"Antofagasta debiera ser una de las primeras regiones en llegar al déficit cero"
Sebastián Bowen, director ejecutivo de Déficit Cero, menciona que, de acuerdo con los catastros levantados por Techo Chile y Fundación Vivienda a inicios del 2021, "en los últimos dos años, desde el 2019 al 2021, la población en campamentos aumentó más de 64%, pasando de 47 mil familias aproximadamente, a más de 81 mil familias. Estamos hablando de tres veces la cantidad de familias que vivían en campamentos si comparamos lo actual con lo que Chile tenía una década atrás. Ha sido un fuerte impacto de todos los procesos, por un lado, el estallido, y también de la pandemia".
Y agrega: "prácticamente el 75% de las familias, tres de cada cuatro familias, antes de vivir en un campamento, ya vivían en condiciones de allegamiento, de hacinamiento, de arriendo informal, y a veces abusivo. Nos fuimos dando cuenta que el campamento no era un problema en sí mismo, sino que era un problema conectado a algo más grande, que es el acceso a la vivienda en el país".
Por lo anterior, durante este mes se constituyó la iniciativa Déficit Cero, cuyo objetivo es terminar con el déficit habitacional antes del 2030. Bowen comenta que "lo que buscamos nosotros es generar una plataforma de colaboración entre distintos actores". El proyecto es apoyado por diversos actores del mundo público, privado y académico, como Techo Chile, la Cámara Chilena de la Construcción y expertos de la U. de Chile y Católica.
¿Cómo ha empeorado la realidad en la región en cuanto a la cantidad de campamentos?
-La Región de Antofagasta es bien paradigmática en comparación con el resto del país. Es una de las zonas - sobre todo la comuna de Antofagasta- que concentra la mayor cantidad de familias viviendo en campamentos y requerimientos de viviendas. Es decir, familias viviendo en condiciones de allegamiento. Si tomamos en consideración la Casen del 2020, la última realizada, y adherimos todas las familias registradas en el catastro de campamentos, nos vamos a dar cuenta que en la región tiene, aproximadamente, 22 mil familias que hoy necesitan vivienda. Por lo tanto, sin duda es una temática súper candente y prioritaria para la zona, donde además sabemos que cuentan con el suelo y los recursos para poder responder a esta problemática. Vemos, que, en un plan para enfrentar el déficit habitacional, Antofagasta debiera ser una de las primeras regiones en llegar al déficit cero.
¿Cómo va a trabajar en la región Déficit Cero?
-Una de las iniciativas más importantes de Déficit Cero son los planes estratégicos locales. Cuando revisamos el déficit habitacional en todo Chile, nos damos cuenta de que cerca del 75% de la problemática, se encuentra anclado en 15 territorios. Uno de ellos, bastante preponderante, es justamente la Región de Antofagasta, y en particular las comunas de Antofagasta y Calama. Debemos trabajar con las autoridades locales, el gobierno regional y los municipios, y también convocar actores privados, sociales, al mundo académico, y así elaborar un plan sobre este diagnóstico para el déficit cero que implique proyectos importantes desde el punto de vista urbano y habitacional. Posterior a eso, buscar levantar en conjunto la inversión para que se pueda hacer. Con los análisis que hemos podido hacer a partir de esta iniciativa, es darnos cuenta de que el nivel inversión que se requiere exige el compromiso de todos los actores. Ninguno lo logrará por sí solo.
El objetivo es que de aquí al 2030 se resuelva el déficit habitacional, ¿qué estrategia seguirán para llegar a esta meta?
-Acá va a ser muy relevante los siguientes elementos: en primer lugar, no tenemos una política ni programas que permitan acompañar a las familias en el tránsito de que no tienen una vivienda y la puedan tener. Hoy día la familia que no accede a una vivienda a través del mercado, o a través de un subsidio, es una familia que está destinada a vivir en una situación de campamento o de allegamiento, y eso no puede ser. Por eso, vemos con muy buenos ojos proyectos interesantes que se están elaborando, como los barrios transitorios, que permite las familias lleguen a un lugar, con condiciones básicas humanitarias, se puedan capacitar y organizar, para luego poder llegar a una vivienda más formal a través de los subsidios u otras herramientas. Es sumamente importante que esto pueda escalar a todo nivel nacional y especialmente a la comuna, porque es una respuesta rápida, de emergencia, pero que permite contar con la seguridad en la tenencia, con la seguridad de las conexiones de servicios básicos, y también permite trabajar en la organización y formación de esas familias.
Un segundo elemento bien importante en la región es todo lo relacionado con el suelo. Un déficit habitacional está anclado al déficit del suelo. Pero sabemos que en Chile no es que no tengamos. Por eso, en la región buscamos más acuerdos públicos y privados para que se puedan disponer de suelos para este tipo de soluciones. Hemos visto que se ha dado un anuncio, donde se dispone de 270 terrenos en todo Chile por parte de Bienes Nacionales para el Minvu y que busca dar una solución a las familias. Esos mismos acuerdos y convenios se podrían hacer con otros terrenos, de empresas públicas, de las Fuerzas Armadas, y que permita dar esta solución.
El tercer foco es diversificar nuestro tipo de soluciones. La política habitacional está anclada en un solo tipo, siendo el principal pilar un subsidio a la demanda para la adquisición de vivienda nueva y en propiedad. Resulta que es una política altamente rígida, diseñada de forma central, y eso es un problema. Tenemos que diversificar el tipo de tenencia, el tipo de financiamiento de una vivienda, el tipo de construcción, y variar también en la participación de la familia. Eso permitirá que, por ejemplo, en algunos casos, sea una solución de autoconstrucción asistida; en otros una vivienda propia, o en otros casos un arriendo. Así distintos tipos de soluciones que tiene que emerger desde la política habitacional.
"Debemos trabajar con las autoridades locales, el gobierno regional y los municipios, y también convocar actores privados, sociales, al mundo académico, y así elaborar un plan sobre este diagnóstico".