Iniciativa busca instalar estatua en recuerdo a las viudas de los caídos de la Plaza Colón
Una mujer de túnica, cubierta con un velo en su cabeza en señal de luto y sosteniendo una rosa es la estatua de tamaño humano que la agrupación "Matanza en tu Plaza" busca instalar en la Plaza Colón de Antofagasta.
Este monumento que recuerda a las viudas de los obreros del ferrocarril asesinados durante la tragedia del 6 de febrero de 1906 sería la segunda de esta índole, luego que en 2018 la misma agrupación lograra erigir un pilar con un puño de acero doblando rieles a metros del reloj, honrando directamente a las víctimas.
La estatua fue hecha por el artista Carlos Troncoso Cicardini (mismo cultor del monumento Alma del Pueblo del paseo Prat) quien manifestó que "por supuesto que hay que homenajear siempre a los caídos, a los que pusieron la cara, a los que estuvieron en la lucha. Pero que también quedaron muchas viudas sufriendo por años y han seguido tal vez, con sus nietos o bisnietos. Es por eso que surgió la idea y se hizo este homenaje a una de las viudas".
Asimismo agregó que "la obra que hicimos con mi hijo fue en forma espontánea y el resultado fue el monumento. Espero que sea un granito de arena aquí, en este desierto que represente en parte, lo que fue esa matanza".
Instalación
Si bien la estatua fue presentada a la comunidad el pasado 6 de febrero, en medio de una pequeña ceremonia de conmemoración del 116 aniversario de la tragedia, ésta aún no ha sido instalada.
Al respecto, la directora del ciclo de teatro y memoria de la agrupación Matanza en tu Plaza, Claudia Moreno, manifestó que de momento se encuentran con las tramitaciones para poder instalar la obra de forma definitiva.
"Actualmente realizamos una solicitud de permiso para la Ilustre Municipalidad de Antofagasta, de la cual aún esperamos respuesta para, así mismo, ingresar una solicitud al Consejo de Monumentos Nacionales para que se autorice la protección de esta iniciativa ciudadana", explicó.
Tragedia
La matanza de Plaza Colón fue un hecho acaecido en 1906, en el contexto de las primeras manifestaciones obreras realizadas a inicios del siglo XX. Para ese año, los trabajadores de la empresa Ferrocarril Antofagasta demandaban a la administración una media hora adicional a su hora de colación.
Si bien este fue el petitorio inicial, el tira y afloja entre los obreros y la jefatura comenzó a escalar a tal nivel, que con el transcurso de los días se plegaron a los obreros ferroviarios otras mancomunales obreras de la ciudad, como estibadores y portuarios.
Para los primeros días de febrero de ese año la situación ya era álgida, con paralización del comercio y disturbios varios. Para el martes 6 de febrero, mancomunales llamaron a una manifestación en el centro de la ciudad, la cual terminó con altercados.
Según el diario El Comercio "en la mañana un grupo de huelguistas apedreó y después destrozó una máquina del ferrocarril sin que las fuerzas supiesen contenerlos. Más tarde como a las 2, otro grupo de gente anónima, asaltó una carreta cargada de cajones de cerveza y que pasaba por la calle Prat entre San Martín y Latorre".
Por este motivo, empresarios y comerciantes se habrían armado, conformando una guardia civil la cual a las 16:00 horas, tras un mitín obrero en Plaza Colón se hizo presente en el lugar. En esta instancia se produjeron diversos altercados que generaron tiros por parte de la guardia civil, provocando pavor entre los convocados quienes huyeron hacia la costa, bajando por calle Bolívar.
Ahí, un destacamento de marinos que habían arribado pocos días antes, creyendo estar frente a un ataque, disparó a mansalva contra la muchedumbre despavorida, generando la tragedia. Hasta hoy no hay fuentes fidedignas que den cuenta de las víctimas fatales. Cifras oficiales contabilizan 48 muertos, mientras que trascendidos hablan de hasta 300.
Actualmente, en el cementerio Municipal de Antofagasta yacen sepultadas dos víctimas identificadas de esa cruenta jornada. Juan Rodríguez y Richard Segundo Rodgers.