Destapan los secretos dolores de Warhol
Netflix estrenó "Los diarios de Andy Warhol", serie documental que muestra la inseguridad y los complejos físicos con los que vivió el padre del Arte Pop.
No es de extrañar que detrás de "Los diarios de Andy Warhol" esté el prolífico Ryan Murphy, creador de "Glee" y "American Horror Story", entre otros hitos del streaming. No sólo por su pertenencia a la cultura queer, sino porque en un capítulo de la última serie retrató a Valerie Solanas, la feminista radical que intentó matar al padre del Arte Pop en el año 1968. Ese hecho marcó un antes y un después en la vida del artista. En lo concreto, lo impulsó a escribir el diario que aquí funciona como médula narrativa. Este se publicó de manera póstuma en 1989 con la ayuda de la escritora Pat Hackett. Los apuntes dictados abarcan desde 1976 a febrero de 1987, apenas cinco días antes de la muerte del hombre que dijo "en el futuro, todos serán famosos mundialmente por 15 minutos".
Aunque en la pantalla la voz de Andy Warhol es recreada mediante inteligencia artificial, logra involucrarnos en una intimidad confesional que distingue a la serie documental de Netflix de otras producciones que han intentado acercarse a esta figura fundamental de la cultura contemporánea. Es verdad que quienes hayan leído el libro ya han imaginado todo en sus cabezas, pero la televisión existe para ilustrar hechos. Y, en ese sentido, "Los diarios de Andy Warhol" se apoya en un archivo contundente que la transforma en un dinámico paseo por álbumes de fotos y filmaciones. Sumado a sus confesiones privadas -marcadas siempre por la inseguridad y el dolor-, tenemos un retrato que está en las antípodas de la apariencia culturalmente construida. El Andy Warhol provocador, anfitrión de la Factory (esa usina de proyectos y rarezas que fue su reino en la Tierra) y mundialmente famoso se ve contrapesado por una faceta más desconocida: la de esteta que se siete rechazado por el ambiente artístico neoyorquino; el hijo que acompaña a su madre devotamente a misa los domingos; el asexuado que se mantuvo más o menos a salvo en una movida salvaje; el amante devoto que sufrió por su novio: el diseñador Jed Johnson (quien murió en un accidente aéreo en 1996); el descendiente de inmigrantes eslovacos que creció en un barrio pobre, lejos del glamour del mundo que retrataría. En otras palabras, Andrew Warhola (su nombre original) le quita el disfraz a Andy Warhol.
El montaje -dinámico y lúdico- asegura nuestra atención constante en este viaje que nos llevará a Pittsburgh para conocer la infancia del retratado, además de reconstruir el romance tormentoso que mantuvo con Jed y, posteriormente, con Jon Gould; indagar en su amistad con el grafitero convertido en artista Michel Basquiat; acompañarlo en su incursión por medios masivos y, finalmente, conocer los detalles de su muerte.
Andy Warhol se apagó el 22 de febrero de 1987 en un hospital de Nueva York luego de una operación a la vesícula. Dicen que su funeral fue tan glamoroso como sus fiestas y que, entre sollozos, se escuchaba el sonido de los asistentes esnifando cocaína.
Los diarios de warhol son las anotaciones que la periodista pat hackett hizo de las llamadas que le hacía el artista.
En resumen
La serie tiene 6 capítulos. Y ya está en línea.
Por Andrés Nazarala R.
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