos van creciendo hacia el cerro. Los terrenos, que son del Estado, al final son un negocio para quienes los ocupan", afirmó.
Agregó con alrededor cinco millones de pesos basta y sobra para comprarse una casa. "Por estos lados, se construye una ampliación en un campamento. Hay alrededor de 50 a 100 casas nuevas. El agua vale 150 mil pesos extras y el derecho a la electricidad, lo mismo. El problema -dijo- se produce cuando no le cumple con las deudas a la persona que organiza. A veces, el asunto termina mal, pues la persona llega y manda a terceros a desalojar y hasta provocar incendios. Es una suerte de mafia que opera a vista y paciencia de las autoridades y carabineros", indicó.
René Alcaino dijo que por denunciar la situación ante autoridades ha tenido problemas con vecinos, con amenazas de por medio.
Otra opinión es la de Marcela García, dirigente de Campamentos Unidos Antofagasta. "Las casas que se venden en tomas es porque la persona abandona el sitio, pero cuando se vende se indica que sólo es el material y no el terreno. Y quién vende, por consiguiente, pierde todos los derechos que obtenemos por tener un espacio. Es diferente cuando anteriormente se hacía venta ilegal de terrenos", afirmó.
Bienes Nacionales
Ante esta situación, el seremi de Bienes Nacionales, Luis Colman, aclaró que en primer lugar, es necesario destacar que las ventas que realizan esas personas, sobre terrenos fiscales que no son de su propiedad, son ilegales y de ninguna manera transforman en dueños a los compradores de dichos espacios.
"Es más, incluso podría constituirse el delito de fraude si se dan ciertas condiciones", resaltó.
Sostuvo que en segundo lugar, "hacemos un llamado a no seguir jugando con la vulnerabilidad y necesidad de las personas, que con ilusiones pagan lo que piden estos inconscientes, pero que de ninguna manera se transforman en dueños de lo vendido, puesto que el terreno sigue siendo fiscal. Finalmente, hacemos un fuerte llamado a la ciudadanía a denunciar en la Fiscalía este tipo de actos inescrupulosos".
$5 millones es el valor referencial que tiene una propiedad en venta en terrenos de asentamientos de la capital regional sería el costo por acceder a redes de agua potable y tendido eléctrico en campamentos.