Retorno a clases presenciales registra una alarmante alza de agresiones entre escolares
FENÓMENO. Expertos sostienen que dos años de encierro por la pandemia han dificultado el control de impulsos y la forma de resolver problemas en alumnos.
"Las peleas se están anunciando por redes sociales", comenta con inquietud Juan Herrera Veas, director del Liceo Industrial Eulogio Gordo Moneo de Antofagasta, sobre la mayor violencia que hoy evidencian escolares tras su retorno a clases presenciales luego de dos años de pandemia.
Alumnos del establecimiento hace algunos días se involucraron en una riña en una plazoleta próxima al recinto educacional. En la confrontación, que se difundió a través de un video, habrían participado además adolescentes que no pertenecen al recinto. En la imagen, en tanto, se advierte que unos de los menores empuña un arma y otro aparentemente un puñal. Rojas Veas sostiene que luego del enfrentamiento, cuyo origen se vincularía a rencillas familiares de los menores involucrados, se ha solicitado la presencia de Carabineros en horario de salida de los estudiantes. La labor de vigilancia del personal del Liceo Industrial evitó ayer, según comenta, otra pelea en el mismo lugar.
Habilidades sociales
Para Herrara Veas las crecientes agresiones o amenazas entre escolares en este retorno presencial a clases, que también se han repetido en otras zonas del país, tendrían varias causales. Entre estas menciona la falta de inducción sobre hábitos para la vida y práctica de habilidades sociales, que los alumnos dejaron de recibir y cultivar tras dos años de pandemia.
"Esto ha significado una problemática, que se generó debido al encierro y que no compartieran entre sí. Hoy la forma que muchos tienen para resolver sus problemas es a través de la violencia. Sus habilidades sociales están muy disminuidas", agrega.
Entre otras situaciones de maltrato escolar que han trascendido, a poco más de una semana del retorno a clases, figura el caso de un menor (7) del Escuela La Bandera de Antofagasta.
Según comenta la madre del menor, Camila Castro (25), su hijo sufrió agresiones y maltrato desde el primer día de clases.
"Al principio lo tomé como una pelea habitual de niños, pero al segundo día siguieron los empujones y patadas. El lunes ocurrió lo más grave, mi hijo llorando en la casa le cuenta a mi tía, que lo fue a retirar, que un niño lo tomó de los brazos y el otro le pegó en su carita combos y cachetadas. El (niño), que lo tenía tomado de los brazos, le dice al otro que lo llevaran al tercer piso para tirarlo desde ahí. No conforme con eso, el niño que lo sujetaba de los brazos manda a otro niño para que le enterrara un lápiz en la espalda. Luego al salir de la sala, le pegaron un rodillazo en el estómago", relata apesadumbrada.
Según Castro, en el establecimiento actuaron con displicencia ante lo ocurrido a su hijo y solo intentaron abordar en apariencia su situación cuando trascendió que había divulgado lo ocurrido en redes sociales. Incluso, afirma, se enteró a través de otro video que el director del establecimiento la habría tratado de "enferma" en una reunión por haber divulgado las agresiones a su hijo.
Hoy la madre del menor afectado confirma que concretó el cambio de establecimiento del menor de edad.
Un objetivo que también persigue María José Colina (29), quien se disculpa al emocionarse al recordar el episodio que afectó a su hijo (6) en la escuela Arturo Prat.
"Mi hijo entró a primero básico y el día lunes llegó con el cuellito quemado porque usan un distintivo con su nombre. Llegó con el cuello muy feo, porque se lo jalaron muy fuerte. Luego el martes llegó con un moretón. Dijo que un niño lo tiró del tobogán y se había golpeado con un fierro". Colina sostiene que cuando intentó exponer el caso en el establecimiento le respondieron que debía seguirse un protocolo de atención que incluía atención virtual, y que solo en caso de fuese necesario, la citarían.
"Llevé a mi hijo a constatar lesiones a Carabineros, donde me dijeron que pudo haber sido más grave (lesión)", agrega Colina, quien retiró al menor afectado de la escuela Arturo Prat.
Concientización
El concejal Gabriel Alvial (Ind), quien expuso algunos casos de reciente maltrato escolar en el último pleno del concejo municipal, afirma que debe activarse con urgencia una campaña de concientización respecto al maltrato escolar por el incremento de casos en la comuna.
"El primer impulso que tuve para hacer esta denuncia, más allá de llamar la atención, fue porque yo fui víctima constante de bullying desde chico. Entonces, entiendo que muchas veces la víctima termina siendo señalada por el colegio y tratada como un alumno problema. Finalmente el agresor pasa por todos los filtros, atención psicológica y psicosocial, pero finalmente son las víctimas las que terminan por salir de la escuela", afirma Alvial, quien ha gestionado ante la Corporación Municipal de Desarrollo Social (CMDS) la posibilidad de cambio de establecimiento de dos alumnos para evitar que retornen donde se encuentran sus agresores.
"He recibido además un montón de denuncias de colegios particulares subvencionados, pero ahí no tenemos una jurisdicción (…) Los papás piensan que las demandas deben ser directamente hacia los padres del niño agresor, pero no es así. En el caso de que la escuela no haya tomado las medidas adecuadas y los protocolos no se hayan activado, la demanda va hacia el establecimiento", agrega el concejal.
María Luz Gálvez, directora de Educación de la CMDS, sostiene que en el municipio cuentan con un protocolo para abordar este tipo de contingencia escolar, que incluye orientación de psicólogos y apoyo de los respectivos departamentos de convivencia escolar.
"Esto se ha convertido en una especie de sobrepandemia, porque es una situación que ha ocurrido a nivel nacional (… ) Hay niños desbordados después de dos años de encierro. No sabemos qué control parental hubo, entonces, deben retomarse nuevamente líneas de orientación tanto para los padres como también los niños", explica.
Contexto condicionador
Francisco Galaz Larrondo, psicólogo clínico-educacional y además miembro fundador de la Corporación SISAY para la Inclusión, advierte sobre estos riesgos.
"Hoy en día existe suficiente evidencia de estudios referidos tanto de organizaciones internacionales, nacionales y locales, públicos y privados; de los factores de origen, las causales, las consecuencias tanto para víctimas, como para victimarios respecto al bullying. Sin embargo los recursos para intervenir están ausentes a la hora de hablar de salud mental y no sólo en el ámbito escolar", dice.
"Por consecuencia es de esperar que exista en los escolares un incremento de actitudes violentas, en el contexto de haber vivido un extenso estallido social, una pandemia cursante, la situación migrante e incluso una guerra. Por ende es necesario y fundamental invertir en desarrollo personal, generación de estrategias de afrontamiento, establecimiento de vínculos afectivos y de cuidado en nuestros niños y niñas" complementa el especialista.