Venta de loteos irregulares
Valoramos ampliamente la decisión del Gobernador Regional Ricardo Díaz de denunciar ante Fiscalía la venta de loteos irregulares ocurrida en el sector norte de nuestra ciudad.
Este tipo de prácticas ilegales, no nuevas en la región, reflejan la grave situación de falta de viviendas regional y en particular en la ciudad de Antofagasta. Vemos con preocupación el aumento del déficit habitacional en la última década a pesar de los esfuerzos de los distintos organismos públicos; aporte de terrenos por Bienes Nacionales, aporte de recursos de GORE en convenio de programación "Más Viviendas y Mejores Barrios", y mayor cantidad de subsidios desde el MINVU con el "Plan Zona Norte".
Repudiamos estos hechos que no contribuyen en nada a reducir el déficit habitacional, sino por el contrario agravan la situación con personas inescrupulosas que, aprovechándose de la desesperación y necesidad de las personas, ofrecen terrenos fiscales que no cuentan con los servicios básicos de agua, luz y alcantarillado, para sacar provecho económico.
También, consideramos que este tipo de hechos son consecuencia del lento avance de las políticas públicas en materia de vivienda. Tenemos una gran oportunidad con el gobierno regional y sostenemos que se debe conformar lo antes posible una mesa de trabajo público-privado-ciudadana, que aborde esta problemática poniendo énfasis en la disminución del déficit habitacional existente en la región de más de 25 mil viviendas, de acuerdo al Informe de Vivienda Pública 2020.
Marcela Torres Moraga Presidenta Cámara Chilena de la Construcción Antofagasta
Día del Síndrome de Down
Una de las cosas positivas que la pandemia nos ha obligado a mirar en el contexto escolar, son las diferencias que existen entre unos y otros, niños y niñas, para aprender. Para algunos, el sistema online no provocó cambios en su avance escolar, sin embargo, para otros causó grandes brechas en su proceso de adquisición del mismo.
Los niños con Síndrome de Down por mucho tiempo han sido estigmatizados como los más "lentos" en sus procesos de aprendizaje y, quizás esto no es lo erróneo, sino más bien es lo que debemos como sociedad aprender a atender. Se hacen necesarias, por tanto, no solo políticas públicas transversales de inclusión escolar, sino que junto a ello facilidades y alicientes adecuados para el personal educativo que promuevan estrategias pedagógicas facilitadoras, extraordinarias y promotoras del aprendizaje, más allá del currículo.
Estamos en deuda como sociedad, no solo considerando los derechos hacia las diferencias en la población infanto-juvenil, sino que también de la aceptación universal que el aprehender va más allá de saber de memoria un contenido, es adaptarnos y aceptarnos desde estas características que nos son particulares y convivir potenciándonos unos a otros en lo que mejor sabemos hacer, crear, disfrutar o compartir.
Las diferencias son las que nos hacen individuos, pero también las que no enriquecen nuestro entorno y vivencia en todos los planos.
Claudia Figueroa León Académica U. Andrés Bello
Convivencia escolar
Junto con el inicio de clases, hemos sido testigos de algunos eventos de inusitada violencia, como ciberacosos o amenazas de índole sexual. Después de dos años de espacio escolar interrumpido, este lugar seguro que quisiéramos fueran las aulas, nos esconden complejidades que deben ser abordadas. ¿Cómo hacerlo? No podemos decir que los adultos estemos dando un ejemplo de buenas prácticas de convivencia, desde la guerra internacional hasta la contingencia nacional política y social, carecemos de los puentes necesarios para dialogar. Cualquier esfuerzo que hagamos en pos del desarrollo de nuestros niños, niñas y adolescentes (NNA) pareciera que tendrá que partir desde los adultos.
Las ciencias de la prevención nos muestran que para prevenir comportamientos problemáticos en NNA es necesario abordar los factores de riesgo y protección que se encuentran en los diferentes ambientes que los rodean: comunidad, familia, pares, escuela. En todos estos espacios, los adultos somos clave para generar las condiciones apropiadas de desarrollo y, por ello, somos nosotros los que debemos incorporar herramientas para la convivencia. Programas como "Parentalidad que Motiva con Ternura y Optimismo" o "Familias Unidas", que la Fundación San Carlos de Maipo, creada por la Sociedad de Canal de Maipo, trajo desde Estados Unidos y adaptó a la realidad chilena, nos muestran que somos los padres, madres y cuidadores, regulados en nuestras emociones, quienes podemos tender los puentes para escuchar a nuestros NNA, validarlos en su sentir, salir de los juicios y proponerles acuerdos de convivencia que apunten a resolver sin violencia las situaciones que enfrentan diariamente.
¿Queremos menos violencia en nuestras escuelas? Pues preocupémonos de la forma en que nos relacionamos con nuestros NNA. Solo cuando seamos adultos significativos en su vida ellos y ellas estarán dispuestos a adherir a nuestra propuesta. Cuando lo hagan, ¿estaremos también nosotros en la senda de la paz?
Raúl Perry, gerente de Programas de Fundación San Carlos de Maipo