"Una mala solución en La Araucanía puede ser peor que el problema"
El exsecretario de Estado dice que fue un error de Izkia Siches intentar ir a Temucuicui en su primera visita a La Araucanía, recuerda cómo fue el acercamiento suyo con los mapuche cuando fue Gobierno y dice que para encontrar la confianza y la paz en la zona se debe invitar a todos a dialogar, incluso a aquellos grupos más extremistas.
-¿Todavía le dicen ministro?
-No mucho. Más me dicen canciller…
Alfredo Moreno Charme comenta que, al igual que los presidentes de la República, los cancilleres en Chile mantienen la etiqueta para siempre. "Hasta quedamos con pasaporte diplomático", confiesa. No es lo único que guarda como recuerdo de su participación en los gabinetes de los dos gobiernos de Sebastián Piñera. Este empresario, extitular de la CPC (Confederación de la Producción y del Comercio) y también del directorio de la Teletón, fue ministro de Relaciones Exteriores y de Obras Públicas, aunque transversalmente se ha reconocido más su gestión en Desarrollo Social.
En esa cartera, al inicio del segundo mandato de Piñera, fue que recibió el encargo de avanzar en soluciones para los problemas en La Araucanía, una tarea monumental que encaró con entusiasmo, dedicando gran parte de su tiempo a visitar la región, reunirse con actores de todos los sectores, lanzar el Plan Impulso y los diálogos por la paz. Todo iba bien encaminado hasta que se produjo el asesinato de Camilo Catrillanca, el 14 de noviembre de 2018, en Temucuicui.
Esta semana, esa zona de la comuna de Ercilla fue nuevamente noticia por el incidente a balazos que impidió la visita de la nueva ministra del Interior, Izkia Siches, cuya comitiva tuvo que dar media vuelta.
-¿Qué opina de lo ocurrido con la ministra Siches?
-Primero hay que rescatar lo positivo. Tanto la ministra Siches como el presidente Boric han dicho que van a poner La Araucanía como prioridad y recién asumidos fue la misma jefa de gabinete la que se hizo cargo. O sea, están poniendo el problema donde corresponde, que es un problema muy serio que tiene el país y por lo tanto hay que destinarle los mejores recursos y toda la preocupación. Eso es tremendamente valorable. Además, se hizo acompañar de una variedad de ministros porque allá la gente se siente muy abandonada. El Estado se ha retirado muchas veces y ha dejado a esa zona sin poder cubrir muchas de sus necesidades. En cuanto a la visita propiamente tal tiene, cosas positivas y algún error, pero es natural cometerlos en su primera semana. Es positivo haberse juntado con las víctimas, entre ellas Marcelo Catrillanca. Es positivo haberse juntado con los empresarios, con la multigremial, y creo que es un error haber ido a Temucuicui.
-¿Por qué?
-Por varias razones. Una, por lo que pasó, que demuestra que no había un conocimiento acabado de lo que ahí sucede y de quién es quién. Pero también porque simbólicamente no es lo que corresponde. Es una comunidad donde hace poco murió un detective por tratar de ingresar; uno de sus dirigentes más importantes, Jorge Huenchullán, se encuentra prófugo; en la entrada de Carabineros y la PDI se constató que hay plantaciones de marihuana, que hay droga, que tienen armamento. Los autos que incendiaron como barricada, según entiendo, son todos robados, por tanto ahí también hay autos robados que se guardan y que se usan para estos fines. No me parece que sea el mejor lugar para el primer paso. Uno siempre tiene que aspirar a hablar con todos, pero siempre tiene que hacerlo paso a paso. Uno hace un gesto, debe recibir otro de vuelta, y me parece que hubiera sido mejor reunirse con Catrillanca en Temuco y hubiera sido igual de valorado.
-En su gestión usted visitó una veintena de veces la zona. ¿Alguna vez tuvo un incidente similar?
-Nunca tuve ningún problema. Al contrario, siempre fui muy bien recibido. Pero debo decir que durante mucho tiempo, al inicio, nunca hice una reunión fuera de Temuco. La razón es muy simple: sólo fui a aquellos lugares donde la gente me invi-
"Si uno llega a una casa de algún lonco o de alguien que lo recibe, hay una manera organizada de relacionarse. Se sientan en una redondela y se presentan por orden, cada uno va indicando quién es y por qué está ahí. Mientras todo eso sucede no hay ninguna conversación".