A 143 años del desembarco: cinco protagonistas del día de la anexión
HISTORIA. Desde una asolescente boliviana que ocultó la enseña de su país bajo sus faldas para que no fuese profanada, hasta un funcionario inglés que dio el puntapié para el estallido del conflicto son algunas de las personas que vivieron el 14 de febrero de 1879 en Antofagasta.
El 14 de febrero de 1879 cayó un viernes. Los conflictos por el aumento del quintal de salitre a la empresa Ferrocarriles de Antofagasta por parte del Gobierno de Bolivia venían escalando desde hace un año y, para esa jornada, se dio el quiebre con la ya conocida ocupación de Antofagasta a manos de 200 militares chilenos.
Pese a que el puerto era de Bolivia, no hubo incidentes más allá de algunos mítines y arrebatos antibolivianos por parte de la población (chilena en su mayoría). Pero hubo historias y protagonistas.
Dos mujeres que, dando muestras de patriotismo cada una por su país, hicieron lo posible por eliminar/defender los símbolos de sus respectivas nacionalidades, una autoridad boliviana que prometió una férrea defensa del puerto, un inglés cuya obstinación fue preponderante para el inicio de la guerra y un viejo oficial que tuvo por misión ejecutar el desembarco fueron algunas de estos protagonistas.
Si bien los adjetivos para esta acción militar son diversos, para el el Dr. en historia y académico de la Universidad Católica del Norte, José Antonio González -cuyo tío bisabuelo, Alejandro González Pérez, redactó el acta de ocupación-, explicó que el hecho fue una reivindicación más que una anexión.
"Incluso la historiografía boliviana reconoce que ellos tenían una ínfima minoría, o sea, la presentación demográfica boliviana es casi irrelevante, de pocos funcionarios públicos. Los dos censos que se realizan antes de la guerra, el de 1875 que realizó el chileno Matías Rojas y el de 1879, un censo también municipal, la participación poblacional chilena es sobre el 85%. Entonces ese factor demográfico, más considerando que Caracoles está dominado completamente por chilenos, demuestran que en la zona, ya para la guerra habían más de 10 mil chilenos", explicó.
Protagonistas
En pleno barrio histórico yace el busto del militar Emilio Sotomayor, quien fue el encargado de ejecutar el desembarco desde el buque Blanco Encalada, llevando a tierra a unos 200 efectivos del Ejército para hacer la toma.
Sotomayor, de entonces 52 años, fue el encargado de notificar a las autoridades bolivianas en tierra de que la ciudad, debido al inminente remate de las salitreras por parte de Bolivia, sería ocupada puesto a que con el remate, Bolivia incumplía con tratado previo y por ende, Chile desconocería los límites fronterizos.
"Aquí interviene, por un lado el cónsul general de Chile, Salvador Reyes, también va a intervenir Emilio Sotomayor, el jefe de las fuerzas expedicionarias que ocupan Antofagasta. En esto hay obviamente otras personas secundarias como el capitán de artillería marina José Luis Borgoño, o el capitán Exequiel Fuentes", cuenta el académico de la UCN.
Sotomayor con el curso del conflicto, se volvería un personaje clave al participar en conflictos armados como la Toma de Pisagua y la batalla de Dolores en noviembre de 1879, y las maratónicas jornadas de Chorrillos y Miraflores, las cuales decantaron en la ocupación de Lima en enero de 1881.
Otro protagonista con un papel menos activo en lo militar, pero clave en el desenlace fue el administrador británico de la compañía de Salitres de Antofagasta Jorge Hicks, quien en silencio, desde las penumbras de su oficina ubicada frente al muelle donde se efectuaba el desembarco, observaba la escena con un dejo de complacencia.
Hicks fue quien puso el grito en el cielo cuando las autoridades bolivianas le notificaron que debía tributar más de lo acordado por quintal de salitre exportado, exactamente un año antes de la ocupación.
El tira y afloja entre el británico y las autoridades bolivianas llevaron incluso a que se emitiera una orden de detención contra el primero. La negativa de Hicks a aceptar el aumento del gravamen llegó a escalas diplomáticas cuando el gobierno de Chile trató de mediar entre la compañía y el gobierno de Bolivia.
Fracasadas las instancias, se procedió a la ocupación del puerto. En el mismo atardecer del 14 de febrero de 1879, Hicks dispuso de una cena para los oficiales chilenos, habilitando a su vez las dependencias de la compañía el Ferrocarril para que las tropas levantasen su campamento. Hoy, el ancla del cerro -mandada a dibujar por él para que los buques reconocieran el incipiente poblado- y un estrecho pasaje en Gran Vía recuerdan al inglés.
"Incluso la historiografía boliviana reconoce que ellos tenían una ínfima minoría, o sea, la presentación demográfica boliviana es casi irrelevante, de pocos funcionarios públicos. "
José Antonio González, Doctor en Historia y académico
"(Genoveva Ríos) es alzada en los hombros de varios hombres que estaban en esta manifestación para que ella pueda dar alcance al escudo boliviano que estaba en esta prefectura".
Ana Olivares Cepeda, Investigadora histórica